Lo matan de un balazo en Salina Cruz, Oaxaca

Mediante el número de emergencia alertaron que se escuchó una detonación de arma de fuego en el callejón Arcadio G. Molina, en la vía San Blas Atempa; más tarde, informaron que vieron a un hombre matar a otro a balazos.

Detallaron que el ataque ocurrió en la noche y por la penumbra, no pudieron ver todo a detalle.

Los vecinos dijeron que escucharon la detonación de arma de fuego y temerosos de salir de sus hogares por temor a encontrarse con algún demente o borracho que anduviera por el lugar con pistola en mano, decidieron no salir.

Cuando se asomaron solo vieron la silueta de una persona que corría rumbo al cerro.
Acto seguido hicieron el llamado de la Policía Municipal vía telefónica para reportar que se escucharon el disparo de arma de fuego.

Dicho reporte causó una fuerte movilización y acudieron al lugar para verificar la información.

Los uniformados se encontraron el cadáver en el suelo, con un impacto de arma de fuego a la altura de la cabeza por lo que procedieron a resguardar la zona.

Al lugar arribaron de inmediato socorristas, quienes revisaron el cuerpo y dijeron que ya nada se podía hacer.

Para ese tiempo, la escena de intervención se encontraba rodeado por vecinos curiosos.

Cuando vieron el cadáver se percataron de que se trataba de su vecino Víctor.

Los vecinos repitieron a las autoridades que tuvieron miedo de salir, “escuchamos la detonación pero que no salimos hasta que llegaron ustedes, ahorita nos estamos dando cuenta que se trata de Víctor, nuestro vecino”.

Las autoridades no descartan la idea de que el agresor, una vez cerca, sacó su arma de entre sus ropas y sin mediar palabra le disparó a la altura de la cabeza, para después escapar rumbo al cerro.

El cadáver quedó en el lugar en espera del arribo de personal de la Agencia Estatal de Investigaciones.

Posteriormente, los agentes investigadores realizaron la inspección ocular y al terminar, se encargaron de que el cuerpo fuera llevado al anfiteatro para que el médico legista se hiciera cargo de la práctica de necrocirugía.

Esperaban que familiares acudieran a las oficinas para identificar legalmente el cadáver y pudieran aportar datos que lleven a esclarecer lo sucedido.