El reto lo voy a hacer con gusto: Eliseo Martínez
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El reto lo voy a hacer con gusto: Eliseo Martínez

El nuevo director huésped de la Orquesta Sinfónica de Oaxaca, confía en hacerla crecer y encaminar pendientes como los sueldos de los músicos


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El pasado lunes, la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca (Seculta) informó que tras la salida del Daniel Cruz, quien estuviera al frente de la Orquesta Sinfónica de Oaxaca durante 2017, el nuevo director huésped principal es Eliseo Martínez García, quien hasta el 31 de diciembre funge como director de la Banda de Música del Estado.

Esta nueva encomienda, que se da luego de 23 años al frente de la Banda de Música, Martínez García la ve como el cierre de un ciclo, pero también como un reto y oportunidad para impulsar a la Orquesta Sinfónica, agrupación de la que fuera miembro fundador.

Su gestión, que arranca el próximo 2 de enero de 2018 y concluirá en diciembre del mismo año, será una de puertas abiertas, en la que espera incluir a los talentos musicales, de dirección y vocales. Además de enfocarse en varios pendientes al interior de la orquesta —como los salarios y otras necesidades de la agrupación—; y que aunque el tiempo no sea el suficiente, confía en dejarlos encaminados.

Estar como director de la sinfónica, explica, fue una sorpresa, pues la Seculta le preguntó si le gustaría estar al frente de tal institución musical, a lo que el pianista y organista dijo que sí. Más tarde, la pregunta cambió por si aceptaría; a eso también que sí.

Tal encomienda —refiere— es también un compromiso con la sociedad oaxaqueña de hacer un buen papel, “darle todo lo que tengo todavía para que pase a los primeros planos a nivel nacional el grupo que voy a representar”.

La entrevista:

¿Qué le animó a decidirse para dirigir la sinfónica?

Siempre una sinfónica es la máxima representatividad de la música y fue un reto para mí —musicalmente hablando— que la acepté porque la escuela me dio los parámetros y conozco más o menos cómo se mueven las cuatro secciones.

Usted lleva varios años al frente de la Banda de Música del Estado, ¿tuvo que ver su decisión con una necesidad de cambio personal y para la banda?
Yo estaba diciendo a los músicos que me iba a ir en 2018, desde enero de 2017, entonces eso me llevó a prepararme; y esto (la propuesta de dirigir a la sinfónica) sucedió en noviembre. Si no me hubieran ofrecido la Orquesta Sinfónica, de todos modos me iría a mi casa.

¿A descansar?

Sí, ya estaba un poquito cansado de estar en la Banda de Música. De todos modos me iba a concentrar en mis cosas, pero ahora es el reto de estar en la Sinfónica, lo voy a hacer con mucho gusto.

Descansar es un decir, explica Martínez García, pues lo que aplica es “descansar de la Banda de Música (del Estado)”. Y aunque sigue como organista titular del Exconvento de Santo Domingo de Guzmán, en donde también tiene suplentes subraya que sus esfuerzos serán al 100 por ciento en la nueva agrupación que dirigirá y de la que espera dar el ejemplo para la disciplina, “porque el director siempre debe de dar el ejemplo”.

¿Cómo planea su trabajo en esta institución de la que fue miembro fundador?

Obviamente tendrá que haber una continuidad de lo que hacía el maestro Daniel Cruz, el encargado de la orquesta. De los cambios que vaya a haber en la sinfónica, solos se irán dando, pero por principio de cuenta debe haber una continuidad, yo no voy a la sinfónica a correr gente. No. No quiero prometer nada, pero sí me quiero meter mucho en los sueldos, que están demasiado bajos. También invitar a mis amigos, compañeros, todos los que están en Oaxaca y pasan desapercibidos, mis amigos directores, solistas, compositores, directores de coro. Todos tienen apertura para la programación de la OSO.

Usted dice que no quisiera prometer nada, pero hay cosas que le gustaría hacer

Es que el verbo prometer debe de buscarse con otro verbo: a mí me gustaría que la sinfónica tuviera buenos sueldos, me gustaría que creciera a unos 70 u 80 músicos, me gustaría meter el decreto para que se haga la orquesta con un sueldo “X”, con unas horas “X” de trabajo… sus instalaciones propias, todo propio. Obviamente no me va a dar tiempo en un año, pero me gustaría dejarlo ya encaminado.

Pero vuele a una orquesta con la que había estado y que es hermana de otras instituciones musicales del Estado…

Sí, el papá sigue siendo el mismo: la Secretaría de las Culturas. En la Banda de Música decía que tenía un papá que se llama Secretaría de Cultura y no nos podíamos mover solos; siempre bajo una programación. Ojalá que la apertura del Teatro Alcalá y del Teatro Juárez den todas las facilidades. Yo empezaría a laborar hasta el 2 de enero, tengo compromiso hasta el 31 de diciembre con la Banda de Música, no puedo adelantar nada; sería un error irme a sentar ya al Teatro Juárez.

¿Y cómo cree que queda la Banda de Música tras su salida?
Es como si me fuera a otro estado y parte mi camión; atrás se quedó lo que se quedó. Lo que sí puedo decir es que se hizo un buen trabajo; llegó a sonar muy bonito, no es que ya no suene, suena muy bien, pero eso costó conocimiento de música, coraje, tiempo, me dio experiencia. Me dio todo –musicalmente hablando- la Banda de Música. Y ahí está, creo que ya tiene al sucesor la Seculta; no puede dejarla así.

¿Cuáles son los compromisos que quedan con esta agrupación que ahora deja?

Tenemos dos conciertos, el del 24 y el concierto del 31. Esos dos conciertos y ya. Me estoy despidiendo de los músicos poco a poco.
Eliseo Martínez es un músico oaxaqueño que se inició en este arte desde niño, a la edad de siete años. A los 15 se fue al Conservatorio Nacional y años más tarde estudió órgano en el Instituto Pontificio de Música Sacra en Roma, Italia. Ha sido profesor de solfeo en el Conservatorio Nacional de Música, director de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, asesor musical y fundador de la Orquesta Primavera, fundador y director de la Orquesta Sinfónica de Oaxaca, a la que ahora vuelve. También fue fundador de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México. Por 23 años, dirigió la Banda de Música del Estado de Oaxaca, de la que ahora se despide.


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