Iniciaron fiestas de julio
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Editorial

Iniciaron fiestas de julio

 


El sábado pasado, con una calenda vistosa y de gran colorido, la delegación de los Valles Centrales, con las “chinas oaxaqueñas”, la marmota, los gigantes y al ritmo del “Jarabe del Valle”, iniciaron prácticamente los festejos de julio. Sin embargo, de manera oficial, La Guelaguetza, nuestro principal evento cultural de este mes, fue presentado en el Teatro “Macedonio Alcalá” ayer domingo por la noche. Para los oaxaqueños y, particularmente para los citadinos, el mes de julio representa una temporada dedicada a la cultura, al folklore, al sano esparcimiento. Más de cien eventos de este tipo han preparado tanto el gobierno de la ciudad como el estatal. Exposiciones, conciertos, ferias, presentaciones, etc. Julio es, asimismo, una bocanada de aire fresco para nuestra devastada industria turística que cada año, como reloj, se ve amenazada por la intransigencia, la intolerancia y la estupidez de grupos pseudo radicales enquistados en la Sección 22 y adláteres, que ven estas fechas como un botín para chantajear y extorsionar al gobierno. El mejor ejemplo de esta situación lo tenemos a la vista. El zócalo de la capital oaxaqueña, el corazón de Oaxaca, está hecho un tianguis, por parte de la etnia triqui, acostumbrada por sus dirigentes -de las diversas organizaciones- a mantener la mano extendida para recibir pagos y sobornos.

Un segundo factor negativo lo representa el magisterio. Un segmento ligado al grupo denominado “Los Pozoleros”, que insiste una y otra vez en hacer llamados a sus correligionarios no solamente a torpedear la realización de las evaluaciones a las que ha convocado la Secretaría de Educación Pública (SEP) -vía Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO)- sino en persistir de manera perversa en crear el caldo de cultivo de la ingobernabilidad. Los responsables de esta maniobra están identificados con nombre y apellido: Genaro Martínez Morales, actual Secretario de Organización del Cártel-22; Irán Santiago Cabrera, Yasir Antonio Cheng y una decena más. Todos ellos están exhibidos ante las bases magisteriales, cuya mayoría se niega a participar en más movilizaciones y afectar la economía y la paz social en Oaxaca. Es evidente que existen intereses oscuros que insisten en desestabilizar el gobierno de Alejandro Murat. Los grupos empresariales, los organismos que aglutinan a los prestadores de servicios turísticos y la sociedad en general, han exigido al gobierno mantener el orden y la seguridad durante este mes, a efecto de que el turismo no sea afectado.

AEI, bajo la lupa

Uno de los factores que más ha lacerado al país y al estado es la corrupción, en todos los órdenes de gobierno. La inseguridad no se ha podido aminorar ante la existencia de policías corruptos que, lejos de cumplir con la encomienda que les mandata la ley, colaboran con los grupos criminales, bandas delictivas e incurren muchas veces, en conductas propias de los mismos pillos. Oaxaca no ha sido la excepción. El asalto a un cuenta-habiente que habría de depositar 750 mil pesos, hace unos días, en una institución bancaria de los rumbos del Periférico en la capital oaxaqueña, en donde resultó muerto el custodio de dicha cantidad, nos dio una idea del grado tan deplorable de honestidad que existe en algunas corporaciones. Fuentes periodísticas revelan que la cantidad referida fue asegurada por elementos de la Policía Municipal. Sin embargo, el Ministerio Público sólo recibió 350 mil pesos, lo que implica que 400 mil pesos están desaparecidos. ¿Quién se los embolsó? Cuestión de averiguar. Lo relevante de este asunto es que una acción digna de reconocimiento, como fue la que ejecutó la Policía Municipal, se viene abajo ante la opinión pública por un mal manejo de parte de elementos que siguen con sus prácticas amañadas y corruptas.

Otro ejemplo está a la vista. Durante el mes de junio dos elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) fueron sorprendidos in fraganti en acciones delictivas. El primero fue detenido cuando acompañaba a pillos y en su vehículo llevaba armas largas, cuya propiedad o pertenencia no pudo acreditar. Fue puesto a disposición del Ministerio Público y, con certeza, vinculado a proceso, aunque poco se ha sabido del caso. El viernes 30 de junio, el Ejército Mexicano, en apoyo a las corporaciones policiales municipales de Huajuapan de León y del estado, detuvo a una numerosa banda de delincuentes dedicados al robo de combustible, con dos camiones con al menos 30 mil litros de gasolina. Dichas unidades eran custodiadas por dos camionetas, en una de las cuales viajaba un elemento de la AEI. ¿Qué está ocurriendo en esta corporación? Hay denuncias constantes de que existe en ella una red de corrupción en la cual se exigen cuotas a comandantes y jefes de grupo. No obstante y más allá de rumores, dimes y diretes, es menester que los responsables del mando impongan medidas disciplinarias para evitar que los agentes que se presume investigan la comisión de ilícitos, se vuelvan parte de los mismos.