Oaxaca, sin Plan Estatal
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Editorial

Oaxaca, sin Plan Estatal

 


Apunto de cumplirse nueve meses del inicio del gobierno de Alejandro Murat, Oaxaca aún no tiene Plan Estatal de Desarrollo (PED). Hay que recordar que en este mismo espacio editorial y mucho antes de que se venciera el término constitucional para que el ejecutivo estatal hiciera entrega ante el Congreso del Estado, hemos insistido en el tema. En principio, porque el equipo de gobierno parece no haberle otorgado la importancia que requiere y, en segundo lugar, porque tal parece que el proyecto que fue entregado al órgano legislativo adolece de vicios e inconsistencias de origen. Adicionalmente, ha sido la presión de los medios de comunicación lo que ha motivado la respuesta de las fracciones parlamentarias.

Por ejemplo, la semana pasada, fue el diputado del PRD, Tomás Basaldú, quien insistió en que el documento del PED entregado a los y las diputadas, está desfasado de la realidad y de la misma Ley Estatal de Planeación. El fin de semana pasado, el coordinador de la fracción parlamentaria del PRD en el Congreso del Estado, Carol Antonio Altamirano, señaló que se tiene que rehacer el proyecto del Plan Estatal de Desarrollo enviado por el ejecutivo al Poder Legislativo, ante la serie de errores de origen.

“El proyecto del PED tiene que modificarse porque pareciera que fue hecho desde un escritorio, por eso el PRD contribuirá con aportaciones para que este plan esté apegado a la realidad de Oaxaca”, dijo. Afirmó que “ha quedado claro que únicamente con la autorización del Congreso, conforme al artículo 59 fracción LXV de la Constitución, es posible poner en marcha el PED”.

Cualquier otra interpretación significaría un escenario de confrontación entre los poderes del Estado, “que necesariamente se llevaría ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación y eso equivale a una parálisis gubernamental totalmente inconveniente”.

Esta advertencia obedece a que en la coordinación del PRI, se dijo que el documento tal cual podría ser publicado ya en el Periódico Oficial del Estado, lo cual podría constituir un acción de ilegalidad o anticonstitucionalidad. Lo que ha causado molestia entre la ciudadanía es el por qué, a dos meses de haberse entregado el citado documento, hay una respuesta de esta naturaleza en la bancada citado, en tanto que otras, como MORENA o el PAN han decidido guardar silencio. Lo grave de todo ello es que a la fecha la administración gubernamental va dando bandazos por aquí y por allá, sin una guía que haga conducir al régimen por la vía del orden y la legalidad.

S-22: La amenaza anual

Ya es común escuchar cada mes de agosto, en vísperas del inicio del ciclo escolar, la negativa de los radicales de la Sección 22 para iniciar el año lectivo. Dicha amenaza se ha convertido en una moneda de cambio para que la dirigencia pueda negociar prebendas y mil cosas ante el gobierno. Sin embargo, lo que no ha tomado en cuenta dicha gremial, es que existe entre sus filas un justificado hartazgo. Lo vimos en las protestas del mes de julio; lo advertimos en la llamada guelaguetza popular, al cuantificar una escasísima participación. La sociedad oaxaqueña se ha percatado de esa pérdida de convocatoria; del fin de la mansedumbre de miles y miles de mentores, que a través de una nula respuesta a sus líderes, han manifestado su inconformidad con suspensiones, paros locos, huelgas ilegales y atropellos a los derechos civiles.

Lamentablemente el gobierno no ha aprovechado bien esa situación. Lejos de asumir su papel y advertir la aplicación de la ley y la puesta en marcha de la Reforma Educativa, ha asumido una actitud complaciente y de complicidad.

Es posible que a quienes aún asumen que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) es un instrumento omnipotente para poner de rodillas al Estado, es que no han percibido el hartazgo social respecto a sus aberrantes métodos “de lucha”. Es vergonzoso decirlo pero en Oaxaca la simple mención de magisterio concita los comentarios más soeces y vulgares. Es decir, ante el pueblo, los maestros han perdido el respeto de antaño, ante la perversión de una labor que siempre fue digna de encomio, por una soterrada lucha en la que la prioridad es mantener sus privilegios, vicios y prebendas.

El mentor oaxaqueño, más que el de otras entidades del país, dejó las aulas y cerró las escuelas por la consigna callejera. Ya no enseña, politiza; ya no educa, manipula. Desde 1980 cuando nació en mala hora el llamado Movimiento Democrático de los Trabajadores de la Educación de Oaxaca (MDTEO), la educación y la formación de los educandos dejó de ser prioridad para devenir una desfasada y acartonada ideologización.

La cuestión se exacerbó cuando los egresados de las normales fueron sustituidos por estudiantes de preparatoria que encontraron en el magisterio un empleo fácil, bien remunerado y de bajo perfil profesional. Montar bloqueos, plantones, gritar consignas, pintar calles, etc., ha sido más fácil para promoverse de manera docente y profesional.