Renuncias
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Opinión

De Frente y de Perfil

Renuncias

 


Hace varios años circulaba la versión de que nadie le renunciaba al Presidente de la República y si lo hace corría el inminente riesgo de ser enviado al ostracismo político.

El Ejecutivo federal se arrogaba el derecho de despedir a los que consideraba ya no ejecutan las funciones que les fueron encomendadas, no cumplían con los encargos o simplemente habían perdido su confianza.

Pocos eran los que renunciaban, más bien él propio mandatario, a su criterio, hacía rodar la cabeza de sus colaboradores y los ofrecía en sacrificios públicos, en muchos de los casos.

Ninguno de ellos era capaz de discrepar en forma pública de las acciones de gobierno y preferían ser exhibidos, sin importar el costo político que significaba. Varios de ellos pagaron el costo de su desacuerdo con el Ejecutivo federal y otros más que respondían con el clásico lo que usted ordene eran premiados.

El periodista Francisco Cárdenas Cruz publicó en su columna diaria de El Universal de la última década del Siglo XX dos ejemplos de ellos: anunció el relevo de Fernando Gutiérrez Barrios de la secretaría de Gobernación, lo que desmintió el propio titular al día siguiente, sentenciando que no había presentado su renuncia, ni lo haría, como condensaba la citada columna. Dos días después, se designaba a José Patrocinio González Garrido, gobernador de Chiapas, como nuevo encargado del despacho de Bucareli.

Otra similar, Genaro Borrego Estrada, a la sazón presidente del CEN del PRI, convocó a un Consejo Político del partido en Aguascalientes, donde se trasladaron los principales dirigentes del organismo partidista. Previo al inicio, en la misma columna, Cárdenas Cruz anunció que Fernando Ortiz Arana asumiría la presidencia del partido ese mismo día. Borrego Estrada y sus operadores lo negaron, pero ocurrió como se establecía en dicha columna.

Jesús Reyes Heroles era el presidente del PRI, en los tiempos en que el partido era una dependencia más del gobierno federal y pregonaba que ante el inminente destape de su candidato, lo primero era el programa y después el hombre. No sucedió así y lógicamente fue relevado del cargo.

Después de ser despedidos estos y otros personajes tenían que aguardar el término del sexenio, para buscar una nueva oportunidad en política, la que, tal vez, ya no se presentaba o tardaba en hacerlo.

Todo eso ocurría en el pasado no tan lejano, por eso se reconoce la acción de Germán Martínez Cázares en su renuncia (esta sí), que contiene, además, las razones que lo llevaron a dimitir, algo catalogado como fuera de lo común dentro de la política mexicana.

2.-Ricardo Peralta intentó ser el Fiscal Anticorrupción hace tres años, ahora es el subsecretario de Gobernación que ocupa el sitio dejado vacante por Zoé Robledo que fue transferido como director del Seguro Social.

3.- Emilio Lozoya Austin, ex director de Pemex, fue inhabilitado por diez años para desempeñarse en la administración pública, aunque se espera un castigo que podría ser más severo en el futuro, si la Fiscalía General determina su participación en el escándalo Odebrecht.

Email: [email protected]