Investigan feminicidio; la agredieron a machetazos en Quialana, Oaxaca
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Investigan feminicidio; la agredieron a machetazos en Quialana, Oaxaca

Las hipótesis apuntan a que fue agredida por su pareja en una discusión motivada por los celos; el agresor escapó tras el ataque


Investigan feminicidio; la agredieron a machetazos en Quialana, Oaxaca | El Imparcial de Oaxaca

Yolanda falleció en la Sala de Urgencias del Hospital Doctor Aurelio Valdivieso en los momentos que recibía atención médica después de ser agredida a machetazos en la población de San Nicolás Quialana; se rumoró que su esposo la atacó en una discusión por celos y después escapó.

Investigaciones preliminares establecieron que la agresión ocurrió a las 11:00 horas, cuando Yolanda, de 38 años de edad, se dirigía a su domicilio en la población San Nicolás Quialana, perteneciente a San Pablo Huixtepec.

Testimonios extraoficiales aseguran que al caminar en el camino a las presas, a su paso le salió su esposo, con el que empezó a discutir.

La pelea subió de tono, ya que el hombre protagonizó una escena de celos y reaccionó violentamente, golpeándola.

Ante los gritos de la mujer que solicitaba ayuda, el hombre molesto sacó su machete y la hirió en la cabeza.

Con la herida mortal, la mujer cayó al suelo y enseguida se comenzó a formar un charco de sangre a su alrededor.

Gritando, le suplicaba que no la lastimara más, pero el hombre no escuchaba razones.

Al verla tirada boca arriba, la remató con un machetazo en el estómago, por lo que quedó bañada en sangre.

Cuando se dio cuenta de lo que acababa de hacer, guardó el machete y se quedó ahí por una fracción de segundos, enseguida, escapó del lugar sin que nadie se atreviera a detenerlo.
Los vecinos, que habían escuchado los gritos de la mujer salieron a auxiliarla y no se arriesgaron a seguir al agresor por miedo a ser atacados, ya que observaron que estaba fuera de sí; en cambio, llamaron a una ambulancia.

Minutos después, paramédicos llegaron al lugar y le brindaron atención prehospitalaria a la mujer. Diagnosticaron que sus lesiones eran de gravedad, por lo que la trasladaron de inmediato al Hospital General Doctor Aurelio Valdivieso, donde quedó internada.

Horas más tarde, cuando la mujer recibía atención médica debido a las lesiones que sufrió, falleció. Los médicos ya nada pudieron para salvarla.

Uno de los encargados del servicio social avisó a la autoridad ministerial de la muerte violenta, por lo que agentes estatales de investigaciones se trasladaron al hospital, donde iniciaron las primeras diligencias concernientes a la carpeta de investigación iniciada por el delito de feminicidio.

Casi enseguida se encargaron de que el cadáver fuera llevado al anfiteatro de la ciudad para la práctica de la necrocirugía con el protocolo con enfoque de género que practicará el perito médico forense.
Se estudia que las heridas realizadas se realizaron con la finalidad de generar sufrimiento, así también, los agentes investigadores interrogan a familiares y amigos para saber si existían antecedentes o indicios anteriores de amenazas, acoso o maltrato.

Apenas el domingo, Yolanda publicó, “quédate con quien conozca lo peor de ti, te acepte, te ame, reconozca tus atributos y te ayude a ser mejor cada día”. Tres días antes, una imagen que rezaba, “yo sólo quiero estar a tu lado, no importa el lugar, el mundo es hermoso cuando estoy contigo” y el pasado 3 de noviembre, “nunca olvides lo importante que eres para mí”; sin embargo, parece que el receptor lo olvidó demasiado pronto.

Sustento legal

Por respeto a la dignidad de la persona, base fundamental de los derechos humanos, que implica el respeto al recuerdo e imagen de las personas, se evitará fotografiar o videograbar el cuerpo de la víctima en los feminicidios, salvo para efectos periciales o de investigación y deberá tomar las medidas necesarias para evitar, en la medida de sus posibilidades y en atención a las circunstancias existentes, que terceras personas lo hagan.

El tratamiento degradante del cuerpo de la mujer después de la privación de la vida, ha sido una constante en los feminicidios, lo cual implica una saña o crueldad.


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