Frida igual a Televisa
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Frida igual a Televisa

 


**Los temblores internos

Aquí estamos consternados, temerosos, preocupados. Algunos con lesiones económicas, otras humanas, pero todos con una preocupación interna que es difícil expresar. El temblor de las dimensiones que se ha tenido en el sur del país, empezando por la ciudad de México permite sacar el yo interno con miedos, temores, alegrías y acciones de valor impresionantes.

La conducta humana es repetitiva, no tiene grandes variantes y casi siempre es la misma respuesta ante el mismo estímulo. Si analizamos lo que pasó hace 32 años vemos que los dramas, los hechos heroicos, las ineficiencias y los abusos tienen casi una segunda edición con distintos léxicos y colores pero finalmente son los mismos. Incluso las telenovelas que realiza la empresa televisa tiene el mismo sabor.

Hace 32 años inventaron a un niño Luis Ramón, “Monchito”, que estaba en el fondo de un edificio y el de un abuelo que lucha hasta el infinito para que lo sacaran. En ese tiempo vivía en Roma y había venido a México a arreglar algunos asuntos lo que me permitió vivir la tragedia con nuevas percepciones. A mi regreso a Roma todos me preguntaban por ese niño que estaba atrapado en los escombros y nadie preguntaba por las otras víctimas que eran reales. Finalmente cuando no se encontró a Ramoncito, se dijo que había sido una estratagema del abuelo quien tenía en una caja sus ahorros y no quería perderlos.

Ahora se inventó la historia de Frida Sofía, alumna del colegio particular Enrique C. Rébsamen. La historia como buena telenovela atrajo la atención del público hacia los canales de Televisa que fueron los que iniciaron la historia.

Como hace treinta y dos años un rescatista informó al oficial mayor de Marina de una niña viva, en los escombros, más tarde le pusieron nombre Frida, que es el nombre más mexicano que pueda existir y después le añadieron el de Sofía. El Oficial Mayor de la Secretaria de Marina creyó en la versión, no había porque no creerla y montó un operativo para su rescate, comentarios venían e iban Televisa alimentaba los puntos de emoción anunciando que próximamente la rescatarían viva, que le habían pasado agua, alguien inventó un mensaje en las redes. Había unos puntos oscuros que otras televisoras empezaron a dar a conocer. Nadie reclamaba a ninguna Frida, los papás de Frida no aparecían y en las listas escolares no había ninguna Frida Sofía.

Finalmente, el subsecretario de Marina anunció que había sido un borrego, una noticia falsa y pidió disculpas por haber engañado a la opinión pública. Aceptó la culpa de la Secretaria. Lo que no dijo es que todo estos había sido armado por Pedro Torres, productor de Televisa, para mantener el rating de esa casa ante la competencia de otras televisoras y noticieros.

Pedro Torres aparece un unas fotografías fijas y en videos grabados disfrazado de trabajador y rescatista en las inmediaciones de la escuela Rébsamen. No tenía nada que estar haciendo ahí más que dar el script de esta telenovela montada por Televisa y adjudicada a la Secretaria de Marina. Pobre de México en manos de la manipulación de una empresa que no se detiene a engañar a la gente, en mentirles a las autoridades con tal de mantener su audiencia.

LOS TERREMOTOS INTERNOS

Los terremotos nos hacen recordar el movimiento constante que tiene la vida, la tierra y el universo. En todo movimiento hay cambio, nada queda exactamente y en todo cambio hay pérdidas y ganancias. En los sismos muchas veces hay gran destrucción, pero nos ofrece la oportunidad de resurgir, reconstruir, cambiar lo que no se mantuvo en nuestro interior.

Los terremotos internos nos mueven el centro de nuestra esencia, nuestra casa y nos permiten buscar lo que realmente ha quedado de pie; lo que verdaderamente tiene valor; lo que no se derrumba; lo que nos sostiene en la vida. Los movimientos oscilatorios y trepidatorios nos invitan a reflexionar en todo aquello que es nuestra vida, y en lo que es cimiento sólido.
Afortunadamente lo que sale al final de las reflexiones es el amor, es el amor a nosotros mismos, a nuestros prójimos, los próximos, Un amor que se puede transformar pero no se extingue, puede crecer o decrecer, pero el amor es una llama encendida.

Hay diferentes crisis en la vida que nos generan sismos internos, y que en ocasiones son peores que los que estamos viviendo, un amor perdido, un despido laboral, una enfermedad, la muerte de un ser amado. Los sismos internos y externos nos invitan al análisis y a la reflexión. La vida es breve, y la muerte impredecible, los sismos nos lo recuerdan.

Abusados.- Ojalá y en Oaxaca no ocurra lo de siempre, que la ayuda y la reconstrucción la toman unos vivales para su beneficio personal. Esas actitudes que se repiten siempre son peor que los terremotos porque nos desnudan lo peor del ser humano.

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