La Real Alhóndiga
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Arte y Cultura

La Real Alhóndiga

Esta es la segunda parte de la historia del edificio de la Real Alhóndiga de Antequera, ubicado en la céntrica calle de Flores Magón.


La Real Alhóndiga | El Imparcial de Oaxaca

(Segunda parte)

Para contextualizar al lector, es pertinente mencionar que hace unas semanas el gobernador del estado, Alejandro Murat Hinojosa, anunció la recuperación y restauración de este edificio, y, posteriormente, será habilitado como espacio cultural dentro de la ciudad capital. 

Debido a ello, es necesario escribir sobre este predio emblemático, cuyos orígenes se remontan incluso antes de la fundación de la Verde Antequera. La semana pasada expliqué en esta columna que en este terreno se construyó la Casa de Cortés, la cual fue vendida por uno de los herederos del marquesado al H. Ayuntamiento que instaló ahí la Real Alhóndiga. Sin embargo, en 1893, el edificio fue cedido al Gobierno del Estado como garantía por el préstamo realizado para la construcción del Mercado Porfirio Díaz.

Así, pues, durante el Porfiriato, el edificio —en manos del gobierno estatal— se utilizó como Comisaría para la Policía. En 1903, Emilio Pimentel, gobernador de Oaxaca en ese entonces, comisionó al ingeniero militar Rodolfo Franco para adaptar la construcción de la Real Alhóndiga a lo que sería la Comisaría de Policía número 1.

El investigador Sebastián Van Doesburg describe en el libro La Real Alhóndiga de Antequera, historia y presencia de un predio fundacional de la Ciudad de Oaxaca, al edificio de la siguiente forma: “Llamaba la atención el gran portal, sobre todo el frente del edificio (sobre la actual calle de Flores Magón) y el enorme patio central (uno de los más grandes de la ciudad) que lucía un elegante pero sobrio corredor de ocho arcos por cada lado”. 

La remodelación del ingeniero Franco se llevó acabo y la construcción adquirió una fachada al estilo neoclásico ecléctico, pionero de la modernidad en Oaxaca. 

En 1928, fuertes sismos destruyeron parte de las remodelaciones realizadas por Franco 20 años antes. Después de retirar los escombros, en 1931 se presentó otro terremoto que dejó en peores condiciones el portal del edificio, el cual terminó por ser destruido para alinearlo con la calle que conduce al Palacio de Gobierno. 

La Comisaría siguió funcionando, aunque con algunas modificaciones estructurales. Entre 1936 y 1949 se hicieron más cambios al edificio, y años después, en 1957, se le agregó un segundo piso. Desde entonces no se han realizado mayores adecuaciones en cuanto a la estructura del complejo.

Las excavaciones arqueológicas realizadas en 2005 en el predio del inmueble que albergó la casa del primer marqués, la Alhóndiga y la Comisaría, se materializaron con apoyo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), teniendo como encargada a la arqueóloga Susana Gómez Serafín, quien con su equipo de trabajo encontró nueve capas de tierra de las diferentes épocas históricas del predio, la más profunda a 5.70 metros del suelo actual.