¡Celebremos la vida una vez más!
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¡Celebremos la vida una vez más!

 


A Evelia por los momentos felices e inolvidables que hemos compartido. Por los tragos amargos que hemos pasado juntos. Por su amor y comprensión fuente inagotable de inspiración.

Los oaxaqueños tenemos costumbres y tradiciones muy arraigadas y vínculos familiares que se trasmiten de generación en generación. Valores aprendidos de nuestros padres.

Celebraciones como el nacimiento, XV años y el matrimonio de los hijos son motivos de alegría, de acercamiento y de solidaridad; en nuestra vida hay ataduras que son para siempre, que tienen su raíz en el corazón, en la sangre, en la familia y tal vez nunca sepamos su tamaño, su profundidad y todo lo que lleva de nosotros.

Hace algún tiempo, le decía a mí hija que pronto llegaría el amor a su corazón; cuando se lo dije no pensaba que el momento de entregar nuestra cosecha fuera tan pronto, es decir ahora.

Va a formar su propio hogar, a vivir en otra casa con su familia y con esto se cierra un ciclo y llegamos al punto de partida; ahora tenemos la casa llena, pero en cuatro o cinco días estaremos los dos solos como al principio, ahora para iniciar el ciclo de los nietos de los amigos, de los recuerdos…

Recuerdos como los de sus XV años que comparto con ustedes en este día extraordinario, el día de su boda y en el que nosotros cumplimos cuarenta y cinco años de haber hecho lo mismo.

“Nada da el amor que no sea él mismo ni adquiere nada que no sea de sí mismo”.
Gibran Jalil Gibran

Cuentan las crónicas que el hombre desde que tiene memoria en determinadas fechas va a lugares sagrados y realiza ceremonias rituales para estar en armonía con él mismo, con la familia y con el universo.

El lugar en donde se reúne la familia para dar gracias al Padre, por el nacimiento de un hijo, es un lugar sagrado y cada aniversario volvemos a él. Hoy vinimos a cumplir con este rito formal: conmemorar el nacimiento de Gabriela.
Es tan grande nuestra alegría que queremos compartirla con todos ustedes. Pensamos que esta es la hora mejor. Ahora, cuando el amor, la amistad sincera y la alegría se manifiestan.

Esta es la razón por la que convocamos aquí, ahora, a la familia, a los amigos y a los compañeros de Gabriela. Hemos preparado esta celebración con emoción y con mucho amor para Gabriela, para que la disfrute con sus amigos y compañeros y con la gente que ella quiere.

Agradecemos a Dios que haya bendecido nuestro hogar con la presencia de cada uno de nuestros magníficos hijos. Como matrimonio, como familia, vivimos felices con los cuatro hijos, pero, sinceramente deseábamos tener una hija.
¡Ay! ¡Cuánto daría por tener una niña! Decía tú madre.

Y como en los viejos tiempos, cuando todavía se acostumbraba formular deseos, desde el fondo de nuestro corazón y con toda nuestra mente pedimos al Padre una hija.

Por fin, después de diez años y siete meses nuestros ruegos fueron escuchados para regocijo de la familia y de los amigos.
Las hadas madrinas de la dicha, la ilusión y la bondad que siempre son enviadas para preparar estos fantásticos alumbramientos estuvieron muy pendientes. Le dieron la pureza, la humildad, la generosidad y se despidieron de ella llenándola de gracias.

La recibimos con emoción, como si fuera el primero y único hijo que durante muchísimos años estuvimos esperando. Su nacimiento nos llenó de gozo, de una alegría maravillosa.

Fue a través del llanto como empezó a comunicarse con su madre y con nosotros. Cuando más indefensa estaba y tenía hambre, lloraba para pedir su alimento. Cuando sentía que estaba sola y que no había nadie cerca de ella, lloraba para que la atendiéramos.

Muy pronto empezó a distinguir nuestras voces, a sentir nuestro amor, nuestra presencia. Desde este momento empezó a sentirse protegida por su madre, por sus hermanos y por mí.

Un Día de Reyes, me decía Evelia, que tal cuándo tú hija haga su carta y este pidiendo sus juguetes.
Está en nuestra memoria el recuerdo de su primer día de clases, los disfraces para las fiestas infantiles, los festivales en la escuela, los permisos, la primer fiesta fuera de casa, el primer viaje sola y sus clases de ballet, vibramos de emoción cuando Lupita Aquino le puso sus primeras puntas; este momento también nos parece un sueño.

Estas son las cosas que como padres vivimos a diario. Cosas que nos identifican con la familia, con los amigos y pensamos que tal vez sea el tiempo de empezar cosechar lo que sembramos durante 15 años.

Durante 15 años ha estado en el hogar, la hemos cuidado, educado, le hemos dado lo mejor que tenemos: mucho amor y respeto; la hemos preparado para enfrentar la vida.
Gabriela.

Este hermoso día empiezas a soñar, a ver, a oír. Empiezas a compartir con el mundo las gracias y los dones con los que naciste. El amor llamará a tu puerta. La felicidad iluminará tu vida.

En todos los momentos de tu vida, donde quiera que te encuentres y hagas lo que hicieres siempre tendrás nuestras bendiciones y estaremos contigo aun cuando materialmente no nos veas.

Dentro de cada uno de nosotros está la semilla de la felicidad. En tu caso, germinó cuando naciste y está creciendo contigo. La vida es una bendición y la forma más sencilla de dar gracias al Padre es disfrutando todo lo que hizo, las flores, el cielo, los maestros, los papas, todo.

Es maravilloso saber que somos parte de Dios que vive dentro de nosotros. Disfrútalo siempre. Sé feliz.
Creemos en ti porque eres buena y comprensiva, por tus principios morales, tu inteligencia y libre albedrío, porque amas a tus semejantes y tienes el deseo de superación.

Sabemos que aquilatarás los consejos que encontrarás en tu diario existir; eres noble y sabes amar; eres, en fin, un ser hecho a imagen y semejanza de Dios.

Deseamos que esta noche la guardes en la memoria con todos sus detalles, ya que al pasar el tiempo la valorarás y la comprenderás porque será un hermoso recuerdo.

La mejor forma de resumir todo esto es decir que nos sentimos felices de haber podido festejar a nuestra hija con la familia, con los amigos y que nos gustaría que ustedes se alegraran de ello también.

Agradecemos que compartan con nosotros este momento. Gracias a todos aquellos que han viajado especialmente para estar aquí esta noche. Reconocemos el esfuerzo que han hecho.

Esperamos sinceramente que esta celebración que es un acontecimiento especial para nosotros, sea significativa en la vida de cada uno de ustedes.

Desde Santa María Oaxaca, sábado, 7 de septiembre de 2017. [email protected]