Xaquixe-Toledo: diseño artesanal y sustentable
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Xaquixe-Toledo: diseño artesanal y sustentable

“El maestro me empuja hasta los límites”, cuenta Christian Thornton sobre los trabajos que ha desarrollado con el artista Francisco Toledo


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“¿Puedes hacer eso?”, “No sé, pero vamos a intentarlo”. Estas frases suelen marcar el inicio de cada colaboración entre los artistas Francisco Toledo y Christian Thornton. Las piezas de vidrio soplado que del primero se exhiben en distintos espacios de la ciudad de Oaxaca nacen en un taller surgido hace 16 años en Magdalena Apasco, comunidad de la que también proviene gran parte de la cantera que se emplea en las restauraciones y otros trabajos de la capital.

Thornton, fundador del taller junto a Salime Harp Cruces en 2002, sabe de las exigencias del artista plástico, quien en una ocasión llegó con el trozo de un pochote de su casa. En otra, con el diseño de un alacrán o la idea de unos rinocerontes que más tarde cobraron vida a través del vidrio. Pero no de un vidrio cualquiera, sino del que se ha caracterizado por la innovación y los procesos sustentables (al emplear el aceite quemado de 55 restaurantes de la ciudad y gas metano que proviene de residuos orgánicos, además porque la materia prima es 95 por ciento vidrio reciclado).

Xaquixe, cuyo nombre lo toma del vocablo zapoteco que significa “en la base de la montaña”, es no sólo una empresa de las varias que hay en el Parque Industrial de Magdalena Apasco, sino un laboratorio de vidrio en el que Christian y los maestros del soplado trabajan a diario para generar piezas utilitarias y obras de arte.

El taller es también uno de los varios con que ha trabajo Francisco Toledo para la creación de las piezas que desde febrero están en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (como parte de la exposición Diseño Toledo/CaSa). Además porque es de los espacios que se preocupan por el medio ambiente, “porque el maestro busca eso”, que se perjudique lo menos posible a la naturaleza, explica Gina Mejía, colaboradora del artista.

“Este vidrio tiene plata adentro, yo hice una mezcla muy particular. A él le gusta la textura así, medio fea, no brillante, no iluminada, y a mí también. Yo estoy de acuerdo con él, aunque mucha gente no”, cuenta el artista estadounidense sobre uno de los prototipos para las obras de Toledo.

Los procesos aquí pueden tomar varias semanas, aclara Thornton respecto a una pieza para la cual primero se hizo un molde de silicón que después dio pie a otros de cera, mismos que sirvieron para hacer los de yeso.

“Cuando el molde estaba listo, pusimos en el horno, subimos las piezas, llenamos con cuchara. Y cuatro semanas se estuvo templando, bajando la temperatura muy lento. Entre más grueso es el vidrio, más tiempo [se lleva] para templar la pieza.

El diseño siempre cambia

Por lo menos una tres o cuatro veces, los diseños de Toledo han tenido modificaciones, explica Thornton. “Una vez fue más de 10 veces”.

“El maestro me empuja hasta los límites, me encanta que llega y no sabe los límites del vidrio, porque va a decir: ¿puedes hacer eso? -Y yo: vamos a ver. Vamos a intentarlo”.

Trabajar de la mano de Toledo ha sido para Christian un aprendizaje constante, del que obtiene más experiencia y consigue piezas inimaginables.

“Hay gente que dice: no, eso es imposible, no puedes hacer eso. Obviamente, sí puedes hacerlo, porque ya encontramos la manera”.

A Francisco Toledo, detalla Thornton, le gusta tocar el vidrio, jugar con el material y generar un concepto que desde las pruebas empieza en tamaño real. Nuca en maquetas. “Le gusta trabajar con sus dedos, le gusta tocar. Una frustración para él, seguramente, es cuando estoy soplando el vidrio y no puede, se está muriendo por tocar el vidrio…”, cuenta sobre el artista al que ha visto destruir varias pruebas, a veces 12 de las seis que sobreviven, pues al final se trata de una obra con su nombre.

“Él tiene integridad, tiene su proceso y yo intento todo lo que puedo cuidar este ambiente”.

El estudio

Estudio Xaquixe es una empresa ubicada en el Parque Industrial de Magdalena Apasco, en el valle etecto. Surgido en 2002, la empresa ha trabajado siempre con las ideas de sustentabilidad e innovación, así como un proceso artesanal que deriva en piezas únicas, ya sea utilitarias (vasos, jarras, jarrones) u otras de índole artística, como las esculturas de Francisco Toledo, Salime Harp y Christina Thornton.

Además de trabajar con el vidrio, ha desarrollado investigaciones sobre el uso de energías alternativas. También en la creación de hornos con los cuales los maestros artesanos y mezcaleros mejoren sus procesos y piezas, de tal forma que impacten lo menos posible al medio ambiente. Uno de los últimos proyectos que realiza es un horno para totopos, bajo encargo de Francisco Toledo. Este horno se piensa como alternativa al de tipo convencional que emplean mujeres del Istmo de Tehuantepec.


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