Hablemos de las herramientas de la Guardia Nacional…

Verá usted amigo lector; del tan llevado y traído “asunto” de la Guardia Nacional- nosotros, los del tanque de ideas, entendemos que el éxito de esa partiría de la creación de doctrinas propias.
Por ello, quienes trazamos esta “columna” hoy nos daremos a la tarea de explicar cuál habrá de ser, desde nuestra mesa, la piedra angular de esta nueva Fuerza Armada; es decir, con detalle explicaremos lo que es una “orden”, ello desde un punto de vista castrense y con sentido axiológico; haremos eso valiéndonos de las siempre amables “alegorías”
Arturo Palma Coyotl es un cabo de la Policía Militar con dos años de servicio, recientemente fue invitado a sumarse a la Guardia Nacional; antes de tomar esa nueva ruta en su incipiente carrera militar Arturo buscó al sargento Primero de su compañía pues quería escuchar de él un consejo que sellara su decisión. Ya frente a Joe Sander’s (el Sargento Primero) Arturo le explicó el por qué justamente requería de su consejo.
-Quiero su opinión mi sargento, pues usted moldeó mi carácter y me convirtió en soldado profesional- y continuó.
-Sé que pude haber consultado con el sargento de mi pelotón, o con el teniente comandante de mi sección, más, el tema que me mueve va ligado a mi “espíritu de pertenencia a un cuerpo militar” y, eso lo aprendí de usted.
Sanders, conforme iba escuchando al joven soldado, fue cambiando la expresión de su cara, del rostro adusto cambió al curioso “ahchingá” para terminar colgando en su cabeza un gesto de “hermano mayor”… entonces habló.
-Pues verás mi cabo, yo definitivamente no te podré hablar de las leyes que apoyarán esta Guardia Nacional, mucho menos hacerte un comentario de los ires y venires de lo parlado en las “cámaras”; es más, no te podré explicar leyes recientes como -el uso de la fuerza por parte del estado- Arturo lo escuchaba con atención pues sabía que su sargento primero estaba por llegar al quid.
-Pero lo que te voy a decir, buscando que mi voz llegue a tus genes, es la piedra angular de toda Fuerza Armada, es más, te lo voy a explicar con tanto ahínco que tus hijos nacerán ya con la información en su DNA- la voz del sargento, aunque en volumen bajo, no dejaba de ser potente. -Más que hablarte de “disciplina” u “obediencia” hoy te voy a hacer saber lo fundamental de un ente humano dentro de un cuerpo castrense, te voy a hablar de “la orden”-.
-Como militar he de decirte que; una orden es un mandato legal que va de un superior a un subordinado; debe ser clara, concisa y precisa. Quien es el objeto de esa…orden… puede pedir inmediatamente una aclaración; ahora, quien da la orden tiene la obligación de “supervisar” que esa se cumpla a satisfacción-.
Así de simple es la explicación, más una orden es en sí misma “la energía vital que hace funcionar una organización” (empresa, policía y/o Fuerzas Armadas) una orden per sé, es la energía que hace caminar a un proyecto.
Coyotl ocupó solo algunos segundos para que en las panzas de su cerebro se regurgitara lo que había comido y saboreado, entonces se lanzó con otras preguntas.
-¿Y si la orden, para ser cumplida, genera un complicado y amplio procedimiento para poder cumplirla?- Sander’s inmediatamente le preguntó -¿cómo cuál?- Coyotl le devolvió la pregunta -la operación del “Desition Day” (6 de junio 1944)-
-Entonces y para ahorrarnos tiempo- respondió el Sargento- te recomiendo leas el “mensaje a Garcia” pues ahí encontrarás el espíritu de lo que es el esfuerzo y la iniciativa de “cumplir una orden”-
Así entonces es como nosotros, desde el think tank, quisimos tocar el tema de qué necesita esta naciente Fuerza Armada ¿Habrá más ideas que expresar?
Último patrullaje.- De mucho interés lo comentado por Daniel Gómez Tagle en lo que tiene que ver con el uso de la fuerza ya lo bajaremos a mesa y pizarrones.
Greguería.- ¡Bendito Dios que la “h” se metió en medio de tu nombre!, de no haber sido así seríamos hijos de una nutria, y pues, seriamos nutrias. Gracias Martha.
Oxímoron.- Orden del caos.
Haiku.- ¡Bendita sea tu libertad!
Tormenta de lluvia.
Tromba de paz.