Debates obsoletos
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Opinión

De Frente y de Perfil

Debates obsoletos

 


Tiene algún tiempo que los métodos usados en los debates políticos mostraron su franca decadencia, que no sirven de nada y solo muestran la estrechez de mente y de recursos de los involucrados y refrendar los ataques sistemáticos que ahí se producen entre los aspirantes un cargo de elección popular.

Los programas, propuestas, proyectos y aspiraciones se truecan por el golpeteo, las acusaciones, denuncias, falacias y protagonismo de los participantes en este encuentro de supuestas ideas.

Sale mejor librado el que más fuerte ataca y más lodo avienta en contra de sus adversarios. Todos recurren al mismo sistema, la descalificación y las denuncias, sin pruebas.

Desde que se implementó esta modalidad con el debate entre Diego Fernández, Ernesto Zedillo y Cuauhtémoc Cárdenas, poco se puede rescatar de los debates, ya que solamente lo anecdótico y las gracejadas quedan en la mente de la población.

De aquel se rescata el famoso “niño de los dieces” de Diego a Zedillo, como del siguiente debate presidencial las lamentaciones de Francisco Labastida hacia Vicente Fox; me dice mariquita, lavestida y otras cosas más.

Apenas en el pasado debate presidencial bulle todavía en la memoria al actual Presidente López Obrador, escondiendo la cartera cuando se le acercó Ricardo Anaya, al que calificó como Ricky -Riquín-Canallín.

En fin, los debates fueron saludables cuando iniciaron, ya que se carecía de ese sistema para comparar proyectos e ideologías, pero a la fecha, con todo y sus innovaciones, como fue el acercamiento entre candidatos en el pasado encuentro de este tipo entre candidatos presidenciales.

Apenas el domingo pasado se dio una nueva muestra de su inoperancia, cuando los tres candidatos al gobierno de Puebla, Enrique Cárdenas Sánchez, Alberto Jiménez Merino y Luis Miguel Barbosa, simplemente se enfrascaron en una serie de dimes y diretes, sobre acusaciones y denuncias que circulan sobre ellos, especialmente el abanderado del PAN y el de Morena.

Y es que en Puebla, todo parece indicar que la elección ya está definida a favor del candidato de MORENA, con el del PAN, siguiéndolo a una distancia prudente de más de 20 puntos y el del PRI se encuentra perdido en la universalidad del voto.

El fallecimiento de la gobernadora en funciones a menos de 15 días de asumir el cargo, le permitió una nueva oportunidad a Barbosa, que compitió contra y perdió, según los cómputos finales.

De los tres candidatos, Barbosa es el único que compite por segunda ocasión, ya que Cárdenas lo intentó en el pasado pero fue relegado por MORENA que prefirió a Barbosa y tampoco logró insertarse como candidato independiente, mientras que Jiménez Merino ni siquiera era considerado como prospecto por su partido.

El debate del domingo pasado no sirvió para clarificar posiciones y mucho menos para acortar distancia entre el puntero y sus seguidores, sino solamente para mostrar las miserias humanas en busca del poder público.

Puebla será ganado, seguramente, por Morena y Luis Miguel Barbosa deberá mostrar que todo lo que se dice de él es mentira y que sí está capacitado física e intelectualmente para ejercer el poder por los siguientes cinco años.

 

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