Kafkiana ley electoral
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Opinión

Columna sin nombre

Kafkiana ley electoral

 


Chente Fox le llama
«Lopitos» al dueño de
MORENA. Cuidado. El que se ríe se lleva.El Mapache Guasón.

A los precandidatos independientes no les va muy bien que digamos.
Lograron obtener la inscripción cuarenta y ocho personas aspirantes a la candidatura independiente, según informes del Instituto Nacional Electoral, el INE pues, y deben recabar cada uno de ellos, ochocientas sesenta y seis mil quinientas noventa y tres firmas de adhesión, para lograr ser candidatos y ver su nombre en las boletas electorales.
Parece imposible que cumplan esta tarea de romanos en el plazo de cuatro meses escasos y además, que deben ser otorgadas por los ciudadanos esas adhesiones cuando menos en diecisiete entidades federativas.

Estamos hablando que entre todos deben reunir nada menos que cuarenta y un millones quinientas noventa y seis mil cuatrocientas sesenta y cuatro firmas, que escribo en números: 41596464.

Adicionalmente a la tarea de pedir y recibir esas firmas, transmitirlas electrónicamente al INE con fotografía del ciudadano, resulta que el sistema impuesto por el INE no está funcionando a cabalidad, de acuerdo a declaraciones del aspirante Pedro Ferriz de Con, quien por si fuera poco sus colaboradores fueron asaltados y despojados de todos sus aparatos electrónicos donde, según él, tenía sus firmas; hablamos de Laptops, celulares y quién sabe cuántos aparatos más.

Nada sabemos de Margarita Zavala ni de El Bronco, y mucho menos de los otros aspirantes, quienes por cierto están clamando que se les concedas ocho días más para obtener sus adhesiones, lo cual apoyo desde luego.
En ese contexto que ni Franz Kafka hubiera podido imaginar más complejo, grotesco y hasta ridículo, hasta el día de hoy cuando escribo, viernes veinte de octubre del corriente año, solo han recabado y transmitido al INE entre todos los aspirantes, sólo cuarenta mil firmas. Inaudito.
Sólo para su conocimiento amigo lector, querida lectora, Franz Kakka era un escritor judío checoeslovaco, que escribía en alemán, imagínese, luego, de esa circunstancia pueden desprenderse las complejidades de su prosa increíble, de quien se dice que si fuera mexicano sería un escritor costumbrista.
Para entenderlo hay que leerlo en alemán.
En efecto, escribía Carlos Fuentes acerca de una conversación con MilanKundera y en ella Kundera preguntaba al mexicano Fuentes:
– ¿Has leído a Kafka?
– Sí, Contestó Carlos Fuentes.
– ¿Lo has leído en alemán?
– No.
-Entonces no has leído a Kafka.
Así que algo similar podemos decir de la legislación electoral mexicana de la cual lo menos que se puede decir es que está escrita en chino, sin que se nos diga en cuál de los cientos de dialectos de aquel lejano país.
Yo también soy Pueblo.
Por allí nos encontraremos.