Feminismo machista
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Feminismo machista

 


Las cifras de feminicidios en Oaxaca aumentan, 52 asesinatos de mujeres en un periodo de seis meses es una cifra alarmante y la indolencia por parte de las autoridades cada vez es más notoria, eso es algo que no se puede omitir, y podría decir que la descomposición del tejido social es visible no sólo por la violencia que sufren las mujeres, sino también la que padecen personas de la tercera edad y niños, principalmente.

El descontento, tristeza y frustración de miles de personas se hace presente al señalar que los casos de violencia en contra de la mujer en Oaxaca no es un tema de capital político. Pero hay otra situación derivada de esta materia que es más preocupante, y es la falta de sensibilidad de las mujeres hacia su mismo género.

Pareciera que la cosificación y desvalorización social de la imagen de la mujer en campañas publicitarias, redes y en la voz de miles de personas fuera un motivo por el cual merezcamos ser víctimas.

La empatía que se pide no sólo debería existir por ser mujeres, es porque somos seres humanos. Respeto y participo de las ideas feministas, de buscar una igualdad de género, social y laboral, pero lo que es muy triste para mí, es reconocer que preexista la exclusión y discriminación de las féminas  hacia nosotras mismas.

Ante la terrible ola de violencia e inseguridad que vive la sociedad en general, tenemos que hacer énfasis en la que vivimos simplemente por ser del género femenino, es inconcebible que otras mujeres critiquen, cataloguen y señalen a las víctimas, como si tuvieran la culpa, hay una feminismo machista que prevalece en fomentar este tipo de conductas.

Escuchar “para qué se viste así, lo que hace es provocar”, “le gustaba acostarse con todos, ella buscó lo que le pasó”, “le gustaba salir de fiesta todos los fines de semana”, “no tenía un hombre a su lado, por eso se le pasó eso”, son frases tan terribles pero tan normales, que socialmente escuchamos y que muchas personas justifican.

Una de las peores armas en contra de las mujeres es la doble moral que practican otras mujeres, porque aceptan que suframos violencia.

Es terrible aceptar el machismo generado por mujeres que aceptan la violencia física, emocional, sexual, económica y verbal como parte de la educación, justifican estos latrocinios  cometidos por sus hermanos, padres, esposos, novios, tíos, primos y amigos al aceptar estos comportamientos como parte de la cultura y educación.

Al aceptar también estereotipos implantados por campañas publicitarias y por modelos establecidos por la sociedad, porque si no eres “perfecta” no vales.

Ser mujer no te hace ser el sexo débil, pensar que por ser mujer necesitas protección eso sí te hace ser frágil. Como cualquier ser humano necesitas un techo, comida y salud, entonces por qué justificamos que haya violencia de género.

Por qué permitimos que sigan vulnerando a la mujer, creo que lo primordial es respetarnos a nosotras mismas, reconocer nuestras fortalezas y trabajar en nuestras debilidades. Tomar la decisión de que si quieres cambiar algo debe ser para beneficio tuyo ya sea físico o emocional, y no para buscar la aceptación social, tampoco estoy diciendo que estés en contra de todo, simplemente debe de haber respeto.

Debemos apoyarnos, trabajar en conjunto como sociedad y dejar de excluirnos al poner etiquetas. Lo principal es el bienestar social y podremos llegar a él, pero primero hay que trabajar en uno mismo.

Antes veía tan distante los casos en Ciudad Juárez, después en el Estado de México, pero hoy los estamos viviendo en Oaxaca.

Me uno al reclamo social para que se frenen los feminicidios en la entidad, para que la violencia e inseguridad disminuya y que algún día se erradiquen, pero sobre todo me uno a la voz de #NiUnaMas.