Es mi opinión
Mapaches atrincherados en el INE
“La determinación que resuelve que se rebasó el tope de campaña en Coahuila, es ilegal porque se sustentó en una norma que no está vigente” -Enrique Ochoa Reza, presidente Nacional del PRI. “Con la representación de la Coalición Por un Coahuila Seguro, presentamos un recurso de impugnación contra el dictamen de la Unidad de Fiscalización del INE, en donde respondemos puntualmente a los hechos que indebidamente se nos imputan”_ Miguel Riquelme Solís, gobernador “electo” del PRI.
En conferencia de prensa y acompañado de Enrique Ochoa Reza y de Carolina Viggiano, titular jurídica del CEN del PRI, Riquelme Solís mostro su carácter y disposición de ir hasta las últimas instancias jurisdiccionales en defensa de la confianza que los ciudadanos coahuilenses le dieron en las urnas.
Carajo, mucha desconfianza surge en los procesos electorales cuando el INE que se constituyó como garante de legalidad y certeza en elecciones, necesita a su vez, a otro ente garantizador que certifiquen sus propias funciones para generar confianza y credibilidad comicial.
A nadie sorprende que el INE sea descalificado con tal contundencia por los partidos de oposición, pero sí resulta demoledor que Enrique Ochoa Reza dirigente nacional del PRI propine tremendo descontón a los de su propia casa.
Ese golpe a los consejeros del INE, se refuerza exponencialmente con los graves señalamientos que en su contra hacen los activistas que encabeza Emilio Álvarez Icaza a través del movimiento nacional ciudadano “AHORA” que lucha para sacar a los mandones deshonestos de los gobiernos.
Los mexicanos sabemos que el INE y las autoridades electorales en los estados cuestan miles de millones de pesos de nuestros impuestos, por eso es inadmisible que las autoridades electorales sean descaradas madrigueras de la mapachada oficialista.
Esa mapachada por ahora atrincherada en el INE y sus representaciones en los estados, es el lado flaco de las elecciones de “El 18” que camina en arenas movedizas porque el pueblo no tiene confianza en su desempeño como árbitros electorales.
En Coahuila por ejemplo, los consejeros electorales rindieron cuentas mochas en completa opacidad e impunidad…
La comunicación política toma relevancia histórica.
Son tiempos de reconocer que pocos sectores de la sociedad se han dado cuenta que la comunicación social y política tiene relevancia histórica. Las investigaciones de los comunicadores llegan hasta las recónditas bóvedas donde se resguardan los más osados secretos de poder y de conocimiento.
Para apreciar la importancia de la comunicación, no es necesario perdernos en razonamientos de tiempos idos, basta ver el fracaso de gobernantes y de candidatos fallidos que por el pésimo manejo de su imagen y su incapacidad para comunicarse con inteligencia, están atrapados en callejones sin salida.
Vemos que algunos gobernadores están huyendo o enfrentando juicios penales, muchos candidatos están metidos en enredos poselectorales que a nadie satisfacen. Asimismo vemos a empresarios que pillos o inocentes, están envueltos en escándalos que pudieron evitar con un adecuado sistema de comunicación social.
Cierto es que el gobernante o gerente más poderoso es el mejor informado. Pero en nuestros tiempos cibernéticos, para tener éxito no basta que los gobernantes tengan la mejor información de poder; es indispensable que sepan: cuando, cómo, a quien, y con quien comunicarla. Esa es la clave del poder de la comunicación en los difíciles terrenos de la política y las empresas privadas.
Recordemos que un buen publicista es capaz de vender galletas amargas, así como un buen comunicador propagandista vende una idea absurda como sucede en la política barata y populista. En Coahuila por ejemplo, si Miguel Riquelme gobernador “electo” del PRI al gobierno ahora en problemas poselectorales, hubiera hecho su campaña con un buen equipo de comunicación, otro gallo le cantara en vez de colgarse de un clavo ardiendo esperando el dictamen de los jueces electorales.
En fin, investigaremos, veremos y diremos desde Nuestro Oaxaca.
Es mi opinión. Y nada más…
