La literatura será para todos o no será para nadie
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La literatura será para todos o no será para nadie

Para el autor de Camino a Sognum, la curiosidad es el motor más importante que nos mueve como humanos


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Por la tarde del viernes, el escritor Benito Taibo viajaba a bordo del vuelo 2036. “Piloto, copiloto y tripulación entera, son mujeres”, escribió en su cuenta de Twitter, en su traslado al estado de Oaxaca para presentar Camino a Sognum, mundo sin dioses.

Ya en la entidad que desarrolla su Feria Internacional del Libro, Taibo se vio en un ambiente similar, al menos por el eje de la fiesta literaria. Parte de eso es lo que narró previo a su participación, en una entrevista antecedida por varias peticiones para tomarse una foto con él, en medio de alguna interrupción y bajo la sugerencia de no hablarle de usted.

 

¿Qué sensación te deja este vuelo?

La sensación es maravillosa, me pareció un acto de elemental justicia. Me pareció magnífico. Ojalá esto permeara y siguiera sucediendo en todos los terrenos, no solamente en el vuelo, sino en la vida cotidiana, en la política, en la economía, en la cultura. Creo que….

Una mujer se acerca para saludarle y Benito trata de explicarle la situación en que está. “Perdón, un segundo, estoy en medio de una entrevista. Perdón”.

 

Decías que ojalá lo del vuelo sucediera en otras áreas.

Sí, claro, que sucediera en la vida cotidiana, que fuera todo esto mucho más justo de lo que es.

Esta feria se plantea esta reflexión sobre la participación de las mujeres.

Es importantísima, necesaria (la reflexión). Hoy por hoy estamos viviendo tiempos inéditos, en los que las mujeres levantaron la voz con toda razón y están luchando por sus elementales derechos. Pero están luchando por ellos desde el siglo XI o antes de nuestra era. Quiero decir: se atisba en el horizonte la posibilidad de esta magnífica revolución de las mujeres.

 

¿Cómo acompañan tus historias, tus libros, a estas luchas y pensamientos de las mujeres, de quienes se habla con personajes como Miranda, de Camino a Sognum?

Tengo un libro en donde hay dos mujeres protagonistas, que creo que son fuertes, valientes, decididas, arrojadas, inteligentes, sensibles, llenas de sí mismas, en un mundo oscuro, terrible, en el cual ellas son súper jefas, son mis héroes.

 

¿De qué manera piensas estos personajes?

Yo tengo una parte femenina muy desarrollada porque vengo de una familia en la cual es un matriarcado, mi madre, la mujer de mi vida que me ha acompañado siempre, mi compañera… Son parte no sólo fundamentales, sino faros, guías para la creación, para el pensamiento, para la vida cotidiana. Entonces, creo que lo único que dejé fue aflorar esa parte femenina que tengo dentro y contar de la mejor manera posible. Espero haberlo logrado.

Mundos sin dioses es la primera entrega de la trilogía Camino a Sognum, que el autor de Persona normal lanza de la mano de editorial Planeta. Será en unas semanas cuando salga el nuevo volumen de una historia en la que Taibo construye un nuevo mundo, lleno de fantasías y experiencias para tres adolescentes que como otros de los personajes ideados por Taibo encarnan lo que él describe como las pasiones humanas.

 

¿Cómo fue crear este mundo para la trilogía?

Cuando te pones a crear, los escritores tenemos que ser una suerte de pequeños dioses que manejemos a nuestro arbitrio y voluntad los destinos de esos pobres personajes a los que sometemos a las peores chingaderas del mundo. En este caso, también creas el paisaje, entonces es un lío: animales, plantas, cosas, juegos, frutas. Yo que soy un escritor acostumbrado a dejarme llevar por mis latidos, mis corazonadas, el dedo al aire para ver hacia dónde sopla, tuve que llenar un montón de cuadernitos para poder entender ese mundo en el que estaba viviendo y haciendo vivir a los personajes. Lo disfruté enormemente.

 

¿Se relaciona este proceso con la curiosidad de la que has dicho que es el motor para impulsar el gusto por la lectura o la literatura?

Sin lugar a dudas. La curiosidad es esta parte esencial dentro de la cabeza de nosotros como especie, que nos hace buscar aquello que nos determine, que nos dé armas o herramientas, que nos dé placer, que nos dé sabiduría. Siempre la curiosidad es el motor más importante que nos mueve como humanos.

 

Con este libro, también se piensa en otra de tus reflexiones sobre la lectura, que el leer se deje de ver sólo como un acto para aprender, y en cambio sirva para el entretenimiento.

Leer para aprender es un reduccionismo. Sí, los libros sirven para aprender, pero también sirven para sentir, para oler, para meterte en otra piel, para adquirir la reencarnación instantánea, para poder mirar con otros ojos, para desdoblarte, para hacer que el tiempo sea elástico. Sirve para crear personalidad, para crear conciencia crítica, para hacerte una persona que pueda tomar decisiones importantes en su vida a partir de las enseñanzas que la literatura nos ha dado y dejado.

Como ese cuestionamiento, hay otros sobre la clasificación de literatura, ¿es ideal clasificar?

No. Esos son sellos puestos por la mercadotecnia. ¿Te doy mis tres títulos de literatura juvenil más importante? Va: Cien años de soledad, Rayuela y El señor de las moscas. Hablo de tres como puedo hablar de 200. Se piensa que la literatura es juvenil porque aparecen jóvenes dentro de la obra, lo cual es una barbaridad, es un reduccionismo terrible porque sobre esa lógica Lolita, de (Vladimir) Nabokov, sería una novela juvenil o Justine, del Marqués de Sade, sería literatura juvenil. Y no lo son. Un joven es joven porque está metido en su tiempo, en su piel, en su espacio temporal en el que se determina que es joven. Y sin embargo, yo conozco a un montón de jóvenes de 59, de 60, 70, 80 (años). Yo creo que la juventud es un estado mental y que la literatura es para todos. La literatura será para todos o no será para nadie.


aa

 

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