Reflexión: la justicia, un re aprendizaje para nuestro tiempo
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Reflexión: la justicia, un re aprendizaje para nuestro tiempo

 


En ensayo sobe la impunidad he escrito sobre este tema que hoy lacera a nuestra sociedad mexicana. En el caminar de la Justicia, las civilizaciones hacen que sus Jueces, palidezcan por cada tropiezo que da la Justicia, los errores humanos, las guerras, los homicidios, las atrocidades cometidas en el mundo, hacen que la Justicia pierda el brillo, el resplandor que originariamente se concibió en su ropaje, en su faz inteligente y en su prontitud de atender al mundo.
La Justicia ha perdido su ropaje, los que la invocan y la aplican, muchos de ellos Togados u Operadores del Derecho, en cada acto humano han perdido humildad en el trato, calzan oro y visten ropajes diferentes al de las togas de prudencia, con sumas millonarias son investigados, parece ser que la soberbia se ha apoderado del mundo, la falta de sensibilidad en el trato con el humilde, se ha ido perdiendo, hay cada vez más sentido de comprar la justicia, de negociarla cada vez un poco más en el tiempo. Se extrajo de Pitágoras la noción de belleza como es la armonía y la proporción, la justicia era bella, armónica con los seres humanos, proporcionada, equitativa, se concebía armónica.
El juez, guarda la sensatez, la prudencia de aplicar la ley al caso concreto, y hay pocas almas valiosas que guardan ese antiguo resplandor por estudiar el vasto derecho, pero no hay ya hombres justos en la faz de la tierra que protejan con justicia la naturaleza, el mundo, a los miserables, a los desprotegidos, a los mancillados o a los que les son violados sus derechos humanos, hay millones de víctimas y entes que van sufriendo la amarga espera de la Justicia que no llega, por otra parte, la Justicia Social, nacida entre gritos de revoluciones y protestas ha ido muriendo lentamente.
Antes, cuando los seres humanos gustaban de las imágenes de la Justicia, esa Mujer que descalza, humilde, togada, sabia como Atenea, gustábamos de la balanza que equilibra la razón y las pasiones humanas, nos daba la idea o el ideal de esperanza y de fe al abogado, nos inspiraba en dar certidumbre a cada momento y la equidad en los labios de quienes pronuncian el derecho antes de aniquilar con sentencias bárbaras al justiciable, nos hacía creer en una Diosa Themis, como sagrada.
Entonces la verdad era bella, lo hermosamente bello era Justo, verdadero y cierto. Hemos caído en la fealdad de conceptos, confundimos la Justicia Social con la burda lucha de protesta, con el grito y la piedra lanzada o la quema de las instituciones. Por ejemplo, las reformas laborales no atienden el derecho de las trabajadoras, las fórmulas de las nuevas políticas públicas traducidas en reformas constitucionales no son tan garantistas o defensoras de nuestras riquezas naturales, ya explotadas lícitamente por extranjeros.
Justicia parece ser una palabra extraída de la poesía, pero aun así, en esta utopía de lo que llamamos Justicia, debemos construir nuevas utopías de Justicia. La Justicia es un ideal inalcanzable, fue concebido como concepto entre lo humano y lo divino con un criterio de certeza y razón que hoy ha desaparecido. ¿Cómo confiar en la palabra Justicia si hay homicidios a diario, feminicidios, violaciones a Derechos Humanos minuto a minuto que son el pan de cada día? Unas sociedad sin Justicia, no puede producir una civilización sana, la Justicia debe ser un atributo en las personas, como es la belleza, la honestidad, la bondad, la sola idea de tener Códigos, Leyes, Normas Constitucionales nos da la idea de que tenemos una sociedad con Justicia y vemos que no es verdad, que existe Impunidad en todos los sectores de gobierno y la vida social.
La Justicia ha alcanzado patrones de concursos de belleza, modelada por los medios masivos de comunicación, más entendida como modelaje de las Instituciones por premios dados por la Organización de las Naciones Unidas a México, que las que aclaran y dan Justicia a los muertos y familiares de Ayotzinapa, Guardería ABC, de violencia a las mujeres como sucede a diario en los medios masivos de comunicación, etc. “Los Jueces televisivos” dicen que está bien y que está mal en nuestro país, de la Justicia, ya son las palabras de León Felipe, signo de nuestro tiempo cuando citó: “…En un mundo injusto el que clama Justicia es tomado por loco. O Francisco de Quevedo que dijo: “Donde hay poca Justicia es un peligro tener la razón…”
La Reflexión sobre la Justicia, entraña que toda experiencia debe servir al crecimiento de las capacidades intelectuales, a las expresiones ancladas en valores sociales y familiares, al crecimiento de la persona en el desarrollo de inteligencias lógicas, verbales, valorativas, etc. Las escuelas no son de Justicia o de Jurisprudencia, sino de Derecho, deben formar auténticos seres humanos, en su Práctica Docente tienen una Misión y una Visión como institución educativa lejana a la Justicia, así como diversas estrategias pedagógicas de desarrollo intelectual y de materias que los alumnos deben desarrollar como escuela de Derecho, de negocios, no de Justicia.
En la Práctica Docente, el investigador, el maestro, el alumno, deben incidir en los mismos conocimientos de Justicia, el guía, el orientador, el maestro, debe acompañar en ese proceso a todo alumno potencializando con respeto sus capacidades, ya que todos los alumnos son diferentes y cada uno es especial para el conocimiento que adquiere desde los libros hasta el aula de clases, el sentido mercantilista hace que el Derecho sea visto como fuente de aprovechamiento de la ignorancia de los demás.
Cada tipo de escuela de derecho, tiene una filosofía educativa y un modelo o modelos de aprendizaje a realizar, por lo que debemos estar atentos a rasgos importantes de la Práctica Docente en la Justicia como lo es el perfil del desempeño del docente. Su formación y su especialización. El conocimiento de la persona que enseña el Derecho, sus conceptos de elevada Justicia y sus sentimientos hacia la Justicia Social, los Derechos del más débil a decir de Luigui Ferrajoli. Hay que impulsar asiduamente la investigación de tal modo que no sea fastidioso el proceso de aprendizaje sino una experiencia cada vez más innovadora para interesar al alumno en la investigación científica futura, existe desesperanza de que no existe este concepto en México.
La calidad académica debe de apoyarse con disciplinas variadas, interdisciplinarias, participando de actividades que den solución a problemas y apoyen la excelencia académica, este ideal de ha ido perdiendo en nuestras Instituciones y universidades. El Docente sobre la Justicia, el Maestro en Derecho, Maestro del Arte y Ciencia de la Justicia, tiene que centrarse en lo concreto, en lo real, superar cada vez más las técnicas expuestas por doctrinarios de la Justicia, incentivar la práctica docente orientada a la investigación científica es todo un reto, que maestros y alumnos, debemos construir, diseñar, elaborar con los métodos diversos y con los criterios de derechos humanos, respeto y cuidado al medio ambiente, de limpieza de la ecología, con más conciencia en nuestra realidad social en donde todos estamos inmersos y que solamente en la escuela y en la investigación científica, podemos llegar a solucionar grandes problemas desde el aula educativa, mientras tanto, la Justicia es y será el ideal que no hemos sabido conquistar.