Inclusión de pueblos indígenas, el reto en Cultura: Natalia Toledo
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Arte y Cultura

Inclusión de pueblos indígenas, el reto en Cultura: Natalia Toledo

Impulso a obras bilingües, recuperación del patrimonio histórico de municipios indígenas como Juchitán y la reorientación del presupuesto, entre los pendientes


Una de las principales prioridades para el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador en el sector de arte y cultura será la inclusión de los pueblos indígenas, considera la poetisa Natalia Toledo, quien ha sido invitada por la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, a ser parte del equipo que coordinará las políticas públicas de este sector.

Hay muchos temas por impulsar, subraya, pero entre ellos el más importante es incluir a los pueblos originarios, pues son los que “nos dan identidad, los que trabajan el campo, los que nos han dado de comer, los que nos han dado muchísimo en el arte, todo eso que nos identifica como mexicanos”, expresó.

Para la autora de El dorso del cangrejo, la literatura hecha por autores bilingües (que además del español emplean lenguas indígenas) también debe impulsarse.

“Editoriales importantes como el Fondo de Cultura Económica no se han asomado por ahí. Me gustaría muchísimo que se hiciera una revisión y se publicaran libros importantes que nos anteceden a estas generaciones”.

Entre los planteamientos hechos por Alejandra Frausto Guerrero, próxima secretaria de Cultura, la autora ve un énfasis en incluir a miembros de la comunidad artística y cultural en organismos y dependencias del sector. Ello, añade, abre la posibilidad al cambio que se espera en la que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha denominado la “cuarta transformación”.

“A mí me parece que están poniendo énfasis, sobre todo por la gente que eligieron para estar en las distintas dependencias de la Secretaría de Cultura, en un perfil diferente a lo que estamos acostumbrados”, señala sobre la inclusión del comunicador y activista Mardonio Carballo en el dirección general de Culturas Populares y al oaxaqueño Adelfo Regino Montes en el naciente Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas.

 

Ausencia de los pueblos indígenas

Previo a la elección presidencial, el poeta mazateco y titular del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, Juan Gregorio Regino, acusó que los idiomas y pueblos originarios han sido un tema ausente en las plataformas y propuestas de los candidatos.

Ante ello, indicó, el mayor reto es que los pueblos indígenas dejen de ser objeto de políticas públicas y se conviertan en sujetos, al convertirse en “generadores de políticas públicas que les atañen a ellos y a los mexicanos”. Y esto tendría que inscribirse en una idea que no tenga que ver solo con ellos, pues entonces “estaríamos cayendo en una política segregacionista, haciendo leyes para indígenas”.

El también miembro de la Academia Mexicana de la Lengua señala que es necesario generar nuevos modelos de trabajo, pues hasta ahora se siguen reproduciendo las líneas de tipo asistencialista, como hace más de 50 años.

Para este sexenio, la poeta Toledo enfatiza que en la secretaría de Cultura se priorizará el perfil artístico de los funcionarios, será un equipo sin “experiencia administrativa”, aunque sí creadora.

“Va a haber sorpresas que no puedo adelantar”, señala la autora que entre los pendientes espera que se atienda el patrimonio cultural e histórico afectado por los sismos de septiembre de 2017 y febrero de 2018.

“Creo que por ahí habría que hacer todo este trabajo que no se hizo en administraciones pasadas -ya estamos saliendo del pasado-, urge porque muchos pueblos están sin un espacio donde tomar talleres de arte, donde ir a ver una buena película, hay lugares donde nada más hay una casa de la cultura modesta”.

La preocupación y esperanza de la poetisa se da en un año en que la cultura recibió 12 mil 428 millones de pesos de presupuesto, 3.9% más que en 2017 pero que en comparación con 2016 se redujo, pues en ese entonces fue de 15 mil 255 millones de pesos. Este año se espera que el presupuesto aumente a 17 mil millones de pesos.

 

Yerros tempranos

El sector cultural en el periodo de transición ha estado bajo los reflectores por diversas causas. Una de ellas, porque la mayoría de Morena en la Cámara de Diputados federal colocó como presidente de la Comisión de Cultura y Cinematografía al actor Sergio Mayer. Más recientemente los comentarios desafortunados del escritor Paco Ignacio Taibo II, que será encargado del Fondo de Cultura Económica, han causado severas críticas también.

A propósito de la comisión que preside Mayer, Ernesto Contreras, presidente de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC), ha mencionado la pertinencia de revisar las leyes y actualizarlas: “redimensionarlas en función de lo que estamos viendo como revolución audiovisual. Finalmente, no hablamos solo de las salas cinematográficas, sino de las pantallas que tienen que ver con plataformas digitales, con tablets”.

 

Cambios y proyectos

Si bien Alejandra Frausto ha dicho que “la principal autocrítica que se tiene que hacer es el enorme presupuesto que se va hacia adentro de la propia secretaría)” y que es necesario buscar la estabilidad de los recursos para el sector cultural, el proyecto aún genera dudas.

Desde antes de las elecciones de julio, el periodista y coordinador de ¡Es la reforma cultural, presidente!, Eduardo Cruz Vázquez, ha subrayado la moda que ha existido desde la época del presidente Carlos Salinas de Gortari en torno a las reformas estructurales. En la actualidad, asegura, la cultura solo puede atenderse por una vía.

“Hay mucha gente e intereses en el sector cultural y hay enormidad de retos” que solo se pueden atender al encapsularlos en una plataforma, en este caso el de reforma o reformas al sector.

En el documento titulado El poder de la cultura, presentado el 19 de junio pasado, la secretaria de Cultura ha esbozado ejes que incluyen a la educación artística desde la primera infancia, el trabajo de las comunidades para la recuperación del patrimonio afectado por los sismos o para el intercambio de sus expresiones a nivel nacional e internacional, así como el reconocimiento de los derechos comunitarios de propiedad intelectual.

Si bien Alejandra Frausto ha dicho que “la principal autocrítica que se tiene que hacer es el enorme presupuesto que se va hacia adentro de la propia secretaría)” y que es necesario buscar la estabilidad de los recursos para el sector cultural, el proyecto aún genera dudas.

Desde antes de las elecciones de julio, el periodista y coordinador de ¡Es la reforma cultural, presidente!, Eduardo Cruz Vázquez, ha subrayado la moda que ha existido desde la época del presidente Carlos Salinas de Gortari en torno a las reformas estructurales. En la actualidad, asegura, la cultura solo puede atenderse por una vía.

“Hay mucha gente e intereses en el sector cultural y hay enormidad de retos” que solo se pueden atender al encapsularlos en una plataforma, en este caso el de reforma o reformas al sector.

Autores como los reunidos en el volumen ¡Es la reforma cultural, presidente! subrayan la prioridad de “poner en marcha una reforma cultural como parte del Plan Nacional de Desarrollo y del Programa Sectorial de Cultura, y en la que el nuevo mandatario ha de “desarrollar un análisis de la política cultural sustentado en las ciencias sociales para fijar objetivos claros de desarrollo en lo económico y social, derivado de la actividad cultural”.


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