Tan lejos de Dios y tan cerca de Trump
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Opinión

El hombre y su palabra

Tan lejos de Dios y tan cerca de Trump

 


Nuevamente, el gobierno mexicano enfrentó otro desplante del presidente de Estados Unidos, Donald Trump: la posible implementación, a partir del 10 de junio, de aranceles del 5 ciento a todos los bienes importados desde nuestro país y que hubieran alcanzando en octubre el 25 por ciento; lo anterior, porque nuestro país no ha cumplido con detener los flujos de migrantes centroamericanos.
Después de varios días de negociación, se anunció que se llegó a un acuerdo que consiste en cuatro puntos: el primero es la disminución de los migrantes ilegales centroamericanos mediante el despliegue de la recién creada guardia nacional, con la intención de acabar con “las organizaciones de tráfico y trata de personas así como sus redes de financiamiento y transportes ilegales”; segundo, Estados Unidos aplicará la sección 235-B2C de su ley de migración, esto implica que las personas que hayan cruzada la frontera de ese país y pidan asilo, serán retornadas a México a esperar la resolución de sus solicitudes; tercero, si no se alcanzan los resultados esperados, los gobiernos retomaran las pláticas en 90 días para establecer medidas complementarias; por último, Estados Unidos se comprometió a apoyar la iniciativa mexicana que pretende desarrollar el sur del país y Centroamérica.
Como era de esperarse, en esta negociación Estados Unidos estableció las medidas a su favor, ya que México estaría funcionando como una especie de barrera que evitaría el ingreso de migrantes centroamericanos; a pesar de que se ha comunicado que nuestro país brindará trabajo, educación y salud a los migrantes, es claro que esto será posible en la medida de que el gobierno tenga la capacidad de ofrecerlos, si no fuera así se haría un uso más estricto de la primer medida para evitar que los migrantes crucen por el territorio y pidan asilo. Por otra parte, habrá que ver cómo se incrementan las detenciones en la frontera sur y que el gobierno de Estados Unidos realmente se comprometa en impulsar el desarrollo de Centroamérica, ya que entonces sí estaría combatiendo los detonantes de la migración: bajos salarios, falta de empleos, violencia y marginación.
El episodio reciente solo es una muestra de lo que podría seguir enfrentando México mientras se acercan las elecciones presidenciales en Estados Unidos y donde Trump hará nuevamente uso de su discurso y acciones contra nuestro país, buscando convencer a los votantes para su reelección. Habrá de ver qué otros temas colocará Donald Trump sobre la mesa.
¿Qué puede hacer México frente a esto? No puede enfrentar comercialmente a Estados Unidos, y tampoco el gobierno da muestra de querer hacerlo. Por lo mientras, parece correcto mantener un diálogo cordial y respetuoso frente a Trump, aunque él sigue moviendo las relaciones de ambos países con cada publicación en Twitter. A pesar de lo débil que parece la postura mexicana, en términos reales no hay muchas alternativas. Si bien una parte de la población de país –la parte más radical de la izquierda y la oposición– quisiera que el presidente López Obrador enfrentara a su homologo, las asimetrías entre ambos países son contundentes, así que no habría que tener esperanzas de que México saliera bien librado.
Aunque en las negociaciones se evitó la implementación de aranceles, Estados Unidos terminó modificando la política migratoria de México, la cual no era perfecta, pero que sí tenía un rostro más humano y reflejaba el trato que hemos pedido a nuestros connacionales del otro lado de la frontera norte; por eso considero que hay poco que celebrar y más por reflexionar.
Definitivamente hay que pensar a futuro, ello implica disminuir la dependencia comercial con Estados Unidos; además, diversificar y fortalecer relaciones comerciales con otras potencias y países emergentes como China y Rusia. También, se puede aprovechar la coyuntura actual, donde Brasil y Argentina enfrentan problemas económicos y políticos internos, para tener un papel más relevante en la región.
Históricamente, la cercanía con Estados Unidos no ha sido algo cómodo para México, ni los países centroamericanos. Basta recordar la intervención que sufrió nuestro país entre 1846 y 1848, donde se perdió cerca de la mitad del territorio; por su parte, en los países centroamericanos, Estados Unidos impuso y mantuvo gobiernos para preservar los intereses de sus empresas frutícolas, también evitaba cualquier manifestación o levantamiento que buscara ir en contra del sistema.
Hoy debemos voltear y afianzar las relaciones económicas y políticas con distintos países, resulta grave depender económica y comercialmente de una sola nación, y que ésta se encuentre manejada por una persona con poca capacidad para comprender y resolver los diversos problemas.