En espera de Javier Duarte
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Opinión

Columna sin nombre

En espera de Javier Duarte

 


Ahora el pleito de López es con el narigón gobernador saliente de Tabasco. Para puras vergüenzas con ese señor.
El Mapache Guasón

Está por llegar a México extraditado por Guatemala, el señor Javier Duarte, ex gobernador de Veracruz.

Capturado hace algún par de meses, a solicitud del Gobierno Mexicano, fue sometido a juicio de extradición y se allanó totalmente, es decir, aceptó ser extraditado sin combatir legalmente el requerimiento de México.

Hay que recordar que fue solicitado por dos jueces, uno de Veracruz y el otro Federal, para ser juzgado por varios delitos cometidos durante su gestión al frente del gobierno de aquella entidad federativa.

Primero aceptó la extradición para ser juzgado por delitos locales, y se pensaba que en la segunda audiencia dentro de aquel proceso en Guatemala, se defendería contra la extradición por delitos federales, lo que pondría en predicamento al gobierno de Guatemala, ya que podría extraditarlo para ser juzgado solo por los delitos locales, que se consideran, en cierta forma, no graves, y así, eludiría los cargos mayores como delincuencia organizada y lavado de dinero que le finca la Federación, ya que legalmente y de acuerdo al tratado de extradición con aquel país centro americano, solo puede ser juzgado en México por los delitos por los que fue remitido bajo el proceso de extradición, y en ese contexto, libraría fácilmente la cárcel.

Ahora, al aceptar la extradición por delitos federales, será juzgado en México por todos los delitos mencionados.

Sin embargo sorprende la arrogancia del señor Duarte, ya que asegura librará con facilidad los juicios federales.

En mi opinión, los abogados que lo asesoran están francamente equivocados al juzgar que la Federación no probará los ilícitos de delincuencia organizada y lavado de dinero, lo que desde luego resulta a simple vista y sin conocer las pruebas que aportará el gobierno, que serán contundentes y que el señor Duarte pasará muchos años a la sombra.

Algunos comentaristas están molestos porque no se tocó siquiera a la esposa del señor Duarte, que esos comentaristas de izquierda radical consideran cómplice del ex gobernador.

Es posible, pero hay que recordar que hasta hoy, ninguna consorte de los gobernadores presos, procesados o prófugo han sido tampoco mencionadas o siquiera indiciadas, y al menos yo no recuerdo que en la Historia de México haya sucedido algo semejante.

Por lo demás, es notable que cosa de doce gobernadores estén siendo señalados, procesados, aprehendidos y buscados por la justicia, lo que tampoco se ha visto en ninguna época de México.

En ese orden de ideas, faltan todavía un par de ex gobernadores en ser requeridos formalmente por la Justicia mexicana.
Yo también soy Pueblo.

Por allí nos encontraremos.