Ante los muros que dividen las clases sociales y protegen los intereses mundiales, el deporte sigue siendo uno de los elementos con más penetración, una nave para alcanzar el éxito cuando la perseverancia va por delante.

“En Huajuapan y en la Mixteca hay deportistas que sueñan en grande, necesitamos apoyo pero todo se puede lograr creyendo”, comenta Alondra Acevedo Santiago, originaria de Huajuapan de León y estudiante del grado 11 en la Cascade High School en Leavenworth, Washington D.C.

Sin saber nada del deporte, a los seis años, Alondra comenzó a jugar en un equipo de basquetbol de la ciudad, poco a poco su gusto comenzó a crecer. A los 11 años su padre era su mayor inspiración, iba a todos sus partidos para poyarlo con la ilusión de un día ser como él.

En 2015 tuvo la oportunidad de viajar a Estados Unidos con el apoyo de sus padres para poder continuar con su formación académica. En ese tiempo conoció el softbol y logró dos premios al jugador más valioso al participar en diferentes torneos internacionales y estatales con el equipo femenil de basquetbol.

“Jugando basquetbol pude conocer Orlando Florida y Boston. Participando con un equipo de Huajuapan me di cuenta el alto nivel que hay en Estados Unidos. Una vez en Springfield Massachusetts en compañía de mi mamá observaba unas canchas y en ese momento me puse una meta de luchar por pertenecer al equipo de la escuela”, cuenta.

Mencionó que al entrar a la Cascade High School en Leavenworth, el obstáculo más difícil fue aprender el idioma, pero sacrificando el tiempo extra comenzó a dominarlo con el apoyo de maestros, compañeros y de Jesús Sandoval, el profesor de la clase de Inglés.

“Entre noviembre y febrero se realizaron las pruebas para poder pertenecer al equipo grande basquetbol de la escuela, tuve que pasar por grandes entrenamientos y malos días porque aún no dominaba el idioma. Sin pensarlo el entrenador vio mi potencial y me puso en el equipo grande. En el equipo de Soccer el primer año quedé en el equipo menor, pero al siguiente me esforcé y pude colocarme en el primer equipo”, expresa.

Durante los últimos tres años Alondra ha jugado softbol en la Cascade High School y desde hace dos años pertenece al primer equipo de Kodiaks, el cual recientemente logró el campeonato distrital de liga y el sexto lugar en el campeonato estatal.

“Muchas veces pensamos en algo y pensamos que no es posible que se cumpla. Estamos mal, sólo es cuestión de esforzarse y dedicar más tiempo. Siempre habrá obstáculos y personas que no crean en ti. Cuando somos adolescentes hay muchas distracciones, muchas veces pude dejar de estudiar por irme a fiestas, pero no todo son drogas y alcohol. Algo que mis padres siempre me dicen es: sueña, pero sueña en grande porque no cuesta nada”, citó.

CONTRA LA DISCRIMINACIÓN

Alondra Acevedo señala que la discriminación es uno de los problemas más grandes en Estados Unidos, aunque en el poblado de Leavenworth viven muchas familias que tienen su origen en la región Mixteca, principalmente en Huajuapan, quienes hasta ahora la han cobijado, al igual que las familias americanas que ha conocido, sus compañeros de escuela y maestros.

“Yo les diría a todos los deportistas que luchen y que si desean salir a otros estados o países no hay que conformarse con sólo jugar en las ligas de Huajuapan. Mucho tiene que ver la relación con tus padres. A veces tenemos miedo, pero es mejor aventarse y decir yo quiero hacerlo. Se puede fracasar pero intentando y al superarnos las recompensas serán mejores”.

“Aquí el estudio va de la mano con el deporte, tienes que tener A, B y C para poder jugar porque si en alguna clase tienes D, te suspenden de los entrenamientos, no te puedes ir a la cancha o al campo hasta que subas tu calificación. Es algo muy importante el combinar las dos cosas, para mí son mis dos prioridades más grandes; competir y ganar, pero también tener buenas notas”.

El 2018 es el último año que Alondra estará en la Cascade High School. Espera conseguir una beca en otro colegio, aunque su ilusión más grande es regresar a Huajuapan, estudiar fisioterapia, seguir jugando y poner su propia clínica de basquetbol.