Como cada año este 12 de diciembre
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Como cada año este 12 de diciembre

 


Como cada año este 12 de diciembre los mexicanos nos apresuramos para con gran fervor llevar mañanitas a la Morenita del Tepeyac. Después de todo es su día, nos cubre con su manto protector durante el año, es nuestra madre, nos escucha, nos comprende y hasta nos acaricia con gran ternura.
Y como la situación es cada vez más difícil, tuvimos que visitar a la guadalupana con la esperanza y convicción de que nos concederá el milagro de arreglar un poco nuestras vidas. Los más lejanos, ya desde hace días habrán iniciado su peregrinar para llegar lo más cerca que les sea posible, en bicicleta a pie o hasta de rodillas ante el altar de la Basílica. Algunos tuvimos que agradecer la compañía que nuestra santísima Virgen de Guadalupe nos ha brindado en el transcurrir de los meses; otros tuvieron que pedir consuelo y muchos somos los que habremos de acudir a ella en su día, a solicitar un favor.
Este año las súplicas a la guadalupana se incrementaron, en las calles de la Ciudad de México uno sobrevive cada día, de plano la delincuencia está desbordada y lo mismo en lo que dura un semáforo o un embotellamiento, matan a cambio de obtener un celular, una computadora, o una cartera, con métodos cada vez más sofisticados. Incluso los maleantes utilizan hasta detectores de metales, y en la menor oportunidad atracan la cajuela de un vehículo para extraer su contenido. ¿Hasta cuándo habremos de resistir los mexicanos? ¿Es esto lo que nos hemos ganado a pulso por elegir a malos gobernantes? Ahora que inician las campañas electorales, ¿Surgirá un súper hombre capaz de gobernar y enderezar un poco la situación de inseguridad que prevalece desde hace años a la fecha?
Por otra parte están quienes este año, con los sismos de septiembre de súbito lo perdieron todo, que han sufrido desde la pérdida de un ser amado, hasta sus bienes materiales; para colmo otros hay, a quienes el gobierno les entregó tarjetas clonadas de ayuda, para adquirir materiales y levantar sus casas caídas. Cuánto sufrimiento adicional en relación a años anteriores, habrán de llegar a los pies de la Guadalupana.
Y por si algo faltara la situación económica de los mexicanos es cada vez más precaria, hay pocos empleos mal remunerados, y cómo reactivar la economía cuando la inseguridad que priva en nuestro México, impide a propios y extraños visitar los diversos destinos turísticos, uno lo que desea es salvaguardar la integridad de nuestras familias, y nos la salimos a rifar de manera cotidiana para llevar lo necesario al hogar.
Para colmo, hubo peregrinos que arribaron al santuario guadalupano con la energía que sólo la fe da, esquivando las inclemencias del tiempo y con el favor de nuestra Morenita, librándose de un resfriado o hasta de una pulmonía.
Desde luego no podrán faltar los cantos y el fervor guadalupano. Los más afortunados se abastecieron e instalaron sus puestos para ofrecer sus productos, que van desde: rosarios, imágenes, medallas, oraciones, veladoras, hasta pulseras, playeras, chamarras; gorditas, tacos, tortas, tamales y otros chuchulucos, a los miles de peregrinos que procedentes de diversas partes de nuestro México y de otras naciones, visitarán la Basílica éste 12 de diciembre.
En lo personal me agrada visitar el santuario en días posteriores a la Navidad, para dar gracias por los favores recibidos, e iniciar con el pie derecho el nuevo año, siempre con la esperanza de recibir de la Virgen de Guadalupe su protección, su aliento y compañía; así como suplicar que nos acompañe a los mexicanos el próximo 2018, en que se desarrollará el más complejo proceso electoral, que haya justicia y paz para todos en nuestro México, y de paso para los habitantes del mundo entero.
tere_mora_guillen
@yahoo.com.mx