Las personas mayores son dignas de un trato respetuoso
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Es mi opinión

Las personas mayores son dignas de un trato respetuoso

 


Buena impresión ha despertado el interés de importantes instituciones en Oaxaca, en pugnar para que las autoridades correspondientes, brinden mejores atenciones a las personas mayores de edad afectadas por el sismo del día 7 de septiembre. Sobre este tema lleno de humanismo y elevados sentimientos haremos por ahora algunas reflexiones.

Me permito sugerir que además de esas atenciones especiales las autoridades y de manera particular las educativas y de asistencia social, deben procurar por todos los medios a su alcance, revertir el concepto errático y peyorativo que se tiene de esos ciudadanos dignos de las más solidarias consideraciones.

Se puede ser anciano y al mismo tiempo sano, no sólo físicamente, sino en su modo de vivir, lo que constituye un ejemplo para el resto de la sociedad. Se dan casos en la entrega de víveres en el Istmo de Tehuantepec, donde algunos pobladores han evitado que a las personas adultas se les entreguen sus apoyos ¡No a todos! Y venden la idea de que un hombre maduro ya está enfermo, improductivo y que debe hacérsele a un lado.

Es verdad que a cierta edad todos los mayores ya no rinden lo mismo en el plano físico, pero tienen riquezas mucho más valiosas que aportan a la sociedad, (como es el caso del señor Ángel Sánchez Santiago, de 57 años de edad, quien levantó la Bandera Nacional de entre los escombros, después del sismo que destruyó el Palacio Municipal de Juchitán, Oaxaca).

Don Ángel, nos mandó un mensaje a todos los mexicanos y en especial a los oaxaqueños, que desgraciadamente por esas ideas no se aprecian. Por lo tanto, el hombre puede ser viejo y aún anciano, y a la vez ser un hombre sano, con capacidad para aportar lo más valioso de su ser a la sociedad: su ejemplo, su sabiduría y su experiencia.

Debemos superar aquella vocación instintiva que observamos entre algunas especies animales, en la cual llegado el momento, los jóvenes echan del grupo familiar a los mayores. En resumidas cuentas, esa cruel e injusta discriminación en contra de los mayores, es cuestión de educación y de conciencia. Es la ausencia de valores en cuanto a los ancianos.

No faltará quien diga, que hay abuelitos ya viejitos que por diversas razones no merecen los cuidados y apoyos de los gobiernos, federal, estatal y municipal. Esto sucede cuando algunos ancianos durante su juventud y obligado por las debilidades que su condición humana le impusieron, pudieron ser desobligados, viciosos, agresivos y quizá hasta deshonestos. Afortunadamente, estos casos son la excepción y no la regla general entre nuestros queridos viejitos.

No obstante, ante esos casos excepcionales en vez de tomárseles como una desgracia, los familiares, los vecinos y las autoridades que están entregando los apoyos a las personas damnificadas, deben ver en ellos la oportunidad para ejercer el amor filial, tratando a esos abuelitos con deferencia y respeto, brindándoles las atenciones y los servicios que a pesar de sus errores del pasado merecen igual que todas las persones seniles y más en estos momentos en desgracia.

Recordemos siempre que: No hay acción más noble y solidaria que apoyar en todos los sentidos a los ancianitos. No hay que olvidar que probablemente, como los vemos nos veremos tarde o temprano. Respetar a los ancianos, es un gesto de la más alta nobleza y distintivo de personas bien nacidas. En otras palabras, todas las personas mayores son dignas de un trato respetuoso y deben recibir de nuestra parte lo que requieran para vivir en paz y sin carencias. Esto es importante. Y ¡Hay que decirlo!
Es mi opinión. Y nada más…

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