Lo torturan, lo ejecutan y lo dejan en un basurero en Suchilquitongo, Etla

Con un balazo en la cabeza y un mensaje, fue localizado el cadáver de un hombre en un paraje utilizado como basurero de la comunidad de Suchilquitongo, Etla.
El cuerpo fue localizado la mañana de ayer por pobladores, quienes enseguida lo hicieron del conocimiento a las autoridades del pueblo.

Tras constatar la información, policías municipales acordonaron el área y alertaron a personal de la Fiscalía General del Estado.

A simple vista se veían huellas de violencia en el cuerpo, indicaron policías que hicieron el arribo como primer respondiente.

La víctima aparentaba una edad de 30 años, complexión robusta y se le apreciaban varios tatuajes.

Al área acordonada llegaron más tarde elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI), así como peritos en balística, fotografía y planimetría, entre otros.

Durante la inspección ocular las autoridades indicaron que no se le encontró al finado entre sus ropas algún documento de posible identidad y por ello fue llevado al anfiteatro de la ciudad, ubicado en San Bartolo Coyotepec como NN (No Nombre)

Las autoridades certificaron que el hombre tenía una lesión mortal producida por arma de fuego en la cabeza, así como un mensaje escrito en una cartulina, la cual fue colocada en el pecho.

“Esto le pasó por chapulín y ratero atentamente vieja escuela CDG”, se leía en el recado.

Por este mensaje, muchos curiosos y algunos policías presumen que podría tratarse de personas vinculadas con la delincuencia organizada.

Para un mando policial, nada preciso y no descarta en que también podría tratarse de un crimen con tintes diferentes pretendiendo darlo a conocer, con este tipo de mensajes, como actos del crimen organizado.
Anoche, agentes rastreaban datos que podrían llevar a la identificación de la víctima en registros de personas que en los últimos días ha sido reportadas como desaparecidas.

Al correrse el rumor sobre la localización del cadáver, vecinos de Suchilquitongo y pueblos circunvecinos se alarmaron.

Algunos, aprovechando la presencia de policías estatales y de investigación, llegaron a pedir mayor vigilancia en la zona, sobre todo a orillas de carreteras donde abundan cantinas y continuamente se escuchan escándalos.

“Pues ya tenía rato que no teníamos este tipo de denuncia, da miedo, cada cosa que pasa, a veces son personas que no son del pueblo, pero de todos modos causa temor”, comenta una señora que es invitada por policías a retirarse del lugar.