“No me rajo”

Antes que en las encuestadoras yo creo más en el escrutinio ciudadano, dice el gobernador Alejandro Murat Hinojosa al comentar sobre los lugares de aceptación -entre los primeros diez- donde lo ubican diversos sondeos de opinión.
“Para mí, lo más importante es cuando estoy en la calle y cuando un ciudadano me saluda o también cuando me dice algo, algún reclamo. Ahí estoy para dar la cara, yo no me rajo y creo que eso lo he dejado claro. A los temas que hay que entrarle yo le entro para construir una solución juntos”.
En la entrevista, Murat explica su método tan peculiar de entender el ejercicio del poder, dice: “Yo soy un hombre de diálogo, un político de acuerdos, pero también un hombre firme porque en el gobierno de Oaxaca lo que hace falta es atención directa a los problemas”.
“Lo que digan las encuestadoras es importante, pero las respuestas que dan a conocer Coneval, Inegi, entre otras, son indicadores que me sirven solo de referente pero es la gente la que te dice si vas bien o vas mal, si vas en la ruta adecuada o no tanto”.

Libramiento sur, va
Además de las supercarreteras al Istmo y la Costa, Murat afirma que otro de sus proyectos prioritarios es el libramiento sur que está proyectado en dos fases. “La primera, son 40 kilómetros que conectan desde Etla en la autopista México-Oaxaca y nos va a lanzar hasta barranca larga ventanilla; el proyecto incluye un corte transversal de 20 kilómetros para conectar hasta el tramo Mitla-Tehuantepec pero yo creo que este último tramo ya no me van a tocar ejecutarlo a mi como gobernador”.
-¿Es un proyecto realizable?
-Estamos haciendo todo el esfuerzo para que en este cierre de año ya podamos definirlo y poder tener un área de vialidad porque es una obra que ya requieren todos los oaxaqueños. Ya vemos mucho transporte de carga que entra a la ciudad, que lastima las calles y que congestiona el tránsito. Oaxaca ha ido creciendo por lo que le vamos a dar mucha prioridad; si todo sale bien la supercarretera a la Costa debemos estarla terminado a principios del 2022, ese es el objetivo que tenemos porque nos va a poner a hora y media de la ciudad de Oaxaca.

Xanica-Loxicha
Si los gobiernos federal y estatal no atienden a profundidad la violencia que ha rebasado la política tanto en Xanica como en San Agustín Loxicha, los ataques armados no cesarán.
Los grupos de encapuchados que movilizó el cártel 22 con el presidente municipal de Loxicha, Pedro Vázquez Ramírez, para frenar a los acarreados del PRI el día de la elección, habla del interés de empoderar nuevamente a los grupos radicales y montarse sobre el gobierno municipal en una de las comunidades que, precisamente por su pobreza, recibe uno de los presupuestos más altos, arriba de los 120 millones de pesos. Se impuso la estrategia de los activistas controlados por el magisterio a las artimañas del PRI. Los echaron del poder. Ganar el gobierno municipal por medio del voto es plausible, lo que preocupa a los nativos es que el presupuesto municipal siga siendo desviado para fines ajenos al progreso de Loxicha. Tal como lo hacia el PRI. Pero hay algo peor, que la violencia se incube nuevamente en esa región.
Hasta el momento y pese al sanguinario proceder del grupo Codedi y su líder Abraham Ramírez que mató y secuestro policías y a otros seres humanos que consideraba enemigos políticos, la Fiscalía General del Estado no ha informado sobre el avance de las investigaciones. Apostar a la impunidad y al olvido para cubrir hechos tan punibles, es alentar a los grupos violentos que han arrebatado la paz social en la Sierra Sur.

Comunalidad política
El politólogo Cipriano Flores Cruz, estudioso de la ancestral cultura de los usos y costumbres como método de gobierno en nuestro mundo indígena, presentó el pasado fin de semana su libro Oaxaca: Comunalidad Política: Nombramiento de Autoridades. Oaxaca es un caso único y pionero en el país en el reconocimiento de la diversidad cultural.
El autor expone que Oaxaca es un caso único y pionero en el país en las transformaciones, proclive al reconocimiento de la diversidad cultural. El libro fue presentado en el marco de la instalación del Observatorio Latinoamericano de Sistemas Normativos Indígenas, en el Auditorio del Archivo General del Estado de Oaxaca, con la participación de destacados académicos e investigadores latinoamericanos.
“De la sociedad de santos del medioevo hemos pasado a la sociedad de cerdos, que vive de la pura necesidad y ha olvidado la espiritualidad que a veces alimenta mejor”, se lee en el prólogo de la obra.

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