Dignidad y memoria histórica
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Toltecáyotl

Dignidad y memoria histórica

 


Ante las bravatas de cantina barata del presidente de EU, vemos dos formas diametralmente opuestas de enfrentar al Hitlersillo moderno, que delira en La Casa Blanca. La de China y la de México: “Responderemos resueltamente y lucharemos hasta el final”, advirtió el portavoz de la Cancillería china, GengShuang. “Tenemos 45 días para convencer a Trump”: Marcelo Ebrard Casaubón secretario de Relaciones Exteriores de México.
Analicemos la confrontación con inteligencia, sentido crítico y descolonizado. No caigamos en sitios comunes y cómodas respuestas. Tratemos de ir a la esencia y raíz del problema. No es válido decir que China es una potencia y México no lo es; porque Cuba, Vietnam y Afganistán a pesar de enfrentar al gigante agresor, lo han puesto en su lugar políticamente y hasta, lo han derrotado militarmente. No es el tamaño como podemos ver.
Que debemos tener buenas relaciones con el vecino del Norte. Canadá sigue teniendo buenas relaciones con EU, pero el primer ministro Justin Trudeau ha parado en seco en varias ocasiones al vecino brabucón, en la defensa de sus intereses económicos y políticos. Como se ve, no es la vecindad.
Qué es aquello, que desde 1824, ha hecho que los EE.UU., mantengan una falta de respeto, un permanente abuso y un desprecio cínico hacia el gobierno mexicano. La historia nos da las respuestas. Nada de lo que hoy sucede, es ajeno al pasado. Cuando se estudia y analiza el pasado se comprende mejor el presente y se puede atisbar hacia el futuro con mayor asertividad.
“MÉXICO ES UN PAÍS QUE NACIÓ SIN PUEBLO”. Ese es el punto. En efecto, en 1824 había alrededor de 6 millones de habitantes en lo que hoy llamamos equivocadamente México, porque por milenios se ha llamado Anáhuac. De ellos, cinco millones eran anahuacas monolingües, analfabetos que vivían atrincherados y en resistencia a la ocupación colonial y neocolonial, alejados totalmente del mundo de “la gente de razón”, solo había 40 mil peninsulares quienes tenían todo el poder económico, actualmente son tan solo 17 familias las que tienen el dinero para pagar la deuda externa y no se quedan pobres, como se ve, nada ha cambiado. Los demás eran “castas”, es decir, criollos, mestizos, africanos e indígenas que se habían mezclado, hoy les llaman “lumpen proletariado”.
Agustín de Iturbide, Lucas Alamán y Antonio López de Santa Anna, por nombrar a tres personajes de esos tiempos, eran el tipo de personas que “crearon el país”. Un país de criollos y solamente para criollos, en donde los hijos de los hijos de la civilización invadida y ocupada no contaban para nada, acaso solo para ser carne de cañón en sus constantes guerras fratricidas por arrebatarse el poder. Aunque eran la inmensa mayoría, no fueron tomados en cuenta para diseñar el nuevo país y siempre se ha gobernado sin ellos y contra de ellos. El despojo, la violencia y la injusticia siempre ha estado a favor del “hombre blanco”. Las leyes, las instituciones y las autoridades han sido hechas por criollos y para beneficio e intereses de los criollos. Ha existido un abismo entre “el pueblo” y los gobernantes, es decir, los dueños del dinero.
Un país de un puñado de criollos, ineptos, sumisos, acomplejados y sumamente corruptos, siempre serviles ante el extranjero y al mismo tiempo, inhumanos e injustos con el pueblo que desprecian y que les da de comer, en síntesis, un país sin pueblo, esto es lo que en verdad es México como país de un puñado de iluminados abusadores. Esta es la razón por la cual los gobernantes de E.U., siempre han despreciado a México, a sus gobiernos, sus gobernantes y su politiquería. Pero a diferencia de la elite de ideología criolla que desgobierna el país, los E.U., si conocen, respetan y temen al pueblo de México, porque, históricamente son los únicos que se les han enfrentado con éxito, la historia no miente.
Después de personajes tan opacos, ineptos y corruptos como Peña Nieto, Calderón o Fox, que encajan perfectamente en el perfil de político de ideología criolla, la gente de la 4T pareciera que “se aparecen”, a pesar de que el presidente pretenda darle otro sesgo a su equipo. Ya Ebrard Casaubón se evidenció con sus declaraciones. Pero qué decir de Monreal que le dijo al Dr. Edgardo Buscaglia, quien le presentó un proyecto para mejorar el tejido social, Monreal dijo que no era posible realizarlo porque “no se le puede dar tanto poder al pueblo”.
China es una civilización tan antigua como México. La diferencia es que en China gobiernan los chinos para los chinos y para mejorar su nación. En México, gobiernan los “euromexicanos de ideología criolla”, para hacer negocios y vender el país al mejor postor. Este “país” que invadieron y ocuparon sus ascendientes es solo un espacio, con humildes trabajadores e inagotables recursos naturales para hacer dinero. Más nada. Esa es la diferencia. Educayotl AC educar para el futuro con la sabiduría del pasado. www.toltecáyotl.org