Del cine de la rebelión a la inmediatez
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Del cine de la rebelión a la inmediatez

El académico Álvaro Vázquez Mantecón considera que, a partir del 68, el cine se ha volcado más a temas sociales, ya sea desde el documentalismo o la ficción


Del cine de la rebelión a la inmediatez | El Imparcial de Oaxaca

“Si le preguntas a alguien qué piensa o imagina del 68, es muy probable que imagine fragmentos de la película El grito, una película estudiantil”. Para el investigador y académico Álvaro Vázquez Mantecón, al final de la historia acabó predominando el punto de vista de los estudiantes, grabado por los mismos participantes o por cineastas que comenzaron a grabar para documentar lo que pasaba en ese tiempo.

Si al principio lo que pesaba más era el punto de vista “oficial”, de los medios controlados por el estado, con el cine pasó lo mismo que con la fotografía, apunta el autor de Memorial del 68 y participante en proyectos como la exposición homónima —presentada en 2007—, así como la muestra titulada La era de la discrepancia, arte y cultura visual en México, 1968-1997.

“Muchas veces ves, en las primeras imágenes del 68, el punto de vista de los fotógrafos que están al lado de los granaderos o detrás de ellos, y los estudiantes están al otro lado. Con el tiempo, esto se empezó a invertir y empezó a surgir una fotografía que estaba desde el punto de vista de los estudiantes”, explica.

En la televisión, señala, sucedió algo similar: “Lo que había en el 68 era un predominio, inicialmente, de la filmación de los noticieros que estaban muy controlados por el estado y lo que empieza a surgir de manera espontánea y muy intensa son grupos de jóvenes que estaban estudiando cine o de algunos cineastas que deciden colaborar con el movimiento para empezar a documentar ese punto de vista de los estudiantes”.

Para Vázquez Mantecón, el paso de los años hizo que la imagen cinematográfica que perdura de ese movimiento sea la documentada por la juventud. También, que esa participación tiene un impacto importante en cómo se cuentan las historias en la actualidad.

“A partir de 1968 se genera una velocidad de reacción de la gente que quiere documentar ese punto de vista; no de los estudiantes, sino de cualquier movilización ciudadana espontánea. Hay una velocidad de respuesta que es interesante, pero en movimientos sociales anteriores no se veía mucho”, explica el autor.

Y subraya que es en ese momento en el que se crean nuevas generaciones de documentalistas y cineastas, quienes abordan los temas de sus tiempos.

“Los artistas y los creadores responden a lo que está sucediendo. Así tienes una serie de respuestas que van acompañando las movilizaciones ciudadanas de los últimos 50 años. Lo que está pasando hoy en día no es la excepción, tienes muy claramente que el cine está dando cuenta de lo que pasa con el narcotráfico, con la violencia, con la desaparición de personas, con el caso de Ayotzinapa, por ejemplo. Y tienes una gran cantidad de documentales y de material fílmico que está tratando ese tema”.

Hace unos días, Álvaro Vázquez Mantecón estuvo en Oaxaca, donde compartió sus ideas en torno al cine de la rebelión, en el marco del 50 aniversario de la masacre de Tlatelolco (2 de octubre de 1968). El académico de la Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco, abordó la forma en que el movimiento estudiantil permeó en la escena cultural de México en los años 60 y cómo produjo una serie de participaciones espontáneas de varios grupos de cineastas. Asimismo, habló de las películas que se produjeron en torno a la temática y cómo funcionaron.


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