El INPI, su tumba
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El INPI, su tumba

 


Luego de la catástrofe política que significa para en el INPI (Instituto de los Pueblos Indígenas) la reducción de casi la mitad del presupuesto de seis mil millones de pesos que pensaba ejercer el próximo año su titular Adelfo Regino Montes, el destino político del paisano Mixe Adelfo Regino Montes, parece haber quedado sepultado.
¿Que provocó tal calamidad? Las fuentes consultadas culpan del fracaso del INPI al mismo Adelfo Regino. Su excesivo protagonismo lo llevó a desviar el camino: invirtió gran parte de su tiempo en su intentona de la consulta para reformar la Constitución y descuidó lo esencial que es el buen ejercicio del presupuesto de este año. A eso se debe el fracaso de los programas de infraestructura y para la producción indígena. Fue una verdadera frustración cuando los pueblos indígenas vieron que el ciclo agrícola los rebasaba y no llegó el fertilizante o les entregaban hatos de ganado enfermo o de desecho. El retraso en la pavimentación de concreto en caminos como el acceso a Analco, el crédito a la palabra y de otros programas. Sencillamente a don Adelfo se le hizo “bolas el engrudo”.
Cuando el gobierno federal evaluó el ejercicio del presupuesto en el primer semestre de este año, descubrió que el titular del INPI no había gastado ni la mitad de los seis mil millones para los pueblos indígenas. A eso se debe el severo recorte presupuestal del INPI.

Solo grilla
El presidente AMLO cumple de cierta manera con sus ofrecimientos para la reivindicación de los pueblos indígenas, pero el director del INPI no camina al mismo paso.
Dentro de los programas del Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado, López Obrador entregó dos cheques por 12 millones 836 mil 697 pesos cada uno para dos de los municipios más pobres de Oaxaca, como Santa María Zaniza y Santo Reyes Yucuna.
La ceremonia fue emotiva, el INPI llevó a las autoridades que recibieron el cheque en Palacio Nacional, pero es la hora en que don Adelfo Regino no sabe cómo invierten ese dinero. Ni siquiera ha ordenado supervisar su correcta aplicación. Cuestiones tan sencillas pero fundamentales, ignora este funcionario.
La salida
Vale recordar que Adelfo Regino Montes, en sus tiempos del Secretario de Asuntos Indígenas durante el “Gabinato”, cayó en el mismo fracaso. Lejos de ejercer sus funciones como parte del poder ejecutivo que es el ejercicio del presupuesto, también se desvió en sus afanes legislativos. Es decir, quiso impulsar una reforma indígena, pero ni una cosa ni otra. Aprovechó el sangriento intento de desalojo de la supercarretera en Nochixtlán que bloqueaban los rijos del Cártel 22, y renunció. Encontró chamba en Chihuahua al lado del gobernador conservador de ultraderecha, Javier Corral.
La pregunta de hoy es ¿volverá a renunciar con el pretexto del severo recorte del presupuesto del INPI que dirige?

Consumatum est
La discutida personalidad del político chilango traído de Michoacán para hacer política en Oaxaca, Benjamín Robles Montoya, es invariable. Su actitud pérfida se confirma en la tenebrosa alianza que tejió con el exdirector de Gobierno municipal Josué Monterrey. Su intención era cooptar al bisoño presidente municipal Oswaldo García Jarquín.
Cuentan que cuando la invasión de ambulantes del centro histórico y la violencia de los grupos de comerciantes estaba a punto de desbordar, Oswaldo buscó un encuentro con la cúpula del poder estatal.
Quejumbroso y doliente culpó a grupos priistas y sus cabecillas de estarle moviendo el tapete. Le comprobaron que no era sí. Que el gran negocio de la invasión de vendedores callejeros la fomentaban desde la propia dirección de Gobierno Municipal a cargo de su secuaz Josué Monterrey.
Le explicaron la personalidad rengada de su “amigo” y tuvo que sustituirlo por Robert Gordon Mowers Montañez a quien también recomendaron después de una negociación política de alto nivel. Éste venía de ocupar una serie de puestos importantes en diversas áreas del gobierno del estado.
Así dejó Monterrey la Dirección en el gobierno de la capital y acotaron momentáneamente la venta de puestos callejeros. Esto también permitió el impasse para los eventos de las fiestas patrias.
Uno de los argumentos contundentes para que Monterrey fuera cesado, es que éste obedece a un político retorcido de su mismo partido, el PT. Me refiero a Benjamín Robles Montoya quien traicionó al PRI, luego al MC, después al PRD y ahora empieza a hacer lo mismo en el PT. Monterrey también traicionó al PRD en especial a su mecenas Francisco Martínez Neri, hizo lo mismo con Gervasio García del FALP y finalmente con Oswaldo. Hoy, su naturaleza traidora los reúne. De la mano, empiezan a agitar en algunas agencias municipales. Buscan clientela política para los anhelos de Robles que quiere ser candidato a gobernador y Monterrey cobrar afrentas a Oswaldo.

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