Los factores que activan el fuego labial o herpes labial
¿Sufres de fogazos con frecuencia? Estas podrían ser las razones
El fuego labial o el herpes labial causa una lesión en los labios conocida comúnmente como “fogazo” y puede ser muy molesta, ya que produce mucha comezón y ardor. Si sufres constantemente de este problema, te decimos los factores que activan el herpes labial y cómo evitarlo.
Conocer las causas que facilitan que el virus que causa esta lesión se active, puede ayudar a evitarlos.
Fuego labial o herpes labial
De acuerdo al Dr. Jason Sluzevich, experto en Dermatología de Mayo Clinic en Jacksonville, Florida, los fuegos labiales son producto del virus del herpes simple.
El virus normalmente se transmite por contacto de piel a piel y una vez que alguien se expone a él, permanece en el cuerpo de esa persona por siempre.
Después de la infección inicial, el virus se desplaza a los nervios, donde yace en estado durmiente, aunque puede despertar periódicamente. Por lo general, algo provoca el despertar del virus y eso deriva en la aparición de los fuegos labiales.
Aunque no existe cura, los medicamentos antivirales ayudan a que los fuegos labiales cicatricen más rápido y pueden reducir la frecuencia con la que reaparecen.
El fuego labial es una ampolla pequeña y llena de líquido o, con mayor frecuencia, un grupo de ampollas que normalmente aparecen en o sobre el labio. Estas ampollas se secan rápido y forman una costra.
Un día o dos antes de producirse el brote, puede haber una sensación de ardor, comezón u hormigueo en la zona donde el fuego terminará apareciendo en la piel.
Factores que lo detonan
Los desencadenantes comunes que llevan a la aparición de los fuegos labiales son:
El estrés
Una enfermedad como gripe o influenza
La exposición a la luz solar, al viento o a otros elementos
Un corte o una herida en la piel
Un cambio en el sistema inmunitario
Cambios hormonales
¿Cómo mejorar las molestias?
La mayoría de los fuegos labiales cicatrizan por sí solos en el transcurso de un par de semanas, pero cuando molestan mucho, el doctor podría recetar un analgésico.
Aplicar una compresa fría o chupar trocitos de hielo también puede ayudar para reducir al mínimo el ardor o la comezón.
Asimismo, hay que disminuir el consumo de alimentos que irritan los fuegos labiales, como la comida salada o picante y los productos ácidos, como los tomates y las frutas cítricas.
Además, aplicar vaselina en los fuegos y la piel circundante puede ayudar a disminuir la sequedad y el agrietamiento.
A fin de reducir el tiempo de duración de los fuegos labiales y aliviar los síntomas, el médico podría recetar un ungüento antiviral, la cual podría tener más efecto cuando se aplica ante el primer hormigueo u cualquier otro síntoma que indique que los fuegos labiales están formándose.
Sin embargo, el efecto del fármaco es limitado, pues solamente reduce la duración de los síntomas en pocas horas.
Consejos para evitar contagios
Si tus fuegos labiales continúan por más de 2 semanas o siguen reapareciendo, consulta a tu médico o dermatólogo para que te hagan una evaluación. Ellos te recomendarán el tratamiento con un medicamento antiviral en forma de pastilla, pues los antivirales orales acortan la duración del brote entre uno y dos días.
En caso de que padezcas eccema o que tu sistema inmunitario esté debilitado, posiblemente tengas propensión a infecciones y complicaciones más serias, debes consultar con un proveedor de atención médica.
De igual manera, ve al médico para recibir tratamiento si aparece algún fuego cerca de los ojos o en la punta de la nariz.
Para impedir la diseminación del virus del herpes mientras tengas los fuegos labiales, evita besar a toda persona y otro contacto de piel con piel.
Mantén separados todos tus artículos personales, como toallas y bálsamo labial, para que las demás personas que viven contigo no se contagien durante este tiempo. No compartas los cubiertos, ni las tazas ni ninguna pieza de la vajilla.
Aplica en los labios algún bálsamo con protector solar de amplio espectro para proteger la piel y reducir la posibilidad de más brotes.
Por último, las técnicas para aliviar el estrés también pueden ayudarte a reducir los brotes.
