Un jueves caótico
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Un jueves caótico

 


Desde los primeros rayos del sol, de ese jueves 7 de septiembre, se sentía en el ambiente, un extraño presentimiento para los que vivimos en el Estado de Oaxaca, pero nadie sabía la magnitud de los problemas que se vendrían para reflexión de todos.
Un día antes, ya las redes sociales venían advirtiendo de la horda de salvajes que se manifestarían en contra de la llegada del Presidente de la República Mexicana, el Lic. Enrique Peña Nieto, mismas manifestaciones que desde hace más de 10 años han sido más violentas y que de ningún modo representan el sentir de los Oaxaqueños, no al menos de la mayoría, quienes se encontraban preocupados por ver desde que ropa vestir para no ser confundidos con los manifestantes, sí podrían sacar su vehículo, con cuantas horas de anticipación salir para llegar a los centros de trabajo y ganarse un sueldo honrosamente, aguantando todas aquellas formas absurdas, incómodas y violentas con las que suele estar rodeada la sección 22.

Ese día caótico, comenzó más temprano que de costumbre, ya las aguas del huracán Katia, que interacciona con el frente frío número 2 en el Golfo de México, habían provocado intensas lluvias al grado de mantener (al menos) los ríos del “Saldo y el Atoyac” en su capacidad máxima y con los bloqueos desde temprano a las carreteras y arterias de tránsito importantes en la capital, el panorama no era el más propicio para hacer las labores cotidianas.

Desde muy temprano, se “leía” el ruido sordo de los actores que siempre están en contra de lo que huele a autoridad, buscando denostar el trabajo de los demás y causando caos, porque para ello se les paga, acompañándose de los incautos que molestos con la vida, encuentran en el anonimato de las redes sociales, formas para sacar sus frustraciones y re-enviar todas aquellas consignas de repudio en contra de Peña Nieto y de lo que representaba su visita a Oaxaca, donde el magisterio había jurado que nunca permitiría que el presidente estuviera aquí, debido a las reformas constitucionales que aprobó y aplicó en todo el país, (entre otras cosas, porque de todos es sabido que este proceso es una “politicada” para “tenderle la cama” a un mesías), pero con todo y eso, acompañado de los políticos de moda, hizo la inauguración del Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca, no sin antes haber sufrido de los embates de los grupos de choque expertos en cohetones, una avería al helicóptero de reporteros que lo acompañaba, no podían faltar, la quema de camiones en principales calles de la capital, cuyas empresas “extranjeras” son repudiadas por estos inadaptados o bien porque no soltaron un billete extra para evitar ser quemadas, del mismo modo, las agresiones de estos manifestantes al cuerpo policiaco que se encontraba resguardando el acceso al centro de convenciones, para obtener beneficios de los videos que después inundarían las redes sociales, desde luego, solamente de las partes convenientes donde se vería como se reprime “al pueblo” que pacíficamente se manifestaba, donde han dado una nueva acepción al concepto de pueblo, como sus grupos de choque y pacíficamente, sería aventar a los policías piedras, para luego reventarlos con cohetones.

Hasta ese momento y lo digo en forma triste, las cosas como se esperaban, heridos por aquí o por allá, saqueos de tiendas, quema de camiones, violencia en las calles en contra de población civil, aventando por parte de los manifestantes, los gases lacrimógenos de los policías a las casas de los habitantes, agrediendo a la población con bloqueos, marchas y molestias generalizadas, para echarle “más leña al fuego”, sin embargo y de forma paralela, se estarían conformando fuerzas que harían aún más daño a la población.

Pasado de las 17:00 horas me preparé para salir a seguir trabajando, en otro lugar, para completar el recurso familiar que hace falta para sacar adelante a la familia, como muchas oaxaqueños y oaxaqueñas lo hacemos, buscando alternativas de calles no bloqueadas, para llegar a mi otro centro de trabajo, mismo que transcurrió con lluvias, e inconvenientes que se podían solucionar, pero lo que vendría, representaba un nuevo reto para todos en la entidad.

A las 21:00 horas nos avisan del desbordamiento del río “el salado”, y con ello la espera de una interminable fila de autos queriendo pasar por la zona y de las noticias de un taxi que terminó por llevárselo la corriente, para buscar nuevas formas de llegar al destino de descanso, el cual me tocó estar dos horas después de lo habitual.

Había que cenar y conversar de este aparente fin de día con la familia, cansado y hastiado por la forma en cómo vivimos en Oaxaca, se nos presenta un fenómeno natural, de todos ahora recordado, el movimiento telúrico más grande en los últimos 100 años (cómo se le ha denominado), un sismo que minutos más tarde, el Servicio Sismológico Nacional (SSN) reportó con magnitud 8.2 localizado en las cercanías de Pijijiapan, en el Estado de Chiapas, ocurrido a las 23:49:18 horas, movimiento que nos llevó a pérdidas materiales pero sobre todo y desafortunadamente pérdidas humanas en la región del Istmo de Tehuantepec, así como a nuestros hermanos de los Estados de Chiapas y Tabasco, movimiento que nos dejará una honda huella en nuestras memorias, por lo que representan estar al borde de la muerte y donde seguramente más de uno recordó la figura de Dios y la virgen María, buscando protección o bien ser perdonado por sus faltas, esperando el fin, a merced de la naturaleza.

En el paso de estos días, se han reportado más de 800 réplicas, los hermanos de estas zonas se encuentran desprotegidos y muchos ya hemos estado contribuyendo con un poco a la causa de la desgracia ocurrida, con víveres, medicinas, cobijas, agua o dinero, muchos se han sumado a la ayuda humanitaria que nos congrega, aquí ya no se trata de ver si tu color de partido es rojo, azul, verde, amarillo o si eres de la sección 22 o si te interesa o no que algún político tome partido de ello, ya sabemos que más tarde se hará un botín político, ahorita lo que requerimos es apoyo, no solo para las zonas conocidas del Istmo, sino para los municipios aledaños, para los hermanos de Chiapas y de Tabasco que también no la están pasando tan bien.

Esto apenas comienza, vienen algunos fenómenos de lluvia y reblandecimiento de la tierra, habrá que poner atención, pero sobre todo mucho corazón para levantar nuestro Estado, no solo por el temblor, sino por nuestros actos, la destrucción que nos hacemos unos a otros, hemos sobrevivido a causas provocadas por nosotros, se unen ahora las de la naturaleza, de aquí tendremos que salir fortalecidos o ¿pensamos seguir soportando los movimientos de cualquier índole y quedarnos cruzados de brazos?, te invito Oaxaqueño y Oaxaqueña a sumar #FuerzaMéxico, ¿o que más esperamos?

twitter: @g_vasquez