Asesinan a balazos a taquero en Juchitán

Siete impactos de bala recibió un microempresario que se disponía a cerrar las puertas de su establecimiento. Tras el asesinato comenzaron a circular dos versiones, un atraco violento o que se trata de una extorsión.
El grupo armado, al parecer, es el mismo que opera en la ciudad. Asesinó a sangre fría al comerciante cuando estaba afuera de su taquería. Se dijo que le exigieron una cuota para permitirle que siga operando.
El ataque ocurrió en las calles que conforman las esquinas de Libertad y Zaragoza, alrededor de las 00:10 horas de ayer cuando el dueño de la taquería, Isidro, de 45 años de edad, quien tenía su domicilio en la colonia Gustavo Pineda de la Cruz, llegó al local para cerrar las puertas.
Llegaron tres hombres armados, quienes después de hablar brevemente con el comerciante, le dispararon.
Reportes oficiales señalan que los presuntos delincuentes le exigieron el pago de derecho de piso a la taquería, por lo que Isidro los encaró, negándose a cooperar.
Ante la respuesta, sacaron sus armas y le dispararon, provocándole heridas de gravedad.
Al escuchar la balacera, vecinos salieron a auxiliar al comerciante, a quien llevaron al hospital general, donde falleció más tarde.
Elementos policiacos arribaron al sitio del ataque y se enteraron que el herido fue trasladado de manera particular a un centro hospitalario, por lo que fueron asignados elementos de la Agencia Estatal de Investigación para que se encargaran de realizar las pesquisas correspondientes en la escena del crimen.
Ante dicho acontecimiento, las autoridades dieron inicio a una carpeta de investigación por el delito de homicidio calificado.
El hijo del comerciante se encargó de la identificación legal del cadáver y dijo que su padre era originario de San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
Investigaciones realizadas por distintas autoridades señalan que la ola de violencia en la ciudad de Juchitán se debe a la existencia de integrantes de diferentes bandas delictivas, las cuales intentan imponer su propio sistema para poder mantenerse, como los denominados “derechos de piso” y amenazas por intentos de posibles secuestros a sus familias, entre otros.