S-22: Chantajista y cancerbera
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Editorial

S-22: Chantajista y cancerbera

 


El cancerbero se refiere a aquel animal mitológico, con figura de perro con tres cabezas, que resguardaba las puertas de los infiernos. Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, es sinónimo de quien impide o cuida la entrada a un determinado lugar. La pregunta es: ¿quién la asignó a ese grupo de pseudo radicales de la Sección 22, denominado “Los Pozoleros”, la potestad de asumirse el cancerbero del pueblo oaxaqueño?, ¿de cuándo acá un gremio apestado en el imaginario colectivo, aborrecido por todos y estigmatizado como un ente parasitario, ha asumido tal papel? En Oaxaca, tenemos nuestro cancerbero ex officio que presto a protestar por la visita del presidente Enrique Peña Nieto, hizo un llamado al pueblo a realizar acciones propias de orates: repicar las campanas, salir a las calles, gritar consignas, etc., en apoyo a lo que ellos han estigmatizado, en su obstinada y enfermiza oposición a que los presidentes de la República vengan a la entidad, pese a que es el pueblo el que ha perdido. En sentido contrario, han proliferado en las redes sociales los llamados a los diversos sectores sociales, a formar un frente común y acotar los abusos y atropellos del magisterio. Esto, por supuesto, esta amenaza pública no se lo ha esperado, precisamente porque han asumido que el pueblo oaxaqueño seguirá lamiendo la coyunda. Ayer, transportistas de la CTM les enmendaron la plana.

Por primera vez en la historia, desde el nacimiento de la llamada Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y el llamado Movimiento Democrático de los Trabajadores de la Educación (MDTEO), circularon mensajes alusivos al hartazgo ciudadano en torno a todo lo que huela a magisterio. La difusión en redes sociales para hacer un frente común y frenar a toda costa al magisterio, se exacerbó, al conocerse sus boletines de prensa llamado a sus hordas a bloquear desde temprana hora ciertos cruceros de la capital. Está por demás decir que comerciantes, empresarios, prestadores de servicios, transportistas, empleados de mostrador, aseadores de calzado, etc., han mostrado su total disposición a enfrentar a los mentores. Los tiempos han cambiado sin duda. Ante este monstruo que está preparando su defensa no habrá argumentos de culpar al Estado ni de manifestar represión. Hay en el imaginario colectivo demasiado encono como para poder detener en un momento determinado, la defensa de la paz social y de la civilidad, rota de manera permanente por un gremio que ha devenido enemigo público.

Exigir recursos del FONDEN

Mientras los daños ocasionados por la tormenta tropical “Beatriz” están aún lejos de solucionarse, las intensas lluvias de los últimos días, que se han abatido sobre los Valles Centrales, obligan a la administración de Alejandro Murat Hinojosa, a exigir a la Secretaría de Gobernación la declaratoria de emergencia y desastre en decenas y decenas de municipios de la entidad. Las fotografías que hemos publicado en este diario, respecto a los daños gravísimos que han provocado las inundaciones en diversos fraccionamientos y colonias de Santa Cruz Xoxocotlán y comunidades de Zimatlán, Ocotlán, Zaachila y otras, revelan la magnitud del desastre. Es evidente que la situación tan crítica en el erario estatal, como lo hemos comentado en diversos espacios editoriales, imposibilita al gobierno realizar las obligadas labores de rehabilitación carreteras, restitución de viviendas dañadas e infraestructura afectada por los temporales. Ello implica que es necesario y urgente el apoyo de la Federación. El presidente Peña Nieto pudo constatar, aún vía aérea, las afectaciones que hemos resentido en las dos últimas semanas en la región de los Valles Centrales, en donde el peligro se cierne sobre miles y miles de citadinos, ante el desbordamiento de ríos y afluentes.

En una lástima que el gobernador haya estado prácticamente impedido por el ya referido mal público, denominado magisterio, para recorrer con el presidente de México la zona afectada. Los oaxaqueños necesitan apoyo y solidaridad del gobierno federal para poder solventar esta emergencia. Desde el pasado domingo, el ejecutivo estatal junto con diversos funcionarios y el presidente municipal de Santa Cruz Xoxocotlán recorrieron la zona poblada de fraccionamientos y asentamientos humanos, en donde el agua alcanzó niveles insospechados. Cientos de personas perdieron su patrimonio, el mismo que han hecho durante años de trabajo, de esfuerzo, de ahorro.

 

Es cierto, a nadie se puede atribuir la responsabilidad. Algunas de dichas colonias fueron asentadas en lechos de ríos o arroyos y sin la protección respectiva dada su cercanía con afluentes. Esto, sin duda, es una dura lección para las autoridades que, sin los estudios pertinentes, otorgan licencias para construir vivienda de interés social, sin cuidar los aspectos de seguridad. En efecto pues, nadie experimenta en cabeza ajena. La tragedia es una lección irrebatible y hay que aprender de ella.