Migrantes ya no salen en busca del "sueño americano"; huyen de la violencia
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Migrantes ya no salen en busca del “sueño americano”; huyen de la violencia

Los migrantes ya no se van en busca del sueño americano a Estados Unidos, se van para escapar de la violencia en sus países y salvar su vida


Migrantes ya no salen en busca del “sueño americano”; huyen de la violencia | El Imparcial de Oaxaca

Tras coincidir que la desaparición de migrantes en territorio mexicano se ha agravado de forma alarmante, las integrantes de la Caravana de Madres de Migrantes Desaparecidos destacaron que en esta zona Veracruz y Tabasco son “focos rojos” en el tema, toda vez que hasta secuestros masivos han registrado en los últimos meses.

En ese sentido Ana Namorado, madre de Óscar Antonio Namorado un migrante hondureño desaparecido hace ya cinco años, dijo no tener confianza en las autoridades mexicanas que en vez de ayudar a encontrar a sus familiares buscan desaparecerlos de forma definitiva evadiendo una labor que es responsabilidad de las autoridades y no de los familiares que viajan en busca de sus seres queridos.

Asimismo señaló que los migrantes centroamericanos no salen de sus países porque así lo quieran, sino que son obligados por la violencia y circunstancias adversas que viven ahí, “ya no van en busca del sueño americano, salen de Honduras, Nicaragua, El Salvador y Guatemala porque en esos lugares se vive una situación insoportable y lo que buscan los migrantes es salvar la vida”.

En ese mismo tenor la coordinadora de el Movimiento Migrante Mesoamericano, Marta Sánchez Soler, enfatizó el fenómeno de la desaparición forzada es de lo más cruel y perverso debido a que las familias de las víctimas no pueden dar carpetazo, no pueden cerrar un duelo y sus vidas quedan varadas en el limbo.

Explicó que no es posible llevar una estadística de los casos de desapariciones de migrantes ya que cuando menos cada organización que viene representada con las madres tiene cientos de desaparecidos en Centroamérica, en cada lugar donde acuden hay al menos 200 casos.

“Hay estudios de la CNDH que hablan de 22 mil secuestros al año, pero esos sólo son los que están registrados, por lo que es muy difícil que se puedan conocer en realidad en cuanto a número de migrantes en esta situación se refiere”.

Indicó que los estados más peligrosos en el tema de secuestros y desapariciones son Veracruz, Tabasco, Coahuila y Tamaulipas que conforman la ruta del migrante y donde según se han establecido estadísticas se tiene conocimiento de que hay entre 70 y 120 mil migrantes desaparecidos en México.
Asimismo precisó que en la entidad veracruzana es Coatzacoalcos el municipio que más situaciones de secuestros y violencia contra migrantes registra, sin que hasta la fecha se haya podido frenar por parte de las autoridades.

Precisó que en estos tiempos el flujo de migrantes baja en este tiempo de fin de año, pero es muy probable que muchos migrantes hondureños posiblemente se internen en el territorio mexicano debido a la situación política que vive ese país.

En voz de las madres, Ana Enamorado, quien lleva cinco años buscando a su hijo, aseguró que los países de Centroamérica viven una grave violencia donde mujeres y niños tienen que migrar, porque de lo contrario serán asesinados.

“También ellos tienen derechos, y queremos que sean respetados, nuestros hijos ya no salen por voluntad, ya no soportamos la violencia tan fuerte que hay en nuestros países, no podemos vivir así”.

Al tomar la voz, Marcela Zurita, del Colectivo Solecito, expresó su solidaridad con las madres, y aseguró que en cada búsqueda también buscan a los migrantes desaparecidos, pues las une un dolor en común.

Aprovechó la voz para decir que en la búsqueda en penales han encontrado a varios migrantes centroamericanos y han realizado una pequeña base de datos que compartirán con las madres que integran la caravana.

Este martes, las madres centroamericanas con la foto de su hijo colgada al cuello, llegaron hasta el comedor de Las Patronas, en Amatlán de los Reyes, donde fueron recibidas con aplausos.
Ahí el primer reencuentro fue con Jimmy Walter Luna, y su madre idilfonsa Díaz, ambos de Nicaragua, quienes hace tres años no se veían.

El segundo encuentro fue el de Catalina Robledo con su hijo Raymundo, tras 22 años de no verse.

Este año 56 madres y familiares procedentes de Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua, integran la caravana que recorrerá cuatro mil kilómetros visitando 22 estados del país.


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