Fácil destruir, difícil construir
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Fácil destruir, difícil construir

 


Dos investigadores de por vida a favor del medio ambiente estuvieron en la ciudad de Oaxaca de Juárez para compartir su experiencia y preocupación muy justificada porque las cosas no marchan bien como quisiéramos, pues hacen falta políticas públicas más eficientes, una visión más creativa y una toma de conciencia real y responsable para seguir construyendo instituciones y definiendo lineamientos de acuerdo con nuestras necesidades.
El miércoles pasado, en el Día Mundial del Medio Ambiente, la doctora Julia Carabias Lillo expresó no estar muy convencida de celebrar esta fecha pero habría que conmemorarlo con reflexiones y diálogos, porque las noticias no son tan fáciles a nivel mundial, nacional, estatal y regional. En ese mismo tono se expresó unos meses atrás el poeta y escritor Homero Aridjis, el 21 de marzo, en la víspera del Día Mundial del Agua, porque cada año mueren dos millones de personas en el mundo por falta del líquido indispensable y en México 9 millones de personas carecen de los servicios del agua.
Invitados por la Fundación Alfredo Harp Helú, ambos luchadores compartieron en el Centro Cultural San Pablo lo que han logrado en su intensa búsqueda de satisfactores y respuestas reales a las necesidades urgentes que enfrenta la humanidad, particularmente nuestro país. Desde luego, hay acciones en diferentes partes del mundo y en México para revertir los daños que los mismos seres humanos hemos causado y seguimos causando a la madre naturaleza, pero son insuficientes.
Carabias Lillo se refirió a una meta aspiracional que tienen la mayoría de los gobiernos y también los seres humanos de que no haya más pobreza en este mundo, que haya una justicia y economía equitativas e incluyentes, que todos gocemos de una libertad social, con una naturaleza conservada, pero cuán lejos estamos de poder conciliar estas posibilidades porque nos enfrentamos a fuertes intereses y contradicciones en los lineamientos oficiales y acciones humanas.
El desarrollo contemporáneo, apuntó, no puede ser desarrollo si no incorpora el tema de la sustentabilidad ambiental y para que ésta funcione realmente como tal necesitamos que los sistemas y servicios ecosistémicos existan y sigan funcionando realmente con total responsabilidad, no solamente para las generaciones actuales sino para las que nos sigan. Hay que reducir la vulnerabilidad ante los impactos negativos que sufre la naturaleza.
Ella se pronunció por una política basada en los derechos humanos, pero que éstos consideren el derecho a habitar un ambiente sano, así como las leyes establecen el derecho a la salud, a la educación, a la alimentación. Necesitamos introducir nuevas formas de gestión pública para garantizar el cumplimiento de los derechos ambientales.
Reconoció como un avance en la legislación mexicana las consultas públicas instrumentadas en defensa del patrimonio y los recursos naturales de los pueblos originarios, pero externó también su preocupación porque el tema de la sustentabilidad ambiental está desdibujado en el Plan Nacional de Desarrollo y es necesario trabajar más en ello, hacer los ajustes necesarios, aprovechar lo que se ha logrado hasta ahora y ha costado vidas; no destruir instituciones porque no es fácil construirlas.
Homero Aridjis señaló, por su parte, que en México nos hace falta una Ley General de Aguas actualizada, que garantice plenamente el derecho a vivir. El gran debate es sobre la privatización del agua donde sus promotores y defensores argumentan un sistema de mercados como único modo para distribuir el líquido, pero se ha comprobado en diferentes partes del mundo que la venta del agua en el mercado no satisface las necesidades de los pobres, va para quienes la pueden pagar.
Pero además existen en nuestro país cientos de conflictos locales por el agua en pueblos, ejidos, colonias y barrios. Las guerras por el agua son el futuro, advirtió. Las vamos a ver en todas partes y ahora hasta se habla de criminales que se meten en el control del agua. Justo en el Día Internacional de los Bosques, Aridjis manifestó que según datos de la Organización de las Naciones Unidas, los bosques todavía cubren la tercera parte del planeta y urgió acciones inmediatas para salvar la Tierra.
El ambientalista externó su desacuerdo con el Proyecto del Tren Maya, el cual calificó de suicida de la nueva administración federal. Hizo notar que vendrán tiempos difíciles si los gobernantes no toman medidas adecuadas y oportunas, si seguimos cayendo en contradicciones en el ámbito gubernamental.
Y nos mostró nuestra realidad: las cuencas, ríos y arroyos están contaminados, hay fugas enormes en la infraestructura hidráulica; la deforestación, el uso y abuso de sustancias químicas e industriales destruyen la ecología natural y peor aún nos damos el lujo de ser el principal consumidor de agua embotellada en América Latina.