La desgracia que dejó ver nuestras miserias
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La desgracia que dejó ver nuestras miserias

 


“El hombre, lobo del hombre”.
Thomas Hobbes

El panorama es desolador, un Oaxaca destruido, por un lado, por un puñado de personas que sin escrúpulos logran sus cometidos, metiendo cizaña en cada acción realizada por las autoridades, o por quién de manera espontánea quiere ayudar a la población vulnerable, por otro lado, las autoridades que se abanderaron con la insignia de justicieros y progresistas (ver capítulo de Gabino y sus “pinche mil” ladrones), vendiéndonos la idea que íbamos a estar mejor, otorgándoles mediante el voto, poder de derrocar a otro partido que tuvo 80 años para sacar adelante a un Estado y que no encontró la forma o no tuvo la altura para lograrlo (ver capítulo del PRI y sus gobiernos fallidos), dejándonos más endeudados, con más encono entre la población, con menos fe en lo que hacemos y con la sospecha (fundada o no), que todo aquel que busque por medio de la política hacerse cargo de las decisiones de progreso para Oaxaca, será señalado de rata, corrupto y vividor, sin saber si quiera sus antecedentes. Inclusive, algunos jóvenes aún no se explican porque el oaxaqueño tiene tanta rabia por el mismo oaxaqueño, ¿qué nace en sus corazones qué no le permite ver las acciones de cambio y apoyo que otro más esté haciendo en favor de quién lo solicita?, ¿qué no ve más allá de su coraje?

Y ahora le agregamos, las fuerzas naturales presentadas a través de la cantidad de agua que nos cae por centímetro cúbico en tan poco tiempo, llegando a causar destrozos en las poblaciones que viven cerca y no tan cerca de los afluentes de todos conocidos, así como los movimientos telúricos ocurridos en los últimos días, que dejaron a muchos sin casa, sin familia, sin que comer y con la zozobra del mañana, con esa incertidumbre que te hace más fuerte o te desploma por completo.

¡Si claro!, tenía que suceder una desgracia mayor, una más para reaccionar ante las adversidades y encontrar de todo en “la viña del señor”, ya hay algunos cuya displicencia no les permita resolver esta problemática (no me refiero a los que no pueden, sino a los que no quieren) y su reacción sea la de espera a que “alguien más” lo resuelva, quizás “papá gobierno”; algunos más ya se visten de jueces para comenzarán a señalar los errores de los demás, a despotricar y denostar el esfuerzo de otros; algunos más se sentaron a llorar en sus sillas esperando que les llegue ayuda del cielo; otros más con la fuerza característica del fuego en las venas, comenzaron a levantar a los caídos; otros más se toman y se seguirán adoptando poses extravagantes para salir bien en las selfis y de fondo la ayuda que envían a los más necesitados; no faltaron y seguirán apareciendo, los funcionarios que viendo las desgracias, acompañados de sus mejores cámaras y su séquito de colaboradores expertos en inundar las redes sociales, con fotos sobre actos políticos que dicho personaje se le ocurra, (muchas de las veces) con la ayuda de alguien más (como comúnmente se dice “con sombrero ajeno”) en la entrega de despensas y utensilios propios de la ocasión; desde luego y para cerrar con broche de oro, aquel o aquellos (que están cortados con la misma tijera) que “se les llena la trompa” de decir que prestan su ayuda al más necesitado, pero en los tiempos que se requiere ni se aparecen para evitar ser confundidos con “la mafia del poder” (Ver López Obrador, sus adefesios sección 22 y Flavio Sosa).
No es la descripción de una escena del apocalipsis, es nuestro acontecer, es una radiografía de nuestros tiempos, es lo que sucede en Oaxaca, que para muchos ya representa un botín para las próximas elecciones, ya se saborean el momento, van frotándose las manos, ven un peldaño para alcanzar la silla presidencial que está en juego, donde saldrán esos bonos extras para alcanzar la gloria.

Se utiliza un instrumento muy común, efectivo y peligroso en las manos de quienes son perversos, está representado en las redes sociales las cuales te permiten conocer en breves instantes la situación de un lugar usando de evidencia la foto del momento, el audio que compruebe dicho acto, sin embargo estas mismas mentes, modifican a su antojo la evidencia, para convenir a sus intereses en situaciones que no necesariamente representan la realidad, desplegando el olor y sabor de la mentira, para muchos delicia de la nota amarillista y que vende, para otros, que es el grosor de la población (que hoy día cree más en lo negativo), lo comparte con sus familiares y conocidos sin averiguar la fuente que lo haría verdadero, porque al difundirlo en nuestras redes, es como si lo hiciéramos válido, porque lo hacemos a título personal, quizás por la vanidad de saberse poseedores del momento mediático de la noticia, por ese comportamiento insano de protagonizar la nota, ya sea cierta o falsa.

La desgracia ha hecho que salgan a flote nuestros verdaderos sentimientos, algunos con más fuerza de voluntad que otros, algunos con más acciones, otros más buscando la foto mediática, el oportunismo para conseguir aceptación de la población, otros para señalar los errores de los demás, pero muchos con el apoyo incondicional a los que están sufriendo, a la invitación abierta de ayuda, no sólo a los grupos políticos, a la población y a los empresarios, sino a los académicos que se les pide aplicar sus conocimientos para dar solución a este problema.

¡Así es! La invitación va para todos los académicos y científicos que tenemos en el Estado o en el país que movidos por sus causas, se unan a encontrar soluciones para nuestros hermanos que sufrieron en su patrimonio, afectaciones importantes, algunos de ellos viviendo literalmente en la calle, ayudemos a los que tienen voluntad para salir adelante.
Te hablo a ti, que estás buscando de forma desinteresada el bien social, el bien común, sólo por el maravilloso hecho de que otro humano que te pide la mano, no sólo con víveres, sino con nuevas formas de vida, viendo hacia adelante y creyendo que del Istmo y las regiones afectadas surgirá un nuevo Oaxaca, con empuje y bríos renovados.

Te convocamos a ti empresario, que buscas darle un valor agregado a tu marca, para que quede en el recuerdo de esas familias, aplica el concepto de Empresa Socialmente Responsable y únete a la causa de los académicos, encontremos formas en las que las personas tengan donde vivir y en que trabajar, se necesitan mucho apoyo para lograrlo. Qué decir de las empresas extranjeras que tienen invertido su capital para la generación de energía, ahora es cuando se pueden tender los lazos fraternos, para apoyar a la población, ya que no veo a los líderes de las organizaciones que tanto daño hacen a la zona, su contribución para sacar adelante a su pueblo.

Esto apenas comienza, se trata de una carrera contra la adversidad, que el nuevo istmeño, o el nuevo oaxaqueño encuentre fortalezas que contribuyan a su crecimiento, no es la primera vez que nos enfrentamos a problemas, ya sea ocasionados por nosotros o porque la naturaleza hace su trabajo por mantener la vida en el planeta, seguro de aquí saldrá algo muy valioso y digno de replicarse en otras zonas, ánimo oaxaqueño, ánimo hermano Chiapaneco, que la reconstrucción está próxima.

Twitter@g_vasquez