La batalla por Puebla
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Opinión

De Frente y de Perfil

La batalla por Puebla

 


No muy esperanzadoras son las noticias para los priistas de Puebla que buscan gobernar el estado, ya que como sucede en Baja California y Guanajuato, el PAN parece llegado para quedarse en esta entidad.
El descarte de la senadora Blanca Alcalá Ruiz (se irá de embajadora a Colombia) de reincidir como candidata deja abierta la plaza para un trío de priistas varones que pretende la candidatura, sin importar contra quien competirían.
Los poblanos se han decantado por Acción Nacional en las dos pasadas elecciones estatales, aunque otorgaron un gran voto de confianza para el crecimiento de Morena, un partido inexistente hasta antes de los comicios federales de 2015.
El priismo parece en vías de extinción, por lo que será difícil que entre en la competencia, aunque se mantienen núcleos sólidos de férreo control partidista.
Saben los tricolores que para ganar necesitan un candidato competitivo y la unidad de sus militantes, pero como van en comicios concurrentes con los federales, incluida la Presidencia de la República, eso podría contribuir a jalar votos o, en su defecto, disminuirlos.
En Puebla, como en otros ocho estados del país, la candidatura presidencial será un elemento adicional para sumar o restar votos a los partidos.
Los poblanos tienen uno de los principales prospectos presidencial que si llega a consolidarse como abanderado de su partido, contribuirá, por mucho, al sostenimiento de su partido en Puebla.
Rafael Moreno Valle Rosas y su esposa, Martha Erika Alonso, son una dupla difícil de vencer, aunque si el exgobernador de Puebla es candidato presidencial del PAN, será difícil que su esposa lo sea del mismo partido al gobierno de Puebla.
En caso contrario, Martha Érika y su esposo lucharían enjundiosamente por la nominación al gobierno poblano, con él como gran estratega electoral.
La gran maquinaria electoral construida desde el gobierno de Moreno Valle se mantiene intacta y aceitada para lo que se requiera, dependiendo quien sea el candidato de Acción Nacional.
Por el lado del Movimiento de Regeneración Nacional, el nombre del candidato no es tan importante, aunque se encuentra alineado Luis Miguel Barbosa Huerta, el experredista que fue dueño de la franquicia del sol azteca por años y que ahora explora los terrenos del partido que encabeza López Obrador y anhela estar en la boleta electoral.
Es precisamente el tabasqueño quien ha dado muestras de que no requiere de candidatos tan sonoros, para entrar en la disputa por un gobierno estatal y menos cuando él va como candidato presidencial.
Jalar votos es algo sencillo para López Obrador cuando va en la boleta electoral y Puebla deja constancia de ello, donde otros de sus operadores es el ex gobernador Manuel Bartlett Díaz.
Contrario a lo que los ex gobernadores pueden hacer para contribuir al crecimiento del candidato de su partido, Moreno valle con el PAN y Bartlett Díaz con Morena, los priistas restan puntos para su partido, como lo es el caso del impresentable Mario Marín Torres.
Es con lo que tendrá que lidiar quien resulte beneficiado con la rifa del tigre que resulta ser la candidatura del tricolor al gobierno estatal.
Con todo y ello, Enrique Doger Guerrero, Juan Carlos Lastiri y Jorge Estefan Chidiac, mantienen esperanzas de contender y derrotar a sus adversarios.
De los tres Doger Guerrero, es quien mejores credenciales tiene, dejando resultados satisfactorios por los cargos públicos por lo que ha pasado. Fue Rector de la BUAP durante dos períodos, alcalde de la capital del estado y diputado local y federal, ganando todos los cargos por la vía del voto.
Hace ocho años pretendió competir con los colores del PRI, pero Marín Torres, el entonces gobernador definió a Javier López Zavala como su delfín y empezó a cavar la tumba de los priistas. Hace dos años, Blanca Alcalá Ruiz, representaba la única mujer candidata del PRI, por lo que se optó por ella.
Esta es su verdadera oportunidad, ya que tanto Juan Carlos Lastiri Quirós como Jorge Estefan Chidiac, se ven rebasados por los buenos números de Doger Guerrero.
Lastiri Quirós también buscó la nominación del tricolor hace dos años y desde entonces se dedicó a trabajar el estado para esta elección, pero sus números no crecen, con todo y su privilegiada posición como subsecretario en SEDATU y antes en Sedesol. Exdiputado local y federal, además de ex alcalde de Zacatlán y gran apoyo desde el gobierno federal, su presencia y discurso no conmueve a nadie.
Jorge Estefan Chidiac es actualmente dirigente estatal del PRI y ha sido diputado federal en varias ocasiones, aunque no se le ven demasiados espolones para competir por la nominación de su partido, con todo y sus nexos con los poderosos secretarios de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray Caso y de Hacienda, José Antonio Meade Kuribreña.
Los priistas tienen otras dos cartas, de menor peso, el senador Ricardo Ursúa Rivera, un político con suerte, ya que de suplente siempre alcanza ser propietario, como sucedió en la Cámara de Diputados y ahora en el Senado, al ser requeridos primero Ardelio Vargas Fosado, al Instituto de Migración y después Raúl Cervantes Andrade como titular de la PGR.
Víctor Manuel Giorgana, diputado federal es otro de los aspirantes apuntados, aunque, el se conformaría con ir por la alcaldía de Puebla.
Con todo y ello, los panistas se perfilan a refrendar la victoria, como antaño ocurría con el PRI, sin importar el nombre del candidato, aunque nada está escrito y las sorpresas se presentan en los sitios menos esperados.

Email: [email protected]