José D. Flores y su declaración de artista
Como fotógrafo, prosigue José, observa más allá del ilusoriamente recto horizonte, permitiendo que su corazón y su mente crucen la línea hacia el infinito y hacia el vacío.
Desde hace dos años, cuenta José D. Flores, los disparos con su cámara fotográfica habían sido sobre momento decisivos, los vistos en las calles de grandes áreas urbanas. Trataba de capturar las relaciones entre las personas y su condición humana. Sin embargo, explica, su llegada a Oaxaca, en enero de este año, hizo que su trabajo volviera a la verdadera naturaleza, a su esencia. Fue así como empezó la búsqueda de lo sagrado y divino de la humanidad.
El resultado de ese nuevo rumbo en sus imágenes, José D. Flores Jr. lo comparte en una exposición que alberga el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo (CFMAB). En ella, el autor plasma escenas vinculadas a la naturaleza, la religiosidad, los ritos y costumbres que conectan a las personas con las creencias respecto a otros seres o mundos.
Y a través de una “declaración de artista”, el fotógrafo también habla de sus motivaciones, de las imágenes que ha reunido en su proyecto I must leave (donde en un video recoge varias de las imágenes de la exposición). Ahora, dice, usa su cámara para capturar imágenes donde su subconsciente se encuentra con la realidad.
“Mis imágenes aletean entre la luz y la oscuridad, donde el inicio de uno conduce perfectamente al otro, deleitándose en la belleza y misterio del eterno ahora, el fenómeno de la vida cotidiana, siempre indeleble al espíritu que acecha desde lo profundo de mí”.
Como fotógrafo, prosigue José, observa más allá del ilusoriamente recto horizonte, permitiendo que su corazón y su mente crucen la línea hacia el infinito y hacia el vacío.
La serie de fotografías de José D. Flores, autor de otros proyectos como One breath, Mystery in Oaxaca y The Joker, se encuentra abierta al público en el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo.
