AMLO: Visita de cortesía
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Editorial

AMLO: Visita de cortesía

 


En muchos sentidos, salvo el homenaje cívico que reivindicó su espíritu juarista, la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a Oaxaca, el pasado 21 de marzo, puede decirse que pasó de noche. Nada qué festejar, nada qué reconocer. Se sabe que mucha gente que se acercó a saludarlo o con peticiones, simplemente fueron bateadas o ignoradas. En otros casos los mandó con el gobernador Alejandro Murat. Pero hubo algo que llamó la atención amén del reconocimiento de que desde hace muchos años ningún presidente pisaba la tierra del Patricio: San Pablo Guelatao, y es que el primer mandatario no habló de obras ni de proyectos para Oaxaca. Pasó por alto la promesa de concluir las súper carreteras a la Costa y al Istmo, tema prioritario para quienes vemos con escepticismo que una tiene sin terminarse al menos dieciocho años y la otra diez. Un caso único y excepcional en el país, habida cuenta del ambicioso programa carretero que se impulsó la pasada administración del que quedamos prácticamente fuera, no obstante la comentada amistad del ex presidente con el gobernador. Si creíamos que AMLO haría mención de que al fin dichos proyectos serán concluidos, simplemente nos quedamos con las ganas pues ello no ocurrió.

El presidente ofreció venir cada 21 de marzo a Oaxaca, sin embargo, apartado por completo de la tradición, no trajo consigo lo que sus antecesores solían traer: una pesada bolsa de recursos para impulsar proyectos y planes estatales. Nuestra entidad sigue siendo el patito feo de la Federación sin importar los colores o ideologías de quiénes se sientan en el mando. El sentido común nos obliga a pensar que seguimos en las mismas y que sin tomar en cuenta la apuesta por los pobres que tanto pregona AMLO, no estamos en su radar de prioridades. Pero la ignorancia y el fanatismo de los chairos sigue festinando su arribo y la serie de barbaridades que escuchamos a diario. Sin duda alguna que hemos echado las campanas al vuelo para festinar los proyectos en los que hemos sido incluidos, como es el caso del Proyecto Transístmico que, hay que decirlo, no es un proyecto nuevo, sino que se viene arrastrando desde los años sesenta. Ello hace presumir que los oaxaqueños seguiremos viajando en el furgón de cola de la modernidad, arrastrando el estigma de conflictivos, sectarios, facciosos, cuyo mejor exponente son nuestros y nuestras diputadas federales, hoy haciendo el trabajo sucio a la CNTE.

Los enemigos del progreso

Como mencionamos en el segmento editorial anterior, hay factores que nos ubican como un pueblo problemático, enemigo soterrado del desarrollo y el progreso. Un ejemplo es la aparición por doquier de grupos y organizaciones que dicen defender el territorio y la identidad indígenas, pero cuyos líderes son unos soberanos vividores, acomodaticios y oportunistas, que buscan la mejor oportunidad para vender los movimientos y llenarse los bolsillos a costillas de lo que dicen defender. Un ejemplo de estos tristes especímenes fue exhibido la semana pasada en redes sociales. Se trata de Arturo Ortega García, quien dirige un membrete conocido como Frente Indígena de Pueblos Pobres y Olvidados de Oaxaca (FIPOO), quien fue sorprendido apostando en un casino de Las Vegas, Nevada, en donde –dicen- suele ir a gastar lo que extorsiona al gobierno estatal con marchas y bloqueos. Otro caso fue el de Abraham Ramírez Vásquez, oriundo de la zona de Pochutla, quien fue detenido junto con dos de sus cercanos, con armas de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas y decenas de cartuchos de diversos calibres. De inmediato, sus corifeos y seguidores montaron un bloqueo frente a las oficinas de la Fiscalía General de la República (FGR), para liberar a este delincuente. Y el chantaje funcionó. El detenido fue liberado horas después no obstante tratarse de un ilícito federal y grave.

Entre estos falsos redentores sociales hay que destacar a aquellos que se han opuesto de manera convenenciera a la instalación de parques eólicos y hoy, enemigos soterrados de la consulta para el Corredor Multimodal Interoceánico, aglutinados en la llamada Red de Defensoras y Defensores Comunitarios de los Pueblos de Oaxaca, que se han pronunciado en contra de las acciones del nuevo gobierno, pues según ellos atentan contra la autonomía y la libre determinación de los pueblos y comunidades indígenas, afromexicanas y mestizas al pretender forzar las estructuras comunitarias para aceptar la consulta exprés sobre los proyectos de desarrollo del Istmo de Tehuantepec. Bajo esa premisa, ya están preparando el terreno para que la consulta sobre el Programa de Desarrollo del Istmo de Tehuantepec, que se pretende realizar el 30 de marzo, de forma simultánea en cinco comunidades en la región del Istmo y en otras tres comunidades del estado de Veracruz el 31 de marzo, simplemente fracasen.