La resiliencia renueva al CAI
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La resiliencia renueva al CAI

Yamurith Gallegos Macario adelanta que la nueva edición se busca mayor inclusión de exparticipantes y “volver a los inicios”


La resiliencia  renueva al CAI | El Imparcial de Oaxaca

La octava edición del Campamento Audiovisual Itinerante (CAI) llegará con varios cambios; algunos de ellos, dados a conocer en los últimos días de 2018, con la renovación de su equipo. Sin embargo, aguardan otros que tocará a este grupo echar a andar bajo el concepto de resiliencia, el tema de este año, y que se observarán desde el cambio de región, que habitualmente era la Sierra Norte, hacia Valles Centrales.

Que los exparticipantes del campamento se involucren y más en el programa es otra de las ideas que se ha propuesto para esta nueva etapa, como lo señala la nueva coordinadora general, la gestora, productora y realizadora Yamurith Gallegos Macario.
Ella, que por invitación de las fundadoras, asume esta nueva responsabilidad, no es ajena al CAI, pues ya en varios años ha sido parte, por ejemplo, en la atención de invitados, las labores del making off, coordinando el grupo de actuación o los talleres infantiles. En este cambio, están también el artista Luis Cervantes Jurado, el coordinador del grupo de animación; el productor y músico Damián López, coordinador del grupo de ficción, y Juan Pablo Ruiz Núñez como coordinador editorial.
Con la encomienda en ellos, dejan el CAI sus impulsoras: Luna Marán, Mariana Musalem y Laura Ramírez (socias a su vez de La Calenda Audiovisual, que da origen al campamento).

Ahora, la renovación del CAI intenta que “las personas involucradas o exalumnos sigan involucrándose en el proyecto, que se reapropien de él, no solo como exalumnos, sino colaboradores y que conozcan el proceso dentro del campamento”.

Gallegos ahonda en que bajo el tema de resiliencia es como el campamento se adaptará en medio de las nuevas circunstancias, pues es una cualidad que si bien se da en lo individual y colectivo, parte de “nuestras comunidades”, parte esencial del programa.

Eso, lo comunitario, seguirá en el CAI, pero desde una nueva exploración, en una comunidad de Valles que respecto a una de la Sierra tiene otras formas de organización.

Asimismo, se mantendrá la idea de reapropiarse de las historias propias, hechas “en comunidad, en equipo”, en la “horizontalidad, de trabajar las cosas en la asamblea”. Aquí, detalla la coordinadora, todos piensan la historia, la realizan y hay una retroalimentación constante, una en la que además permean las reflexiones sobre los roles, la equidad de género y los temas actuales, todos ellos aspectos que se ven reflejados en la comunidad.

“Habíamos perdió un poquito el hilo en esta forma de experimentar con otros talleres, de traer más gente. Queremos regresar a los inicios, a las bases del campamento, hacer las cosas desde la comunidad”, apunta Yamurith, en quien Luna Marán ve un perfil completo y complejo, a alguien que le dará al CAI “un sello propio y eso va a ser muy enriquecedor”.

CAI, un programa que Marán adjudica a una colectividad, es uno para el que era necesaria la renovación por esa misma razón, con nuevo equipo que también pase la estafeta a otras personas, especialmente a los “excaítas”.

Por ahora, es Yamurith, una colabora del CAI, quien toma las riendas del campamento. La egresada de la Universidad del Mar, campus Huatulco, suma así un nuevo reto precedido por varios proyectos que siguen dando frutos, entre ellos la realización documental (con piezas como Been Ro’ol/Gente que toca), un cortometraje de 2016 sobre una joven de San Pedro Quiatoni, quien a diferencia de sus antecesoras va accediendo a oportunidades negadas para las mujeres. El cortometraje ganó el segundo lugar en el reto Docs Mx de ese año y en 2018 estuvo en la selección oficial del Ficmayab’.

Además de realización audiovisual, con otros compañeros de la universidad y del campamento, creó una casa productora denominada El Chante Audiovisual. “Hemos hecho videoclips, materiales de difusión sobre el maíz, con la tierra, con áreas naturales, campañas de conservación”, explica quien también ha incursionado en la labor social, con La iguana nómada. Este último es un circuito de exhibición cinematográfica itinerante, que se realiza con esfuerzos y recursos propios y de su compañero fundador.

“Ha estado padre porque ya vamos directamente con los directores y productores y les explicamos que queremos llevar su película porque es importante para tal comunidad”, añade.


aa

 

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