El enigmático barrio de El Marquesado
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Opinión

Estratega

El enigmático barrio de El Marquesado

 


Los que nacimos en este maravilloso barrio a mediados del siglo pasado y somos cuidadosos con esmero y con amor, no nos vemos muy maduros pero tampoco podemos presumir de estar muy tiernos; imagínense, nos tocó el cambio de siglo y sobrevivimos al fin del mundo que estaba profetizado para el dos mil doce, nos tocó vivir prácticamente en el campo, con río, árboles frutales, leche bronca traída en burro, tortillas hechas a mano, carretas tiradas por bueyes, lagartijas, chicharras, jícaras, chapulines agarrados por nosotros en la milpa, azucenas en nuestro propio cerro, nacimientos de agua, pero además:
La puerta del pueblo era un enorme arco de piedra que estaba diez metros antes de la Garita de El Marquesado, se abría a las seis de la mañana y se cerraba a las seis de la tarde. Era dónde llegaban, en carretas y en burros, todos los bienes de consumo que se producían en el Valle de Etla, en la región de la Cañada, en Puebla, en México, en otros estados de la República y los procedentes de Veracruz, que venían de Europa y de otros continentes.

Para trasportar las mercaderías de la Garita de El Marquesado al centro, había servicio de tranvías tirados por un tronco, mulas que transportaban la mercancía en plataformas. El servicio fue inaugurado de manera formal, el domingo 26 de junio de 1887.

En 1920, el primer vehículo de motor que transitó en El Marquesado y segundo en circular en la ciudad de Oaxaca, fue un camión para pasajeros marca Wichita, de color rojo, que trajo el Sr. Francisco García, panadero, que vivía en la calle de División de Oriente; fue bautizado por el pueblo con el nombre de Cinco Centavos, que era lo que cobraban por subirse a él y darse un circuito, es decir, una vuelta completa a su itinerario.

Aún se conserva el trato respetuoso hacía los mayores; a mediados del siglo pasado (1950) en la familia se acostumbraba saludar a padres, abuelos y padrinos, cruzando los brazos sobre el pecho para pedirles la mano y besárselas diciendo: la mano papa (así, sin acento). Otra costumbre característica es el uso del diminutivo para designar cosas y lugares: la capillita, la pilita, la Rayita. El niñito Dios. Mi tía Clarita le decía ti i to a mi abuelo.
La calle central se llamaba Av. Morelos, hoy Calzada Madero y las cuatro primeras cuadras de División Oriente se llamaban: Avenida Juárez.

Tenía parroquia, ermita, panteón, estación de ferrocarril, Cabildo, Casa de Cabildo, cabecera judicial con dos juzgados de lo criminal, cárcel, dos jardines públicos, uno de ellos con kiosco para audiciones musicales (el único jardín con kiosco, aparte de el del zócalo de la ciudad de Oaxaca, la razón es que era un pueblo autónomo). Tres ahuehuetes, garita, calle central adoquinada y un camino real.

Desde 1563 existía un extenso tianguis que se ponía todos los sábados en La Rayita y abarcaba lo que ahora es el jardín Morelos, el mercado actual y la primera calle de Independencia, era grande y muy concurrido; allí se podían encontrar los mejores precios, variedad de productos frescos y de calidad, a este mercado venían a comprar los habitantes de Antequera.
Dos centros de reuniones sociales, el Ojito de Agua y el Jardín de la T; lavaderos públicos, gasolinera, alumbrado público, fábrica de cerveza, cuatro molinos de trigo, huertas, cuatro pasajuegos, danza folklórica de Los Jardineros; plaza de toros y palenque de gallos.

El barrio de El Marquesado, el más antiguo y grande de la ciudad de Oaxaca, cumple oficialmente 109 años el próximo 7 de diciembre.

El Gobernador Constitucional del Estado Libre y Soberano de Oaxaca, Emilio Pimentel, decretó el 7 de diciembre de 1908 que, y cito textualmente: “El pueblo de Santa María Oaxaca, conocido, igualmente con el nombre de El Marquesado, dejará de serlo en el sentido legal de la palabra, pasando a formar parte de la Ciudad de Oaxaca de Juárez, de la que constituirá el Cuartel Noveno. Hasta aquí la cita.

El archivo del pueblo de Santa María Oaxaca está perdido. Fue entregado el 1 de mayo de 1909, mediante inventario formal al Jefe Político del Centro (presidente municipal de la ciudad de Oaxaca) y certificado por un juez civil. Igual entrega hicieron de su archivo los alcaldes de El Marquesado al Alcalde Primero del municipio de la ciudad de Oaxaca. En esta fecha cesaron el ejercicio de sus funciones el Ayuntamiento de Santa María Oaxaca y el Decreto tuvo pleno cumplimiento extinguiéndose legalmente el pueblo.

El libro que contenía las actas originales de cabildo de Santa María Oaxaca, desapareció misteriosamente después de que lo tuvo en sus manos el Pbro. José Antonio Gay.

Él cuenta que cuando tenía 29 años, durante la intervención francesa, 1862 – 1867, vio el libro que contenía el acta de la fundación de la ciudad se refiere a Santa María Oaxaca y las primeras actas de su ayuntamiento que circulaba en las manos de la plebe, pero que no le fue posible adquirirlo.

No es posible saber de qué trata un libro si no se tiene en las manos, se abre y se lee.
Se localiza al noroeste de la Ciudad de Antequera; en la época colonial y hasta el 7 de diciembre de 1908, fue el pueblo de Santa María de El Marquesado, aledaño a la ciudad de Antequera; era la entrada o salida para los que viajaban a Puebla, al Distrito Federal o al norte de la República.

La Garita era una aduana donde los comerciantes pagaban peaje por introducir, en carretas, sus mercaderías a Antequera. La única ermita que queda de la época del Virreinato es la ermita de La Soledad que esta frente a La Garita; casi nadie la ve, porque la cubre una capilla anexa que le hicieron.

La Villa duró 387 años, de 1521 a 1908, el pueblo de Santa María era la puerta de entrada o salida.
Ya como parte de la ciudad de Oaxaca, los límites del barrio sus límites eran: al Oriente el mercado de La Rayita, hoy IV Centenario, y el Jardín Morelos; al Poniente la Garita, la ermita de la Soledad y el arco de piedra; al Norte el cerro del Fortín y al Sur el imponente río Atoyac.

Desde Santa María Oaxaca,
28 de abril de 2017
[email protected]