La ley, simplemente la ley
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Editorial

La ley, simplemente la ley

 


Ayer estuvo en las instalaciones de EL IMPARCIAL. El Mejor diario de Oaxaca, el Fiscal General del Estado, el doctor Rubén Vasconcelos Méndez. Al tenor de la labor periodística de este medio, a lo largo de 65 años y de invitar a servidores públicos de los diversos niveles de gobierno, para que expongan los pormenores de su labor y respondan a los cuestionamientos de reporteros, columnistas y directivos, el funcionario contestó puntualmente y sin vacilaciones, a todas las preguntas en torno al papel que desempeña en la actual administración, como cabeza de un órgano autónomo. Es importante subrayar que en el breve tiempo que Vasconcelos Méndez lleva al frente de la Fiscalía General, se han dado hechos de relevancia como es la consignación y vinculación a proceso del ex titular de la Secretaría de Salud en el Estado, Germán Tenorio Vasconcelos y la detención, el fin de semana pasado, de un miembro del Sindicato “Libertad”, como presunto responsable del asesinato de un militante de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), en inmediaciones del Monumento a la Madre, el pasado 15 de mayo.

Hubo cuestionamientos en torno a los cinco personas asesinadas en San Pedro Mártir Quiechapa y otras cinco mujeres ejecutadas e incineradas en San Juan Mixtepec, en la zona de Juxtlahuaca, cuyos asesinos parece ser que gozan de impunidad, pues a la fecha nadie sabe de su detención ni, mucho menos, de su vinculación a proceso, caso contrario de lo que ha ocurrido con dos elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) detenidos el flagrancia por posibles vínculos con grupos criminales. La entrevista se llevó a cabo teniendo como telón de fondo el enfrentamiento entre vecinos de la Colonia Vicente Guerrero, en jurisdicción de Zaachila y miembros del Frente Popular “14 de junio”, que encabeza el ex presidiario Francisco Martínez Sánchez. La labor del Fiscal General, sin duda alguna, será bogar contra corriente para poder abatir los altos índices de impunidad, sobre todo de aquellos que escudándose en organizaciones sociales y la libertad de expresión, se han convertido en verdaderos retos para el Estado de Derecho y la paz social de nuestra entidad. La lectura de hechos como los ocurridos ayer es que nadie está por encima de la ley y, por tanto, tiene que ser castigado.

Resolver diferendos

Desde hace más de una semana el Cabildo de la Ciudad de Oaxaca, que preside José Antonio Hernández Fraguas, vive una crisis. Nueve regidores estuvieron ausentes en la última reunión de dicho órgano colegiado, ante la pretensión -se dice- de que el Edil sometiera a consideración la petición de endeudar al ayuntamiento con 35 millones de pesos. Regidores del PRI, PAN, MORENA y PVEM, se rebelaron prácticamente a participar de lo que en términos legales se llama, responsabilidad institucional, habida cuenta de que fueron designados por el voto popular y es a la ciudadanía a la que tienen que rendir cuentas. Es importante subrayar que la Ley Orgánica Municipal faculta al edil en funciones a contratar deuda, sin más motivación que resolver las situaciones más apremiantes de la Comuna. Sin embargo, las diferencias internas entre regidores y presidente municipal, han tomado un cariz eminentemente político y de virtual ajuste de cuentas, razón de más para que negociadores como el mismo Secretario General de Gobierno, Héctor Anuar Mafud o el propio gobernador Alejandro Murat, llamen a la conciliación y al diálogo antes de que esta crisis pueda convertirse en una situación difícil de manejar. La intervención de otros actores o de aquellos a los que se les ha estado involucrando sin tener injerencia, ha complicado más esta situación inédita en la vida oaxaqueña.

Un entorno de crisis, división y confrontación es lo que menos ayuda a nuestra deplorable imagen de ingobernables que llevamos cargando como Sambenito. No hay duda que existen factores externos empeñados en reventar la incierta armonía al interior del Cabildo municipal. La ciudad de Oaxaca requiere del esfuerzo de todos, autoridades y gobierno. Los señalamientos de soberbia, de prepotencia y arbitrariedad que le acuñan al edil, no es motivo suficiente para crear un ambiente de incertidumbre ciudadana. Son percepciones subjetivas. Y realmente poco ha ayudado a resolver esta situación, la polarización que se vivió el pasado fin de semana, con acusaciones de una parte y de otra, haciendo de un conflicto serio, un juego de párvulos. Es urgente que actores maduros, conciliadores, con un buen referente en el entorno político local intervengan para superar esta crisis y contribuir así a la buena marcha del gobierno de la ciudad. La ciudad de Oaxaca y los citadinos no merecemos que a la de por sí compleja situación social, que nos mantiene con un pie en el cuello de manera permanente; que a la ciudadanía siempre acotada en sus libertades por grupos, organizaciones y sindicatos, se sume hoy un conflicto inter-municipal, cuyos coletazos también nos pegarán de lleno a todos.