Deuda: Decisión de Estado
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Opinión

Editorial

Deuda: Decisión de Estado

 


Lo que pareciera ser una moda, pero la especie se ha convertido en una institución en los últimos tiempos, es culpar a los de atrás de las decisiones, sean acertadas o erráticas de quienes en este momento tienen el mando. Esta situación viene a cuento por los argumentos que se han esgrimido para justificar el endeudamiento progresivo que hemos padecido los oaxaqueños en la actual administración. Más allá de las razones que tenga el ejecutivo estatal para demandar realizar un préstamo de esa magnitud y la sospechosa complacencia del Congreso del Estado, lo cierto es que se trata de una decisión de Estado que nada tiene que ver con los gobiernos anteriores. Cada uno, en su momento, tomó las decisiones que consideró prudentes. Sería abominable que a partir del 2023, la responsabilidad de quien llegue le siguiera impactando al actual jefe del ejecutivo estatal.
La contratación de deuda –insistimos- es una decisión de Estado y la responsabilidad compete a quien está al frente del ejecutivo y, por añadidura, a quienes con la mano alzada lo justifican. Para los oaxaqueños ya no cuaja seguir en la tesitura de culpar de las decisiones actuales al pasado. En todo caso quienes debieran tener mayor responsabilidad son aquellos que, investidos por el mandato popular, alzan la mano, como en el caso de los diputados y diputadas de la LXIV Legislatura, calificada como la peor de la historia, quienes se presume –y hay elementos para afirmarlo- reciben sobornos oficiales subrepticios, por apoyar tal o cual iniciativa. Y es que nuestra legislatura no sólo eroga de manera oficial el doble de los poco más de 400 millones de pesos que se auto-asignó al inicio de su gestión, según investigación del Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO), sino además recibe ese tipo de pagos sospechosos, que impactan al erario estatal.
No obstante lo anterior, para los oaxaqueños, esta legislatura no tiene comparación con ninguna otra. Salvo casos excepcionales de legisladores (as) con probada experiencia, la mayoría, incluyendo a quienes tienen posiciones de mando como el presidente de la Mesa Directiva o la presidenta de la Junta de Coordinación Política, nunca antes supieron los rudimentos de una tarea tan delicada como la responsabilidad legislativa. En Oaxaca, debería existir un Observatorio Ciudadano que, sin fines partidistas ni, mucho menos fijaciones particulares, pudieran vigilar y verificar la conducta de nuestros (as) legisladores (as). Será una sorpresa desafortunada. Ignorantes haciendo leyes. Es una bofetada al sentido común.

 

Cártel 22: ¿Cuándo trabaja?

Por lo visto, el magisterio afiliado al llamado Cártel 22 se sigue perfilando como un sector irresponsable, ocioso y desligado por completo de la tarea educativa. Con la complacencia que les ha otorgado el gobierno federal, no obstante todo lo que dijo en su comparecencia reciente, Esteban Moctezuma Barragán, titular de la Secretaría de Educación Pública, es admirable la forma tan ruin y burda con la que abandonan sus tareas docentes para ganar la calle en marchas y movilizaciones, algunas de ellas, por motivos triviales y hasta superficiales. En casi cinco semanas que lleva el ciclo escolar 2019/2020, los señores maestros han convocado a marchas y protestas no menos de diez veces. No están errados pues quienes se preguntan a menudo: ¿Y cuándo trabajan?
El pasado dos de octubre, en conmemoración del 51 aniversario del movimiento estudiantil de 1968, la dirigencia encabezada por Eloy López Hernández, convocó a realizar una marcha estatal y por regiones. Ya sabemos que, como en los viejos tiempos, las sanciones y cobro de cuotas a quienes no asisten, va en detrimento de la economía de los maestros (as). El viernes 4, el sector de educación indígena también se movilizó desde el edificio que ocupa el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) en Santa María Ixcotel al zócalo de la ciudad. ¿La demanda? Que se reconozca a la dirección General de los Pueblos Originarios de Oaxaca, algo que se sacaron de la manga y por lo cual dejan a los alumnos sin clases.
No tenemos la menor duda que ésa será la dinámica educativa en Oaxaca. El Cártel 22 le volverá a apostar al rezago educativo, a la pérdida de tiempo de la academia para suplantarlo por el adoctrinamiento. He ahí el por qué siguen pujando porque se establezca en la entidad como programa educativo, el famoso y cuestionado Plan para la Transformación de la Educación en Oaxaca (Pteo), una soberana estupidez que desde su aparición fue descalificada por expertos en educación del Instituto Politécnico Nacional (Ipn), quienes lo ubicaron como un plan de adoctrinamiento y no formativo. Desgraciadamente tal parece que dicho sector parasitario, un verdadero cáncer social, vuelve por sus fueros y continuará con la anuencia de las autoridades y hasta de los legisladores (as) socavando más la educación que imparte el Estado. Y los alumnos y padres de familia en total indefensión, con un gobierno federal cómplice con la mediocridad educativa.