Hay nueva ministra, pero no independencia
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Opinión

El hombre y su palabra

Hay nueva ministra, pero no independencia

 


Tras una polémica votación y después de que se evidenció que hasta el pasado mes de octubre era integrante del Consejo Nacional de Morena, con lo cual no podría ser elegible, Rosario Piedra Ibarra asumió el cargo como la titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). A pesar de los señalamientos por su cercanía al partido del Presidente, Piedra Ibarra ha solicitado el beneficio de la duda para demostrar que puede trabajar con independencia y autonomía. Es claro que no se debe hacer a un lado la lucha que ha sostenido Piedra Ibarra junto a su madre, Rosario Ibarra de Piedra, en la búsqueda de desaparecidos; sin embargo, ¿podrá actuar con firmeza cuando el gobierno atente contra los derechos humanos? Todos deseamos que así sea, y que con ello nos olvidemos de lo turbulenta que fue su elección.
Nuevamente, la atención recayó en el Senado de la República, esta vez en la elección de la ministra que estaría ocupando el cargo que dejó Eduardo Medina Mora. La terna que mandó el Presidente estuvo conformada por Diana Álvarez Maury, Ana Laura Magaloni y Margarita Ríos-Farjat. Los senadores aceptaron la propuesta de AMLO y consideraron que quienes componían la terna cumplían con los requerimientos para competir por el cargo. Desde un principio se sabía que la disputa se encontraba entre Magaloni y Ríos-Farjat; la primera es una académica e investigadora reconocida, mientras la segunda se había desempeñado como asesora independiente y en el momento de la elección era titular del Sistema de Administración Tributaria (SAT). En sus comparecencias en la Comisión de Justicia, así como en el Pleno del Senado, ambas reconocieron las grandes desigualdades socioeconómicas que existen en nuestro país y la necesidad de garantizar a los más marginados el acceso al derecho y la justicia. Las organizaciones y la sociedad civil manifestaron su apoyo por Magaloni, sin embargo, los senadores optaron por Ríos-Farjat.
Era de esperarse que los senadores terminaran por elegir a quien fuera titular del SAT, debido a su relación con el proyecto del Presidente. No obstante, otra vez vuelven a surgir las dudas sobre cómo procederá en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), ¿será independiente? ¿se inclinará y votará por la línea que tenga AMLO?
En este caso, difícilmente se le puede dar el beneficio de la duda. La nueva ministra no sólo comparte el proyecto político del Presidente, al parecer, tiene un vínculo más estrecho con el jefe de la oficina Presidencial, Alfonso Romo, quien se encarga de conciliar los intereses entre López Obrador y los empresarios mexicanos. De acuerdo con la periodista Peniley Ramírez, cuando era jefa del SAT, Ríos-Farjat no señaló en su declaración patrimonial que antes había fungido como abogada externa de Vector Casa de Bolsa, compañía de Alfonso Romo. No todo termina ahí, la periodista señala que Margarita Ríos-Farjat forma parte de la Coalición Anticorrupción (Nuevo León), a la cual también pertenece la Universidad Metropolitana de Monterrey, propiedad de Romo. Fue en esa misma institución educativa donde la ex titular del SAT se desempeñó como docente. La cercanía de Romo y Ríos-Farjat fue confirmada por Carlos Urzúa, ex Secretario de Hacienda de AMLO, quien dijo que el jefe de la Oficina Presidencial hizo todo lo posible para que ella llegara al SAT, aunque no contara con la experiencia suficiente. Después de no haber recaudado lo que se había programado, Margarita Ríos-Farjat deja al SAT para incorporarse a la SCJN, con esto, se buscaría un mejor perfil para la institución recaudadora y mantener a alguien incondicional de Alfonso Romo en un cargo importante.
Con todo esto, ¿la nueva ministra podrá desempeñarse de forma independiente y autónoma? ¿tendrá la capacidad de ir en contra de los intereses económicos que hoy la han beneficiado?
En mi opinión, el gobierno de López Obrador está rompiendo viejas relaciones entre el poder económico, jurídico y político; no obstante, se encuentra creando otras, que igualmente podrán ser dañinas para el desarrollo de nuestro país.
*Estudiante de economía, Uabjo.