Andrés Henestrosa: 10 años de su muerte
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Andrés Henestrosa: 10 años de su muerte

El 10 de enero de 2008 falleció; tenía 101 años de edad, pero su salud sufrió las complicaciones de la neumonía que padecía


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Falleció el 10 de enero de 2008, en su casa de la Ciudad de México. Andrés Henestrosa (Ixhuatán, 1906-Ciudad de México, 2008) tenía 101 años de edad (cumplidos el 30 de noviembre de 2007), pero su salud sufrió las complicaciones de la neumonía que padecía.

Fue poeta, narrador, periodista, ensayista, miembro numerario de la Academia Mexicana de la Lengua y político. Hoy se cumplen 10 años de su muerte y mañana, en la ciudad de Oaxaca, se entregará un premio instaurado en su honor.

El camino literario lo comenzó con Los hombres que dispersó la danza (1929), obra surgida en 1927 —a sugerencia de su maestro Antonio Caso—. En ella, el también político usó la prosa para recrear los mitos, historias y leyendas transmitidos en la comunidad zapoteca, la que dejara a la edad de 15 años para ir a la Ciudad de México en busca de una oportunidad de estudio.

Como personaje de letras, la memoria y legado de Andrés Henestrosa se mantienen en el estado que lo vio nacer. Y es que sus más de 40 mil volúmenes reunidos en 82 años están a disposición del público en la biblioteca que lleva su nombre: la Biblioteca Andrés Henestrosa.

 

UNA BIBLIOTECA PARA MÉXICO

Ubicada en la calle Porfirio Díaz y en un edificio que albergó una escuela, un hotel, las oficinas de un periódico y una papelería, la biblioteca fue inaugurada el 30 de noviembre de 2003. Ese mismo día, el escritor cumplía 97 años de edad y estaba presente en la apertura del recinto.

“Don Andrés tenía la idea de legar su biblioteca al pueblo de México desde hace varios años. Esta idea pudo concretarse con la intervención de sus amigos, la doctora María Isabel Grañén Porrúa, apoyada entusiastamente por su esposo don Alfredo Harp Helú, quienes se hicieron cargo de la restauración de la bella casa del siglo XVIII, puesta a disposición por el Ayuntamiento de la ciudad de Oaxaca”, menciona Freddy Aguilar, director de la biblioteca, en la gaceta número 1 de la Casa de la Ciudad (2004).

Y agrega que esta colección de libros, revista y demás publicaciones “representa de algún modo una línea de pensamiento del coleccionista, es, hasta cierto punto, autobiográfica y también reveladora de una época de la cultura mexicana”.

María Isabel Grañén Porrúa, subdirectora en 2003 de Oaxaca Sicarú y ahora presidenta de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca contaba hace unos meses sobre la plática con el escritor:

“Hablamos con don Andrés Henestrosa y le dije: mire, don Andrés, ni modo, no quería tocar el tema, pero es mejor que le pregunte yo qué piensa hacer con su biblioteca. Ya don Andrés estaba grande, don Andrés había sido amigo de mi abuelo, y me dijo: bueno, yo quiero donarla al pueblo de México, pero no sé cómo.

“Y le dije, ¡ay!, pero yo sí don Andrés, confíe en mí. Y bueno, don Andrés confió en mí y hablamos con el entonces presidente municipal para restaurar lo que es la Casa de la Ciudad. Entonces, abajo quedaba muy bien la Biblioteca Henestrosa y en la parte de arriba pusimos esta nueva institución (Casa de la Ciudad) que vinculaba a la sociedad con las instituciones, como el municipio y el INAH y a preguntarnos cómo queremos vivir, cómo queremos que Oaxaca sea una ciudad más habitable”.

La Biblioteca Andrés Henestrosa es una cuyo acervo es variado, y en la que no faltan las obras del autor. En sus salas están los libros coleccionados en ocho décadas y en los cuales incluso están las dedicatorias de sus autores. Literatura, historia, lingüística, filosofía, educación, derecho, sociología, administración y religión son algunos de los temas que se pueden consultar en el recinto.

 

LO PERSONAL Y LO INDÍGENA

La Academia Mexicana de la Lengua, a la cual el escritor ingresó en 1964 para ocupar la silla XXIII, le describe como un autor que lo mismo publicó libros que ensayos, artículos y relatos en muchas revista y periódicos de México.

“En su obra destaca la exaltación de su pueblo y del pasado indígena, la defensa de ese espíritu liberal, así como el estudio y valoración de las expresiones de su país”, refiere la institución en torno al trabajo dejado por Henestrosa en las siguientes publicaciones: Diccionario zapoteco-español, el ensayo Los hispanismos en el idioma zapoteco (1964), De México y España, colección de artículos, ensayos y cartas (1974), y Espuma y flor de corridos mexicanos (1977).

Asimismo, destaca el tinte personal y autobiográfico en las obras: Retrato de mi madre (1940), Los cuatro abuelos (1960), Sobre mí (1936), Una confidencia a media voz (1973) y Carta a Cibeles (1982).

Si bien, fue un autor de decenas de obras, también prologó los libros de autores mexicanos y extranjeros, “pero una de sus grandes contribuciones fue la fonetización del idioma zapoteco y su transcripción al alfabeto latino”, subraya la academia.

 

LITERATURA Y POLÍTICA

En la política, el autor de Retrato de mi madre (1937) y Mágica y hechicera Oaxaca se desempeñó como diputado federal de la República. Sin embargo, su carrera en este ámbito comenzó desde muy joven, mientras participaba en la campaña presidencial de otro oaxaqueño, José Vasconcelos (quien como secretario de Educación Pública apoyó con una beca al entonces joven de 15 años y hablante únicamente de lengua indígena).

En 1982, Andrés Henestrosa fue electo senador por Oaxaca, gracias a su militancia en el Partido Revolucionario Institucional.

 

DE PREMIOS Y GALARDONES EN SU HONOR

En sus 101 años de vida, Andrés Henestrosa recibió varios premios y reconocimientos, entre los cuales están el Premio Nacional de Periodismo, 1983; el Premio Internacional Alfonso Reyes, en 1991; la Medalla Ponciano Arriaga, 1991; Medalla Ignacio Manuel Altamirano, 1992; Medalla Belisario Domínguez, 1993, y Medalla de Oro Bellas Artes, 2003.

En su honor, también fueron creados algunos galardones, algunos de los cuales siguen entregándose y unos más han desaparecido. Entre los reconocimientos instaurados en su honor se cuentan: la Medalla Andrés Henestrosa, de Escritores Oaxaqueños A.C. (1992); la Medalla de la Comisión del Deporte Andrés Henestrosa; la Medalla Andrés Henestrosa, otorgada por la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca y el Congreso del Estado. Además del Premio de Periodismo Cultural Andrés Henestrosa y el Premio Internacional de Mito, Cuento y Leyenda Andrés Henestrosa.


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