Trabajaba en toma clandestina y le arrancan la vida
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Trabajaba en toma clandestina y le arrancan la vida

Este crimen ocurrió en la sindicatura de Culiacancito, y el cuerpo se localizó la mañana de ayer


Trabajaba en toma clandestina y le arrancan la vida | El Imparcial de Oaxaca

Entre las tomas clandestinas de gasolina de Petróleos Mexicanos (Pemex), le quitaron la vida a un hombre, quien al parecer hacía un hoyo nuevo.

Este asesinato ocurrió a la orilla de la carretera que conduce del campo deportivo de la sindicatura de Culiacancito a la Agrícola Jama. En este lugar, semanas atrás se registró un fuerte incendió, el cual duró varias horas.

MUERTE

Ayer por la mañana, bocarriba y con la cabeza en un pozo seco, fue encontrado el cadáver de un hombre, el cual tenía varios impactos de bala en la cabeza. En ese pozo, que semanas atrás tuvo combustible, ahora tenía sangre. La víctima se trataba de una persona que no rebasaba los 40 años de edad, era de tez morena, complexión delgada y cabello negro; por su apariencia, se miraba de condición humilde. Vestía pants negros, camiseta roja con rayas blancas y tenis blancos sin calcetines.

A unos cuantos metros del cadáver, estaba una excavación poco profunda. Había una lámpara, una lata de cerveza sin abrir y una caja de cigarros, lo que hacía sospechar que este hombre fue asesinado durante la madrugada por la disputa de los pozos.

EVIDENCIAS

A la orilla de la carretera, pero hacia el lado del canal de riego, estaba una motocicleta negra vieja, en la cual se presume que llegó hasta el lugar. Todo indica que estaba haciendo un hoyo cuando fue sorprendido y asesinado. En el lugar se podían apreciar varias pisadas. Durante la mañana de ayer, mientras hacían el levantamiento del cuerpo, el olor a gasolina se podía percibir a varios metros de distancia.

Al acercarse a ver, algunos de los pozos tenían combustible y allí había utensilios hechos de galones de plástico, los cuales eran amarrados con bambú y usados para extraerlo. También había cubetas.

Mientras se hacia el levantamiento del cuerpo, llegaron militares y policías, pero quien no arribó fue personal de Pemex. Las ordeñas clandestinas quedaron abiertas y no fueron clausuradas ni reguardadas por las autoridades.


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