Historia de vida: Se impone la ley del "amor"
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Historia de vida: Se impone la ley del “amor”

Insultos, golpes, denuncia, audiencia, pero a final de cuentas deciden seguir “amándose”.


Historia de vida: Se impone la ley del “amor” | El Imparcial de Oaxaca

De vez en cuando Gabriel y Argelia se ven de reojo mientras el fiscal acusa, el defensor concierta y el juez analiza un caso de violencia familiar y lesiones, un caso en el que Gabriel fue vinculado a proceso mientras Argelia soltaba en llanto al recordar los malos tratos. A final de cuentas deciden no ajustarse a medidas cautelares, porque hasta este mes del Amor y la Amistad siguen juntos, porque llegaron juntos en su auto a la audiencia de acusación y porque piensan seguir juntitos en su ‘nidito de amor’.

La historia.

Hace como 10 años Argelia conoció a Gabriel, fueron novios durante tres años hasta que decidieron vivir en unión libre, en Agosto de 2012, recuerda la ahora víctima. En aquellos tiempos se fueron a vivir a la casa de Gabriel, en avenida Ferrocarril, donde procrearon a dos niños. Antes de esta relación Argelia tuvo una hija.

En los siguientes 3 meses no había problemas, él la trataba bien al igual que a su hija, pero de pronto Gabriel comenzó a cambiar, desconfianzas, celos excesivos, insultos y golpes.

El 19 de noviembre de ese año, Argelia estaba hablando por teléfono celular cuando llegó Gabriel y comenzó a insultarla, para luego darle los primeros golpes. “Eres una p…eres una p…”, le gritó, mientras le tumbaba un diente. Argelia no quiso denunciar el caso en esa ocasión, porque posteriormente Gabriel le volvió a hablar bonito y le aseguró que no volvería a suceder, que iba a cambiar. Sin embargo, no fue así, al contrario,  los insultos y golpes continuaron. En octubre del año pasado ocurrieron las agresiones más fuertes.

Eran las 23:30 horas del 7 de octubre cuando Argelia y su hija llegaron a su casa, Gabriel las esperaba con una sarta de insultos. “Te pasas de p…no dijiste que ibas a salir, las dos me salieron p…”. “Tu hija es tu pinche tapadera”, y enseguida los golpes.

Argelia quiso ingresar a su cuarto, pero fue alcanzada por una patada en la espalda. Gabriel se adelantó al cuarto y le quiso cerrar la puerta, pero Argelia alcanzó a meter el pie y durante el forcejo fue nuevamente lesionada.
Los hijos se asustaron, la hija de Argelia corrió a pedir apoyo a sus abuelos paternos y a la policía. Oficiales de Santa Lucía del Camino llegaron, pero a decir de ellos no podían hacer mucho, pues tenían que contar con alguna orden para arrestar al hombre. “Ya vez como no me hacen nada, tú y la policía me la p…”, dijo Gabriel aquella noche.

Días antes, el 3 de octubre, a las 18:30 horas Argelia y su hija salieron a la papelería a comprar unas láminas para la
tarea. Iban de regreso a su casa cuando sonó el teléfono celular. Era Gabriel.
“¿Donde chingada m…andas?”.”Si quieres andar de p… vete a la calle”. “A mí no me vas a ver la cara de pendejo”, fue el rosario. Durante la relatoría, Argelia suelta en llanto al recordarlo todo. Gabriel se echa hacia atrás de su asiento y le mira de reojo. Argelia se da cuenta y esquiva la mirada, pero al ratito le devuelve la mirada y hasta suspiran.

“Guardó silencio”.
En su intervención y a pregunta del juez si es su deseo declarar, Gabriel, asesorado por su abogada, decide no declarar, guardar silencio. Enseguida el fiscal solicita que el juez vincule a proceso a Gabriel, luego de dar a conocer que en la carpeta de investigación se cuenta con diversos datos de pruebas como la denuncia de la víctima, un dictamen médico y otro psicológico. Así también la declaración de la hija de la ofendida, una inspección ocular que realizó en su momento un elemento de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) y documentales de actas de nacimiento.

En el dictamen psicológico, el médico emitió haber valorado el estado emocional de Argelia, y asentó un estado de violencia psico-emocional, un estado de ánimo ansioso y temor anticipado a consecuencia de la violencia. Al otorgarle valor probatorio a estos datos de prueba, el juez determinó vincular a proceso a Gabriel.

Después de todo esto, las partes técnicas acordaron que solicitarían posteriormente la suspensión condicional y por ello no solicitaron ninguna medida cautelar, toda vez que hasta este momento salió a relucir que la pareja continua conviviendo bajo el mismo techo, que desde la denuncia el imputado no ha vuelto a agredir a Argelia, “prueba de esto es que llegaron juntos en su auto a la audiencia”, explicó uno de los abogados de Gabriel. Como exhorto únicamente porque esta medida no está prevista, el juez asentó que el abogado deberá exhortar a su defendido a conducirse con rectitud.

Finalmente, clausurada la audiencia de comunicación de imputación, Gabriel y Argelia salen por el pasillo, contentos, de ‘manita sudada’, mientras que el juez se re acomoda en su asiento, se pasa la mano por el cabello y suelta: “De qué se trata pues, usted denuncia, estamos aquí, pero vive con él. Así, qué chiste”


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