Nuestro mal fario
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Opinión

De Paradojas y Utopías

Nuestro mal fario

 


A los hermanos: Mina, Benjamín, María de los Ángeles y María Esther, por la partida de su hermana Carmelita

A Claudia y Enrique Silva Fernández, por el fallecimiento de su señora madre

1).- La tragedia nos persigue

En 1651, Baltasar Gracián, más con ironía que compasión, anticipaba la tragedia contemporánea: “Todo cuanto inventó la industria humana ha sido perniciosamente fatal, y en daño a sí misma: la pólvora es un horrible estrago de las vidas, instrumento de su mayor ruina, y una nave no es otra cosa que un ataúd anticipado”. (El discreto. El criticón. El héroe, Porrúa, México, 1998, p. 61). La anterior es sólo una cita casual. Poco o mucho que ver en la forma en que la naturaleza nos sigue cobrando las facturas a los oaxaqueños. En 2017 padecimos sequías, lluvias torrenciales, sismos y hasta heladas. El inicio de 2018, ha estado permeado por conflictos sociales, sindicales, una inseguridad preocupante y el sismo del 16 de febrero, que fustigó la Costa. Sin duda alguna, no hemos tenido gobierno alguno que haya caminado en su gestión, con estos sobresaltos. Los escombros en el Istmo ni siquiera se han podido levantar. Y hoy hay otros más en la Costa. No la vemos llegar como sociedad. Parece que un mal fario nos persigue.

2).- ¿Protagonismo, celeridad, irresponsabilidad…?
Uno de los estigmas que hemos arrastrado los oaxaqueños a lo largo de la historia, es la tendencia a sacar rajas de la tragedia. Buscar culpables. Desplegar humor negro. Quemar en leña verde a los apóstatas y herejes que no comulgan con nosotros. Ser de manera simultánea, jueces y fiscales. Hacer juicios sumarios, a priori, ya en camino al cadalso. Si existiera Monsieur Joseph Ignace Guillotin, de inmediato a cercenar cabezas. Y en los medios hacemos auto de fe de ello. Sin apologías; sin quemarle incienso a nadie. La premura y la celeridad por estar en la zona siniestrada de Santiago Jamiltepec, llevó al gobernador Alejandro Murat a viajar ahí vía aérea. Difícil sumergirse en su “yo” interior para saber los móviles. Lo hizo también el Secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete. El helicóptero Black Hawk se desplomó. Amortiguaron el golpe mortal —para los citados, otros funcionarios y un reportero— al menos dos vehículos. No pudieron decir lo mismo las 14 personas que murieron y los 15heridos en el sitio. La falta de comunicación con las autoridades locales para preparar el sitio de aterrizaje, el polvo levantado, la poca visibilidad, la falta de protocolos para la aeronavegación nocturna, las órdenes a los pilotos, etc., hicieron su parte. El titular de la SEDENA, General Salvador Cienfuegos, asumió la responsabilidad.

3).- Los buitres de la tragedia
Presumo que serán expertos y la autoridad responsable: la PGR, los que digan la última palabra. El homicidio imprudencial o culposo –como quiera llamársele- debe ser investigado a fondo. Fue un hecho inédito y desafortunado. No fue el sismo quien mató a 13 mujeres, hombres y niños. Fue una cadena de errores, sin duda. Pero es prematuro adelantar vísperas, señalar, enjuiciar, etiquetar. Se entiende: la inmediatez y el dolor obliga a fincar responsabilidades. Los sociólogos aprendimos que los “juicios de posibilidad objetiva”, o del “qué hubiera sido si…”, son ficciones. Si Murat, Navarrete y demás hubieran viajado al día siguiente, ¿no hubiera ocurrido esta tragedia? ¿Alguien lo sabía y quién, que hubiera tantos muertos y heridos, personas humildes que por seguridad habían pernoctado en el lugar del siniestro y no los que viajaban en la aeronave? Obvio, son cuestiones inexplicables. Simple azar o “cuando te toca aunque te quites; cuando no te toca, aunque te pongas”.

4).- La tarea apenas empieza
La peor aberración es pretender aprovechar la tragedia con fines político-electorales. Es decir, politizar la desgracia. El dolor de las familias que perdieron a sus seres queridos, no se solucionará con nada. Debe privilegiarse la madurez, la solidaridad, el apoyo. Hay que levantar a Santiago Jamiltepec, Pinotepa Nacional, Huaxpala, Huazolo y demás comunidades que ya fueron declaradas zona de desastre. Son miles de casas destruidas. Estar hurgando para buscar culpables es como indagar el origen de los sismos. No se justifica nada ni a nadie. Sólo se trata de no extraviarse en una ola de señalamientos, ironía y descalificación. Y que no se diga “que ningún chile nos embona”.

BREVES DE LA GRILLA LOCAL:
— La política en Oaxaca hoy, no se puede explicar si no es en el entorno de las defecciones, traiciones, tránsfugas y el penoso andar como flatulencia en bacinica. La falta de principios, valores, una pizca de ética y el cinismo de aquellos que van de partido en partido, ubica hoy a nuestra clase política como una especie en decadencia.

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