Análisis de sangre y qué tan seguido deben hacerse
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Salud

Análisis de sangre y qué tan seguido deben hacerse

Cuando el médico solicita un análisis de sangre de rutina está buscando signos de ciertas enfermedades que resultan más frecuentes para cada edad.


Análisis de sangre y qué tan seguido deben hacerse | El Imparcial de Oaxaca
Foto: Internet.

Si bien muchas personas consideran que no es necesario hacerse un análisis de sangre porque están sanas, es justamente esa la razón. Los exámenes sanguíneos se solicitan de rutina para detectar patologías con el tiempo suficiente para tratarlas.

Hay componentes de nuestra sangre que pueden manifestarse alterados antes de que aparezcan los síntomas. Eso genera una ventaja enorme para el tratamiento preventivo y evita complicaciones a futuro.

Cuando el médico solicita un análisis de sangre de rutina está buscando signos de ciertas enfermedades que resultan más frecuentes para cada edad. Y si el paciente tiene ya alguna enfermedad crónica, el análisis rutinario le permite al profesional controlar la evolución y la eficacia del tratamiento instaurado.

Se utiliza la sangre como medio para conocer el estado interno del cuerpo por la rapidez de las pruebas y su fácil accesibilidad. Los laboratorios tienen amplia distribución, el costo del grueso de los análisis es soportable y está probada científicamente su utilidad.

Por regla general, para las personas que se consideran sanas, sólo es necesario hacerse un análisis de sangre anual. En cambio, para pacientes con enfermedades crónicas será necesario acortar ese período, sobre todo en el inicio de los tratamientos.

¿Qué se observa en un análisis de sangre?

Cuando hablamos de análisis de sangre estamos refiriéndonos a la realización de exámenes bioquímicos sobre el tejido sanguíneo. La sangre es un tejido líquido del cuerpo que recorre el sistema circulatorio a través de las venas y las arterias.

Si bien es líquida, la sangre está formada por dos grupos de componentes:

Sólidos: la parte sólida de la sangre se conoce también como elementos formes. Aquí podemos mencionar a los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas.

Líquidos: la parte líquida de la sangre es el plasma sanguíneo o suero.
hacerse un análisis de sangre

Los análisis de sangre se indican rutinariamente para determinar si hay signos de enfermedad. También se realizan para evaluar la evolución de enfermedades ya existentes.

Algunos análisis bioquímicos se concentran en la parte sólida de la sangre y analizan sus células. El recuento de glóbulos rojos, por ejemplo, determina cuántas de estas células están presentes en una determinada cantidad de sangre. También se pueden contar la cantidad de glóbulos blancos y la cantidad de plaquetas.

Sobre la parte sólida se puede saber también la forma al mirar por el microscopio. Los glóbulos rojos pueden ser más o menos grandes, con deformidades o con límites particulares que señalan la presencia de alguna enfermedad.

En la parte sérica o líquida el laboratorio tiene infinidad de parámetros para medir. Lo más habitual y rutinario es medir la concentración en el plasma de azúcar, de creatinina, urea, ácido úrico y lípidos. También se puede medir la concentración de iones como el sodio, el magnesio y el potasio.

Al hacerse un análisis de sangre, la persona puede recibir información sobre la concentración hormonal en su cuerpo. Es habitual que se solicite el perfil tiroideo para conocer la cantidad de hormonas producidas por la tiroides.

Y no menos importantes son las serologías, donde el laboratorio busca detectar la presencia de enfermedades infecciosas o, indirectamente, la presencia de anticuerpos contra esas enfermedades.

¿Qué se solicita a cada edad?

Para cada etapa de la vida se han establecido ciertos análisis de sangre que se consideran de rutina. Es decir que el profesional médico, en base a la edad del paciente, se orienta sobre cuáles serían los exámenes bioquímicos más adecuados.

Estos protocolos se han fijado mundial y nacionalmente en base a las enfermedades más frecuentes para cada edad. Se supone que realizando estos rastreos a la población general se detectan a tiempo la mayoría de las enfermedades que causan muerte o alteran la calidad de vida.

Entre los 20 y los 35 años

Si bien es la edad que en general menos enfermedades presenta, resulta fundamental el rastreo anual para prevenir complicaciones futuras. Lo que se detecte a tiempo aquí será de fácil tratamiento.

La rutina de laboratorio para este grupo etario incluye hemograma, funcionamiento del riñón, estado del hígado, azúcar en la sangre y el perfil de los colesteroles –bueno, malo y triglicéridos.

Embarazadas

Durante la edad fértil de la mujer puede producirse una gestación. Esta es una situación particular que requiere análisis específicos para ese momento, y para cada uno de los trimestres del embarazo.

Las rutinas de control de embarazo indican a la mujer hacerse un análisis de sangre, al menos una vez por trimestre, para medir lo habitual más el rastreo de infecciones que pueden afectar el feto, como la toxoplasmosis, la sífilis, la hepatitis B y el SIDA.

Desde los 35 a los 55 años

Este grupo etario necesita intensificar sus controles, ya que después de los cuarenta años aumenta la prevalencia de enfermedades crónicas en la población. Los análisis de sangres se combinan con pruebas de imágenes, como la mamografía; con pruebas de anatomía patológica, como el Papanicolaou; y con pruebas invasivas, como la colonoscopía.

Generalmente los médicos añaden a los análisis comunes el rastreo de alteraciones hormonales, sobre todo en las mujeres que ingresan a la menopausia.

Después de los 60 años

Para la tercera edad la prevalencia de enfermedades es mucho mayor. Muchas personas mayores de sesenta ya padecen alguna enfermedad crónica, y en ellos es preciso hacerse un análisis de sangre antes de que pase un año del último.

Para cada edad existen análisis específicos de rutina. Con estos puede determinarse si la persona está desarrollando enfermedades que son frecuentes en la etapa que atraviesa.
Sigue leyendo: 6 consejos para ayudar a un adulto mayor a sobrellevar una enfermedad

En conclusión

Hacerse un análisis de sangre es parte de la rutina de control de una persona sana. Si se padece una enfermedad, con mayor razón será necesario someterse al examen bioquímico con regularidad para evitar avances de la patología.

Realizando una consulta médica, el profesional sabrá qué solicitarte de acuerdo a tu edad y a tus condiciones físicas. Recuerda que un análisis a tiempo puede detectar problemas graves y evitarte situaciones irreversibles sobre tu salud en el futuro.