Mujer mata a su hijo recién nacido de la peor manera

Un desgarrador caso de filicidio sacude al Reino Unido. Una mujer, identificada como Hannah Turtle, de 22 años y oriunda del norte de Gales, asesinó a su hijo recién nacido de la peor manera.

Turtle admitió en corte haber envenenado y asesinado a su hijo de sólo 7 semanas, tras administrarle antidepresivos en su biberón y sofocarlo. Sin embargo, luego justificó su acto diciendo que escuchó voces que le decían que era “una mala madre y que no merecía tener a su bebé”.

En su escalofriante testimonio, compartido por el periódico británico Daily Mail, Turtle confesó que en el lapso de diez días sofocó a su hijo James Hughes en tres ocasiones. La última le causó la muerte.

Según la declaración, Turtle tapó la boca y nariz del bebé, con la intención de que dejara de respirar, por primera vez en mayo de 2016, en la vivienda que compartía con su pareja Ian Hughes y su madre Kathleen, en la localidad de Shotton.

Tras el primer intento de asesinato, que puso azul al bebé por la falta de oxígeno, los paramédicos asistieron al pequeño en un hospital y lo dieron de alta. El día 3 de junio tuvo lugar el segundo ataque, que obligó a resucitar a James, pero nuevamente no sospecharon de la propia madre.

Al regresar a su hogar el 6 de junio, a los tres días, la mujer llevó adelante el ataque final, pese a que el bebé se resistió, no pudo con la fuerza destructiva de su madre y murió. Al concluir con su crimen, la mujer se dirigió al baño y al regresar fingió sorpresa al encontrarlo sin signos vitales.

El niño James sufrió daño cerebral por la falta de oxígeno y sangre y falleció en el hospital el día 13 de junio a los 58 días de vida.

La defensa de la madre asesina asegura que esta sufría de depresión post parto y que, a pesar de no sufrir una enfermedad mental, Turtle mostró signos de un trastorno de personalidad. Por su parte, el juez Lewis, que está a cargo del caso, adelantó que espera una pena capital por homicidio.