¿Resistirá el PRI?
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Opinión

De Frente y de Perfil

¿Resistirá el PRI?

 


De los tres partidos dominantes hasta antes del primero de julio de 2018, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) fue el más devaluado y de golpe y porrazo borró su imagen de partido poderoso que sostuvo desde 1929 hasta el año dos mil.

Tardó casi cuarenta años para perder la primera capital de un estado (Mérida), sesenta años para ser vencido en un estado (Baja California) y 70 para ser desterrado de la Presidencia de la República.

En contraste con ello, le bastaron solamente doce años para recuperar la silla del Ejecutivo federal, de la que fue desplazado nuevamente seis años más tarde.

Hoy el PRI es un partido catalogado de la chiquillada, con pequeños espacios en el Congreso de la Unión, menos de cincuenta diputados y poco más de una docena de senadores, aunque controla todavía algunos congresos locales y más de una docena de gubernaturas.

Con todo y su reducción y su casi extinta militancia, el PRI continúa siendo noticia de interés para muchos, por lo que la disputa por el control del partido atrae miradas y atención de todo tipo, séase desde la morbosidad, atractivo o estudio.

Aquí no resulta ser como en Don Juan Tenorio, ya que los muertos que vos matáis, no gozan de cabal salud y muertos están, aunque muchos de ellos se nieguen a aceptar su nueva condición.

El control de la presidencia del partido se encuentra en juego y no lo es que se animen o alienten por posibles resultados favorecedores en los comicios del dos de junio, ya que el tricolor, se anticipa, recibirá un revés cada vez más fuerte.

Lo interesante es la medición de fuerzas entre dos grupos, uno que le apuesta a un personaje que tratan de presentar como emblemático, pero que no conecta con la militancia, el ex secretario de Salud y ex Rector de la UNAM, José Ramón Narro Robles, quien es respaldado por el grupo de impresentables que conectan con la llamada nomenclatura del partido.

Se trata de esa misma nomenclatura que en algún momento se intentó responsabilizar del asesinato de Luis Donaldo Colosio, sin prueba alguna de ello.

Del otro lado se encuentra uno de los pocos gobernadores que le quedan al priismo, quien se asume como la opción para intentar revertir la tendencia a la baja de este partido que durante años se concretó a darle mucho a pocos y no cumplir con las expectativas de sus votantes.
Alejandro Rafael Moreno Cárdenas, gobernador de Campeche, es quien desafía a los grupos que alguna vez fueron poderosos dentro del priismo y que tratan de mantener la hegemonía del partido.

Por lo pronto, los priistas que acudirán a las urnas son los poco más de un millón de sus militantes, de un padrón depurado, que harán válidos sus respaldos a un Narro Robles reconocido como académico, pero distante de la política y de ser carismático y un Moreno Cárdenas, joven, dinámico, político y con empuje.

Lo que resulte del triunfo de uno u otro y la forma como obtenga la victoria marcará el sendero del priismo en un futuro cercano.
2.- Como siempre los maestros de la CNTE desafían todo y transgreden lo que sea, con tal de satisfacer su propósito. Ni la contaminación los frenó en su marcha en la CDMX.

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